Almas Gemelas [Micro TDH] [COMPLETA]

Sixteen.(Maraton 3/3)

@greciatorress
InstaStories | Hace 15 minutos.

"Es hoy, es hoy"

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Pase casi toda la mañana arreglándome, ayudando a Moon a hacer lo mismo, y llorando mientras maquillo y le arreglo el pelo a Sierra, agradezco muchísimo que el makeup que nos pusimos sea waterproof.

No estoy llorando de tristeza ni nada de eso, solo me produce sentimiento saber que se va a casar con el amor de su vida y que ya no va a estar en nuestro apartamento tanto como antes.

Hace unas horas Flor, la suegra de Sie, y su cuñada, Mía, llegaron y nos han ayudado a ponerla más linda de lo que ya es.

—No te olvides de nosotras, por favor.

—¿Are you crazy?, jamás podría hacer eso, yo las adoro, son como mis hermanas menores.

—Solo digo, tal vez el matrimonio te consuma la vida y te olvides de que tienes amigas.—me dio un golpe en el brazo.

—Deja de decir pendejadas.

—Por eso yo voy a ser la madrina de la boda y tú no.—se burlo Moon y yo le saqué la lengua.

—Y yo de los mellizos.—me burlé de vuelta.

—Sigo sin creer que vas a dejar que sea madrina de los dos.—se cruzó de brazos.

Se me olvidó contarles, ya las bendis están de camino.

—Pueden dejar de pelear por estupideces y ayudarme a ponerme el vestido, si nos tardamos más Lyanno va a pensar que lo voy a dejar.

—Bien ridículo de su parte, dejarlo es algo que jamás ha pasado por tu cabeza.—Flor le contesto.

—Moon, ayúdame.—la llame y ella se acercó a mi y me ayudo a agarrar el vestido.—Sierra, ven.—se acercó a nosotras.

Metió un pie y luego el otro y le subimos el vestido, luego mientras Moon y Mia se encargaban de ponerle sus accesorios, yo y Flor le estábamos atando el vestido.

—Terminamos.—dijimos todas en unísono y nos reímos juntas.

—Ya todo esta listo.—suspire intentando contener mis lágrimas.

Que sensible soy.

—Saben que las quiero.—yo y Moon asentimos.—Y que casarme no significa que las olvidare.—volvimos a asentir.

(...)
Sierra.

—Edgardo Cuevas Feliciano, ¿quieres recibir Sierra Thompson, como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

—Aceptó.

—Sierra Thompson, ¿quieres recibir a Edgardo Cuevas Feliciano, como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

—Aceptó.

—Y ahora por el poder que me confiere la iglesia los declaro marido y mujer.—mire a esposo y le sonreí.—Puedes besar a la novia.—se acercó a mi y me beso.

Llevo esperando mucho este momento y ahora que por fin se dió quiero disfrutarlo al máximo. Los gritos de celebración de nuestra familia y amigos era lo único que se lograba escuchar.

(...)
Grecia.

Ya llevamos un rato aquí en la fiesta que siempre se hace después de la boda y todo el mundo la está pasando muy bien.

Yo estuve bailando un rato, hasta con gente que no conozco pero me canse y ahora estoy sentada en una mesa con Raúl viendo a todo el mundo.

Con la esquina de mi ojo pude ver un rostro conocido, pero verlo a él aquí sería imposible, ¿cierto?. Volteé bien mi cabeza y vi a Fernando, o me estoy volviendo loca o por alguna razón si está aquí.

—¿Estas bien?.—me pregunto Raúl, posando su mano en mi cintura.

—Ajá.

—¿Que te paso?.

—Mira.—le señale cuidadosamente a Fernando quien esta caminando hacia nosotros.

—Tranquila, solo ignóralo.

—Estás hermosa pero tu verdadera forma de ser daña todo lo que tienes.—se paró frente a mi.

—Puedes dejarme en paz, por favor.

—¿Fernando que carajo haces aquí?.—le pregunto Sierra acercándose a nosotros.

—A mi me invitaron.

—Edgardo.—llamó a su esposo.—¿Se te olvidó cancelar su invitación?.

—Ahora que lo recuerdo, si, sorry.—todos menos yo lo miraron mal.—Mala mía, tenía muchas cosas en la cabeza.

—Ay ya, ya eso no importa.

—¿Grecia te acuerdas cuando te decía que soñaba con casarme contigo y formar una familia?.—lo miré.—Cada vez que pienso en eso me río, que error el que habría cometido.

Eso dolió.

—Grei.—me llamo Rauw y yo lo mire.—Mejor ignoralo, después te pones triste y eso no le hará bien a nuestros bebés.—solté una risita.

Fernando nos miró a los dos como en shock.

Nuestros.

—Mira rulos, si no te vas para el carajo ya, yo misma me voy a encargar de que te quedes sin rulos.—Sierra se acercó más a él.—No vas a venir a joder el día de mi boda, por andar de pendejo como siempre.

—Chico ya desaparece.—agregó Moon.

—¿Cuáles hijos?, ¿esté ya te embarazó?—todos nos reímos fuerte y su expresión cambió a una más confiada.

—Que idiota eres.—lo insulto Sierra.—Ahora vete.—la seguridad lo sacó del lugar.

—Eso fue...

—Intenso.—Raúl completo mis palabras.

•••
young-khalifa ya eres una mujer casada y vas a ser mamá, ¿como te sientes?.