Al llegar al hotel, los chicos a penas y recordaban que estaban de viaje, ya que recién se levantan, el chófer es el que se está encargando de todos los trámites para la búsqueda de la habitación. Lo trece estaban sentados en el lobby revisando su teléfono o pertenecías pero no charlaban por causa de que aún estaban medio dormidos.
Pero ninguno se dio cuenta que las chicas, empleadas, incluso algún que otro chico los miraba, ya que todos resaltaban de alguna manera como por ejemplo Aries, es alto y pelirrojo, cosa que no se ve muchas veces, su rostro es de alguien indiferente y lo que resalta en su cara, son sus ojos esmeralda. Él era uno de los pocos que estaba sin asiento y miraba a los alrededores. Una chica que pasaba por delante de los chicos se resbaló y cayó al suelo.
El más cercano y con más ganas de ayudar es Virgo. Se levantó y la ayudó a levantarse, el le sonríe amablemente, la chica se quedó algo embobada viendo los ojos de colores diferentes, algo muy particular, debajo de uno de sus ojos tiene un lunar. Su cabello azabache algo despeinado y su sonrisa, hacia que la chica se quedará algo boba mirándolo.
– ¿Se encuentra bien?- pregunta Virgo al notar que la chica no reacciona
– Si
– Que bueno
Virgo sintió que su mellizo lo llama ya que tenían las habítaciones. Él se despide de la chica la cual se quedó mirando como él se marchaba. Cuando el chófer les dio las indicaciones, todos escuchaban atentamente menos Leo que miraba a una chica por al lado de él, ella sin que nadie lo notara le cogió la mano y le entregó un papel, se separó rápido para seguir su camino, pero antes de desaparecer de la vista del rubio le guiña el ojo y le hizo un gesto con la mano pidiendo que la llamara.
– Leo te toca- escuchó la voz lejana de Libra
– Cupido es muy caprichoso- sonrió Leo aún mirando por donde se fue la chica
– No me importa, solo coge el maldito papel para ver quién será tu compañero de cuarto
– ¿Como?
– Hay que dividirnos como siempre, solo hay siete cuartos y Ofiuco se quedará con una habitación para ella sola- dijo Tauro, al notar que su amigo viajaba a otro lugar cuando le explicaban todo
– Rayos
Cuando todos tenían sus respectivas parejas fueron a sus habitaciones. Leo no tuvo mucha suerte, ya que la persona con la que pasará las dos noches es con quien menos quería estar, Aries. Todo el camino a la habitación fue en silencio y algún que otro intento patético de intento de hablar de Leo.
La otra pareja no estaba tan mal, Tauro y Geminis, en el último tiempo comenzaban a hablar más y son buenos compañeros para hacer maldades. Géminis por su lado le comentaba a Tauro las debilidades de sus amigos y el como podrían intentar molestarlo, Tauro por otro lado sonría y hacia planes para molestar y evidentemente se preguntaba cuál sería su próxima comida.
Por otro lado están Capricornio y Libra. Capricornio en su interior lloraba por su mala suerte consiguendo a la balanza como acompañante. Libra parecía estar bien, después de todo, mientras más cerca del enemigo mejor. Por culpa de la balanza tuvieron que detenerse de vez en cuando ya que ligaba con alguna que otra chica, que las amigas siempre terminaban dándole su número a Capricornio, el cual cada vez que veía un cesto de basura votaba los números.
Acuario y Piscis, la otra pareja. El rubio dorado sonreía cada vez más, al parecer si le tocó la lotería esta vez. Piscis sentía los pelos de punta de solo pensar en que pasaría tiempo a solas con Acuario y rezaba porque saliera virgen del hotel.
Cancer estaba haciendo una fiesta interna cuando se enteró de quien sería su acompañante. Pasaría tiempo con Virgo más haya de preparar la fiesta, aunque no tenía ni la menor idea de lo que hablar. Virgo por siu lado le daba igual, le agrada Cáncer a pesar de lo que le había dicho.
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El misterio de Saturno
Teen FictionLa escuela Saturno, una escuela conocida por tener los mejores estudiantes, pero ella esconde secretos que nadie debe descubrir, el problemas es que se les está yendo de las manos los secretos. El director en un acto de desesperación inventa una fie...