Amor de fuego (yang x natsu)

De vuelta?

Mirando a la escalofriante arco o puerta, sea lo que sea es escalofriante. Natsu y Yang inspeccionando la cueva por pistas que le puedan decir qué es este lugar y que es la cosa escalofriante. Natsu tiene gana de comer el fuego verde, pero Yang continuamente le vigila por si le da problemas estomacales, puede que sea tóxico.

-¿Algo?- Pregunta Natsu.

-No, nada de nada. ¿Y tú?- Con esperanza que haya encontrado algo útil.

-Solo mucha tierra, polvo y tela de arañas sin ninguna araña-

-¿Para qué crees que será?-

-Mmm... mmmm... mmmmm...- Natsu pensando sin resultar exitoso. -Nada de nada-

-Puede que sea una puerta para volver- Mirando a la gran escultura con fuego verde. -O un modo para ir otros lugares, creo-

-Sea lo que sea no sabremos sino intentamos algo para activarlo. No creo que esté en un lugar extraño bien escondido sin que haga algo en especial- Yang lanza una piedra a través de ella sin nada. Natsu intenta girar los cálices sin resultado, escala encima e la puerta y toquetea a la cabeza con cuernos sin resultado. Yang revisa otra vez por si hay que presionar algo pero ella no cree que la puerta funcione así. -Sin resultados, esta cosa debe funcionar con magia-

-¿Magia? O necesita un sacrificio- Haciendo que la cabeza salga una bombilla.

Salta al agua, pasa unos minutos y entonces vuelve con el tiburón vivo intentando volver al agua. Lo lanza contra la puerta, pero se queda moviendo, Yang con remordimientos se acerca con un palo con la punta afilada y lo mata. Y nada, la puerta no se inmutó por el sacrificio.

-Bueno, eso fue dos pájaros de un tiro venganza y puerta pero... no funcionó. ¿Cómo te sientes Yang?- Yang estaba aún clavando la lanza al pez muerto.

-¿Yo? Muy bien, incluso mejor que antes gracias a ti Natsu- Ella con algo de sangre del pez en la cara y él no pudo evitar recordar a Erza con un escalofrió recorrió por su espalda. No se esperaba ver esa escena y recordar a su amiga pelirroja. Pasó unos minutos con Yang y el pez, Natsu solo pudo sacar algo de comer y ver el espectáculo. -Fiuuu, mucho mejor-

-Se nota que estas más relajada- Otro bocado de su comida.

-Bueno, ahora usemos magia- Mira a los cálices de fuego. -Natsu, come las llamas y vamos a ver que pasa- Lo usa como un conejillo de indias.

Haciendo caso come un poco del fuego verde, iba bien hasta que para... Cae al suelo con cara que quiere vomitar o mejor dicho como si estuviera intentando no dejar salir algo de su boca. Su escupe las llamas verdes contra la puerta donde se empezaban a reunirse en el centro de este haciéndose más pequeño lentamente, cuando Natsu paró de golpe se cubrió el espacio vacío ya convirtiéndose en una puerta completa.

-Parece que las llamas verdes son la llave del portal... ¿Quién se lo hubiera imaginado?- Mirando al pobre Natsu en el suelo como si hubiese vaciado su estómago por completo. -Natsu, ¿Estás bien?-

-Si- Se levanta del suelo. -Un poco cansado pero bien. De una pieza-

La puerta empieza a succionar, como si estuviera intentando devolver algo a su dueño. Natsu se agarra de una piedra y Yang de su mano, cada vez es más fuerte. No sabían cuanto tiempo podrían aguantar.

-¡Natsu!- Al mirarla se da cuenta que se está resbalando poco a poco.

-¡Yang! !No te sueltes¡- Pero una mano se suelta de él, se miraron en los ojos por unos segundos, como si fuese minutos. Yang no pudo sujetarse más. -¡Yaaang!- Su bufanda se desprende de él y se va con ella dentro del portal, con sus propios ojos estaba viendo como es segundo ella desaparecía y el portal cerrándose como si fuese varios largos minutos.

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-Ay, mi cabeza- Yang se levanta con la bufanda de Natsu en su mano. Recordando lo que acaba de pasar, mira a su alrededor encontrándose delante de Beacon de noche. -¿Estoy... en casa?-