Si tan solo hubiese sabido que eso ocurriría, jamás le hubiese insistido a Andrew que saliéramos el día de los enamorados.
Todo había iniciado como un día común. Día de los enamorados, un día donde se supone que se debe de celebrar el amor, la amistad y todas esas cosas de flores con corazones, a decir verdad, lo entiendo, entiendo por que a Andrew no le gusta celebrarlo, por que se supone que no solo debe ser cierto día en el cual las parejas se demuestren su amor, es solo una excusa para que miles de jóvenes pierdan sus virginidades a los trece años. Jodidas excusas. Pero hoy, este catorce de febrero quisiera que fuese diferente, quisiera que tan solo hoy Andrew me diga "Nena, ¿quieres que salgamos a cenar en este día tan jodido?" al menos eso, pero desde hace cinco años atrás desde que salimos, cada día de los enamorados se reprime por completo su amor, el primer año en día de los enamorados salió a visitar a sus tíos en Canadá, el siguiente año dijo que ni siquiera recordaba que era día de los enamorados, pero lo recordó justo después de ese fabuloso maratón de películas de Harry Potter, entonces solo se fue dejándome las tres ultimas películas en casa. Los siguientes años ni siquiera se molesto en llamarme o al menos mandarme un texto. Vaya que odiaba ese día, tanto como para evitarme durante todo el día.
Se que hoy es su día libre en el trabajo, es sábado, este día no se lo dejare pasar.
Como era de esperarse, no contesta el móvil, de seguro esta en casa jugando con su Xbox con Benjamín, a veces envidio a su hermano, se la pasa todo el día junto a el, incluso el día de los enamorados, el chico a penas y tiene quince.
Las manos me sudan con solo ver el timbre. Después de dos veces de haberlo tocado, un Andrew en camiseta holgada y deslavada aparece tras la puerta, hasta ahora me doy cuenta de que solo tiene unos pantaloncillos diminutos, esa debe ser su ropa interior, seguro estaba dormido, no lo culparía por despertar a las diez de la mañana, despierta desde muy temprano para que se vaya a dormir hasta la media noche por culpa mía.
—¿Leslie? —su voz pastosa y arrastrada me vuelve a traer a la vida después de haberme perdido por completo en la forma tan sexy en la que se le ven sus calzoncillos cayendo entre sus piernas. ¡Joder, se ve ardiente!— ¿Qué haces aquí?
—Eh... —¡Me he tragado la lengua!— Yo soló... uhm...
No necesito verlo a los ojos, se la mirada que tiene en mi, y lo peor es que nunca puedo diferenciar que es lo que transmite.
—¿Y bien? —gestiona— ¿Estas bien?
Al fin, me armo de valor para así enfrentar su mirada penetrante, esos ojos café tan espesos y profundos como chocolate amargo, siento que desnudan mi alma.
—Quiero que salgamos hoy.
...
¿Lo he dicho ya?, por que siento como si me hubiese quedado sin corazón.
El se quedo inmóvil por un momento, abrió y cerro la boca de un golpe mientras frotaba su mano tras su nuca.
Leslie, llegaste muy lejos esta vez.
—¿Andrew? —le llame al ver como él parecía tumba, en completo silencio.
—Nena —respondió después de unos segundos—, es día de los enamorados, es un día de excusa para el planeta. Sabes lo que pienso de ello.
—Si Andrew, lo sé —repuse con voz fija y pesada para que se diera cuenta de que hablaba enserio—, pero yo quiero, por una vez en la vida, saber como te comportarías con respecto a ello.
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Mi primer homicidio ©
Mystery / ThrillerTodo mundo tenemos demonios sedientos de sangre.