Mi primer homicidio ©

Capítulo 10 - Miguel Sainz [1/2]

Atención lectores: Los siguientes personajes son originalmente de la novela "Amar o Creer" creados por @TheCapraIgnis. El siguiente relato no es una FanFic, esta basada en lo que trata dicha novela y se llego a un acuerdo con el autor. Esta prohibido usar la originalidad de estos personajes en otras historias.

Es duro ver a la persona a la que siempre has amado, ser feliz con alguien más. Es lo que pasa con Joseph y conmigo, él es feliz con alguien más, alguien que no soy yo.

Con el paso del tiempo encontré a Nicolás. El chico voluntariamente se ofreció a ayudarme con Josh, cuando le conté sobre la amenaza que lancé en contra de Derek para que se separará de Joseph.

Mi querido Joseph.

Dentro de mi plan es muy importante que tome a Josh a los ojos de Derek. Espero con ansias ver la expresión de su rostro cuando suceda.

Nick ya a tomado iniciativa de mis planes y no podría esperar menos de él.

Si no puedo tener a Joseph, nadie podrá.

Esperamos dentro de la vieja Silverado roja de Nick fuera del colegio a que Josh y Derek salgan.

—Sigo firme con lo que pienso respecto a esto —ese es Nicolás, siempre tan inoportuno—, esto es una locura, Miguel.

Agh. Tenía que empezar este imbécil— Me importa una mierda lo que tú pienses, Nick. Me importa Joseph.

—Tonto, tonto —chasquea los labios—. ¿Es este tu plan maestro de interpretar "Romeo y Julieta"?

—Repito, no me importa lo que tú pienses.

Eso basto para que se callara.

A veces el chico habla demasiado, pero tiene grandiosos contactos. Agradezco al dios divino que me lo puso en el camino solo para llevar acabó mi plan.

Consiguió una entrada casi gratuita a la vieja cárcel, quien fue desalojada en el año 1990 y es perfecto porque, en ese tiempo ya existían esas cámaras de interrogatorios especiales estilo CSI. Tenemos todo preparado para Joseph y Derek, "la feliz pareja". Solo queda esperar.

Entre mis pensamientos divagan los recuerdos de como veía a Joseph a escondidas, su sonrisa blanca, su complexión de joven coreano lo hace ver adorable y sus ojos, oh joder, esos preciosos ojos de un particular tono violeta. Demonios, ¿cómo fue que Derek logró conquistarlo?

Puras patrañas.

Viendo a los lados en la acera, me percato de un par de ojos violetas tras unas gafas, esos ojos violetas son preciosos, causan una cierta chispa familiar que conozco. Ese es Joseph.

—Nick —golpeo su hombro para despertarlo. ¡Se atrevió a quedarse dormido el muy cabrón!—. ¡Nick!

—¿Hmm? —dice, somnoliento.

—Es él —señalo a aquel chico de ojos violetas y cabello lacio oscuro limpiando sus gafas. Oh, Joseph—, ¿lo ves?

—¿Ah? —murmura Nick mientras se frota los ojos antes de lograr enfocar su mirada al atractivo chico riendo mientras se acomoda sus gafas— ¿Josefo? —dice sin rastro de importancia— Es atractivo el muchacho —me mira incrédulo—. Aun no entiendo porque quieres hacerle eso, digo, se supone que lo amas.

—Imbécil —golpeo su cabeza—, es Joseph, y lo hago por el idiota a su lado —gruñí asintiendo hacia Derek, un joven de cabello ondulado y ojos azules, su tono de piel es tan parecida a la de Joseph, blanca como la leche—. Envidio a ese tipo.

Bajo mi ira, lo escucho bufar— Eres mas complicado que las mujeres, viejo.

—Como sea —le pongo los ojos en blanco, acomodándome en mi asiento, fue entonces cuando el incomodo silencio nos invadió.

Aquí estaba yo, observando a mi amado a lo lejos dando pequeños besos en las mejillas de alguien que no soy yo. No, no soy yo.

—Y bien... ¿Qué haremos ahora? —dice Nicolás, pasando sus dedos por su cabello rizado.

Asiento— Esperar.

—¿A qué?

—Menos publico, Nicolás. No podemos tomarlos así como así frente al plantel —y allí va... sus labios contra los de Derek.

Este sentimiento carcome mi corazón, ver como Joseph besa a otro. Han logrado romper algo que ya esta roto.

—¿Miguel? —al escuchar su voz, me hace darme cuenta que estaba moviendo su mano frente a mi rosto de arriba a abajo.

—¿Qué?— logro susurrar.

—¿Oíste algo de lo que hable?

—Obviamente no —ruedo los ojos—, ¿qué quieres?

Su arrogante suspiro hace que la vena en mi cabeza tenga vida total como una boa amordazando a un árbol— Te preguntaba si los seguiremos hasta que estén en un lugar menos concurrido.

—Si, eso haremos.

—Entonces arranca —manda él.

—¿Qué dices?

—Que enciendas el motor, se están yendo.

¡Santas vacas cabreadas!

Creo que estoy tan enfocado en mi odio contra Derek y en el dolor dentro de mi que olvide vigilarlos. Supongo que se dirigen a ese feo parque que tanto le gusta a Derek, por lo que he escuchado, lo único bueno que tiene ese parque es que venden ricos helados. Espero a tenerlos a una distancia considerable para poder ver a donde van sin que se den cuenta que los estoy siguiendo. Sería una catástrofe, arruinaría mis planes en lo absoluto.

Después de quince minutos estando dentro del auto viendo como caminan los tortolos tomados de la mano, se detienen a comprar helado, tal como lo pensé.

Oh, mi querido Joseph. Tiene una bella sonrisa.

—¡Mírate! —exclama Nick— Parece como si estuvieses viendo a Justin Bieber en los bóxer ostentosos de Calvin Clain.

—Cierra la boca, estúpido.

Oh, mi amado Joseph. Esta será la ultima vez que podre verte... feliz.

—Nicolás... —murmuro— Llegó la hora.