Capítulo 3 - Andrew Whittman

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No puedo escapar, esta pequeña me ha encerrado.

Esta pequeña astuta.

Santa mierda— ¡Mary Ann! -ella tenía una cuerda en su cuello. — ¡Mary Ann, respóndeme! —hacía hasta lo imposible por bajarla pero simplemente no podía, estaba muy bien atada con ese nudo en su cuello.

— ¿Dónde estás pequeña? —le dije a esa niña, esta pequeña. Pequeña no viva.

Empezó un pequeño "Lara la" desde el fondo de la habitación.

Mary Ann comenzó a balancearse, es extraño ya que aquí no hay corriente de aire.

El tarareo se acercaba del fondo.

— ¡Detente! —le grite— ¿Qué le has hecho a Mary Ann?

A pareció una sombra frente al cuerpo de Mary Ann.

— Ella jugaba conmigo al escondite. —Me respondió con voz ronca.- ¿Quieres jugar conmigo? —ella se acercó un poco más a donde el bombillo iluminaba.

— ¡No quiero jugar! —quiero escapar.

— No puedes escapar de aquí. —me respondió una vez más.

Estoy muy aterrado.

— ¡Si puedo! —irme lejos de tú.

— ¿A qué le tienes miedo? —extendió su mano intangible y pálida hacía mí una vez ya estando siendo revelada por el bombillo— Es solo un simple juego —no me gusta jugar con personas no vivas-, morir es un juego de niños. -dijo ella.

Solo recuerdo el dolor y sus risas divertidas antes que me degollara...

Antes de morir.

Mi primer homicidio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora