Todos estaban reunidos en la sala Júpiter mirando fijamente a Sagitario y Geminis, esperando saber al fin que tanto los había dejado en estado de shock. El silencio se estaba tornando algo incómodo.
- Oigan acaben de decir lo que vieron- dijo Leo algo impaciente ya que esos dos decidieron decir lo que encontraron en la reunión.
- Encontramos un cadáver, estaba entre la cocina y uno de los cuartos cerrados por construcción, el cadáver es del chico que explotó el laboratorio de ciencias...- habló Sagitario, todos abrieron sus ojos sorprendidos por la noticia- Murió por desangramiento, pero antes de morir dejo cuatro letras "HADES".
- Sonó como si fuera una amenza cuando lo leímos la primera vez, ya saben si juntas las letras dice Hades, Hades en la mitología griega es el reinos de los muertos- siguió diciendo Geminis.
- Pero luego de ir corriendo a decirles a Tauro, Escorpio, Aries y Leo, para avisar de hacer esta reunión, nos dimos cuenta de algo más, no solo representa a Hades el dios, sino una advertencia, al parecer no le daba tiempo a escribir quienes lo mataron, así que escribío sus iniciales junto a una advertencia.
Todos quedaron perplejos al ver las deducciones que Sagitario y Geminis habían echo solos, también todo lo que le habían contado, algunos se miraban con preocupación, otros también intentaban deducir.
- Estuve investigando un poco con respecto a la leyendo del árbol de la escuela- hablo Virgo, ahora captando la atención de todos- La mayoría de los alumnos dicen lo que ya conocemos, así que decidí preguntarle al concerge que es el más viejo en la escuela y me dijo que ese árbol está maldito...
- ¿Mal...maldito?- preguntó un nervioso Cáncer.
- Cáncer no me interrumpas; como decía, el concerge me comentó que hacía unos años, justamente un año antes que nostros entráramos al colegio surgió una catástrofe; varios alumnos desaparecieron sin dejar rastro y empezaron a aparecer cuerpos por toda la escuela y en el árbol un día, amaneció el cuerpo de todos los chicos desaparecidos colgados.
Piscis y Cancer se abrazaban como si les estuvieran contando una historia de terror, Escorpio solo se encontraba con su típica expresión relajada y los pies encima de la mesa. Por otro lado Libra jugaba con un mechón de su pelo, prestándole nula atención a lo dicho, cosa que hizo que Geminis le lanzará su libreta en la cabeza de la balanza para que prestará atención. Acuario por otro lado veía y escuchaba todo en silencio. Capricornio anotaba todo lo dicho, mientras que Tauro comía. Aries y Leo se miraron para luego mirar a Sagitario.
- ¿O sea que lo más probable es que se repita algo que pasó hace cuatro años?- preguntó Aries algo incrédulo.
- No lo creo, no ha desaparecido ningún alumno, quizás alguien intente hacer un caso similar, pero sin desaparecer a algunos estudiantes- opinó Libra.
- No, prácticamente él objetivo desde un principio era culpar a los del distrito Fuego, pero no tiene lógica nada de lo que está pasando- golpeó su cabeza contra la mesa Virgo, el cual intentaba comprender lo que pasaba.
- Lo que se me ocurre es que nos dividamos en equipos de dos y busquemos pistas, tenemos que encontrar a quienes están incriminado a el distrito Fuego- sugirió Capricornio.
- Pero ¿cómo nos dividimos? si es en equipos de dos, sobraría uno de cada distrito- comento Leo.
- Pues hacemos un sorteo de parejas y ya, no es tan complicado.
- Vale....
***
Piscis y Acuario
Piscis estaba con su cámara para tirar foto a todo aquello que conciderara pruebas o alguna pista, le había tocado investigar al árbol echo cenizas. Todo lo hacía discretamente, no iba ser algo bueno que descubrieran que ambos dirigentes de distritos diferentes estaban andando juntos, aunque al parecer a Acuario no le molestaba mucho; al igual que Escorpio siempre llevaba una pose relajanda, mostrando indiferencia.
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El misterio de Saturno
Novela JuvenilLa escuela Saturno, una escuela conocida por tener los mejores estudiantes, pero ella esconde secretos que nadie debe descubrir, el problemas es que se les está yendo de las manos los secretos. El director en un acto de desesperación inventa una fie...