Mi primer homicidio ©

Capítulo 18 - Helena Metone

No había sentido tanto el temor de los espejos hasta esta noche.

Una noche lluviosa donde se escuchaban las gotas caer grandes en mi techo,  está en la cual volví a mi departamento después de otro día más sin haberte visto.

Recordaba cada uno de tus miedos pero jamás terminaste de conocer los míos.

Se ciertamente cuanto significado tuvo este departamento para ti, tu padre te hizo ver el infierno en viva carne.
Las cajas aún hacían ya apiladas después de que intentaste escapar de todas las anomalías en las cuales te tenían preso de este lugar hasta en el momento de tu partida sin despedida.

Me volveré loca aquí.

No puedo recordar la hora en la cual llegué, no puedo encontrar mi sueño aquel que me cargaba tras pasar el callejón de la cuadra anterior.

Siento la pesadez de su mirar.

Son grandes mis problemas en el trabajo, mi jefa me detesta y hoy sentí como mi compañera de trabajo me vio con unos ojos endemoniados siendo ella de tan buen corazón, la rabia que me invadió cuando boto mis cosas una y otra vez después, casi la mató a golpes. El terror que sentí al dudar o no al departamento a pesar del diluvio que se escucha fuera.

Joder, qué día cansado.

Tú y tu manía de siempre quedarte encerrado en el baño, gracias a tí nos quedamos sin puerta después de tantos trancazos.

Tomo el móvil para ver cuánto falta para empezar un día mejor y automáticamente se abre el carrete con una foto nueva, una borrosa tomada con la cámara externa, sé qué me decías que debía comprarme otro celular, que sus errores un día de estos iban a causar su último respiro después de tanto dinero tirado en sus cables para carga.

Eliminar fotografía.

¿Recuerdas cuando ponía música en la ducha y tú las cantabas fuertes desde la otra habitación?
Quiero ver si puedo escucharte desde tu evangelio o tu condenación.

Tomo el móvil y automáticamente aparece otra fotografía tomada en frontal y borrosa de mi hombro desnudo, pero es que a penas y me voy a quitar el sostén.
Quizá no recuerdo cuando la tomé, mi conciencia me engaña después de tanto ha terminado afectada.

Eliminar fotografía.

Creo que hoy me duchare sin música.

No puedo ver el espejo junto a la llave de la regadera, siento que algo está detrás del opaco cristal, siento la presencia de este alguien de carácter pesado. Este sentimiento, mi sexto sentido me dice que es un maligno ser.

Al sentir el agua recorrer mi cuerpo puedo sentirme sucia de algún modo, miro de reojo el espejo sobre el lavamanos y noto la aparición del acné creciendo en mi ceja derecha, hace años que no lo tenía; pero sobre todo, puedo sentir como el espejo me grita, algo me dice pero no sé qué es.

Aquí ocurre algo, esta sensación es quizá como aquella que viven los niños americanos jugando Bloody Mary.
La adrenalina está cargada con pesadez en mi sistema nervioso.

Abro la llave del lavamanos sintiendo el agua fría entre mis dedos y un helar recorrer mi espina dorsal.

Sigo sin recordar la hora, creo que no la revise.

Tomo el móvil y amarro mi cabello en un húmedo moño desarreglado frente al espejo. Esta sensación me hace oler la muerte cerca como ese día que te fuiste cariño.

Al encaminarme a la cama veo que el móvil está desbloqueado de nuevo en el carrete con una fotografía borrosa mía dónde mi ceja derecha y parte de mi rostro antes de sujetar mi cabello viendo el agua del lavamanos correr.

¿Cómo es posible si en ningún momento vibro al desbloquearse?

Eliminar, otra vez.

Siento la pesadez al cruzar la puerta de la habitación, los espejos me dicen algo que aún no se que es. La iluminación siempre fue importante para tí ya que nunca te gusto estar a oscuras, decías que había alguien asomándose por las esquinas de la pared.

Un flash llega a mi mente dejando mi visión cegada en cuestión de nano segundos y al intentar recobrarla me percato de una figura junto a la cama. Al enfocar mi visión la habitación se encuentra limpia y vacía, lo único que la llena es el sonido de la lluvia sobre el techo.

Mi sentido en desacuerdo con la razón a raíz de la cordura me impiden dar otro paso, hacen la lucha por detener mis pasos firmes pero algo me llama, encaminandome a la cama veo la pantalla del móvil con otra fotografía borrosa del suelo y parte de mis pies resistiendo seguir, la miró con atención mientras me recuesto bocabajo​ en el colchón y una ráfaga de cuatro fotos aparece, son mis manos y mi móvil.

¿Qué?

Veo mi reflejo como una tercera persona en aquel espejo dentro de la cómoda. Me veo serena aunque mi rostro haya perdido color... Otra ráfaga de fotos, es mi rostro de perfil, previo a lo que acabo de ver en mi periferia.

Una foto...
Otra más...

Es mi rostro cambiando de expresión, pero por alguna razón, todas las imágenes están movidas.

Aparece una tras otra, el pánico invade mi cuerpo, siento como una cuchilla fría sube por mi columna vertebral. Un ruido seco invade mis tímpanos. Por un momento mi cuerpo se queda helado, me siento petrificada ante el horror intentando analizar las fotos.

Una última foto más.

Mi rostro de perfil viéndose con tormento puro se aprecia en la imagen​ perfectamente clara. Las lágrimas golpean mis ojos intentando salir sin éxito alguno, el shock se apoderó de mí cuerpo. Me escucho gritar al fondo de la habitación haciendo un eco en mi garganta, más sin embargo, el sonido no emana de mí.

Mi visión comienza a flashear, no más fotos, solo una pantalla en blanco.

Flashes.
Flashes.
Una figura que aparece repentinamente.

Un ruido agonizante retumba en mi mente, mis ojos se quedan sin ver un instante y después me veo a mí recostada en la cama, en la misma posición donde me sentía petrificada con una figura humana junto a la cama, un hombre de negro está observandome con su mano acercándose a mi hombro. Intento ir por mí pero me es imposible.

¿Cómo fué que me encerré dentro del espejo?