Contrarium Pariete •jjk•

𝘤𝘢𝘵𝘰𝘳𝘤𝘦

Bien, el día de la cena, o sea el viernes había llegado.

Estaba en mi habitación junto Beol quien estaba dibujando recostada boca a bajo en mi cama comiendo también galletas mientras que yo estaba de espaldas a ella sentado en la silla de mi escritorio estudiando en ese mesón. Si, historia no es lo mío... bueno corregiré eso. Ninguna clase es lo mío.

- Cómo vas?- Preguntó ella llevándose una galleta a la boca.

- Bien- Dije mordiendo el lápiz que tenía en mis manos.

- Si, bien que digamos bien, no te vez- Río levantándose de mi cama y dirigiéndose a mi, lo supe por el ruido que hizo porque no la estaba viendo- Oye, pero con esos apuntes, quién no querría estudiar.

Mi vista se dirigió a ella un segundo y luego volví a ver mi cuaderno. Claro, ya entendía a lo que se refería. Estaba todo escrito con lápiz negro y bueno, hay que sumarle que no está toda la información que dicen en la clase y que mi caligrafía no era la mejor, en conclusión, era una total pérdida de tiempo.

En realidad muchas veces me sentí así, una perdida de tiempo, pero si no fuera por Tae que muchas veces me ayudaba, aún seguiria en primer año y afortunadamente, ahora tambien estaba Beol.

- Qué sugieres?- Le pregunté cruzándome de brazos resignado.

- Rendirte- La miré sorprendido y ella comenzó a reír- Era un chiste, tonto.

- Lamento decirte que no es como que me vaya muy bien en las clasee a si que esa opción la he tomado un par de veces y gracioso no es- Dije triste.

- Discúlpame- Aclaró su garganta y se agachó a la altura del escritorio quedando por obviedad, más pequeña que yo- Bien, puedo prestarte mis apuntes, sería el mismo contenido a pesar de que estemos en clases diferentes.

- Sería de gran ayuda- Le sonreí viéndola y por alguna razón que desconozco, nos quedamos mirando unos segundos así, en silencio, un agradable silencio en el que pude nuevamente apreciar esas bellas pecas que estaban esparcidas en sus mejillas y naríz y sus profundos ojos color verde almendrados.

Bien, me sentí extraño. Muy extraño, pero en definitiva, se sentía... Lindo, creo, ay cielos, olvidenlo.

Después de otro par de segundos, se levantó y fue a su mochila y la vi sacando un cuaderno, lo dejó en el escritorio y comenzó a pasar las páginas. Entendí en ese momento el porqué sus apuntes eran mejor que los míos, bueno, creo que cualquier apunte sería mejor que el mío, pero estos tenían colores y dibujos, su letra era claramente legible a si que podía con eso, creo que puedo estudiar mejor con sus apuntes.

- Gracias, Beol- Le sonreí.

- Si si si, como digas, hora de ir a esa estúpida cena- Dijo para alejarse hacia sus cosas y ordenarlas.

Perfecto, las ganas de estudiar se habían esfumado por completo. Beol quiso ir a mi casa antes de la cena sin razón alguna y lo que a mí respecta, anisas no me faltaban y nervios tampoco para lo que venía. Pero ella no estaba aún de acuerdo con que fuera.

Vi un par de veces a los padres de mi amiga en estos días y como había dicho ella, si eran realmente simpáticos y agradables, conversar con ellos era muy divertido, pero no he hablado con su tía Surim y si bien me causaba una fuerte curiosidad por conocerla, también tenía miedo, no solo por lo que Beol me ha contado, si no porque de verdad la vez que la vi su presencia era aterradora.

- Entonces, que haces si ella te molesta?- Preguntó mi amiga una vez llegamos a su casa antes de abrir la puerta.

- Me hago bolita- Si, esa broma no le gustó porque con cara de "debes estar de broma" se volteó a verme- Lo haces todo más aburrido, pero solo debo ignorarla.