𝘰𝘯𝘤𝘦

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Cuando Beol dijo que que quería presentarme a sus padres no creí que fuera ese mismo día. De hecho, estando ya en frente de su casa que, dicho sea de paso jamás había visto, no podía terminar de creerlo.

- Oye Beol, estás segura de que...

- Claro que sí, eres mi primer amigo que hago por cuenta propia- Me interrumpió dándome ánimos- Si, el resto fue gracias a Hoseok, a si que no cuenta.

- Hurra- Murmuré y escuché como ella reía levemente.

- Oye, no tienes que temer, ellos son realmente geniales, no es por presumir, por supuesto.

Quería creerle, en serio que si, pero seguía nervioso, ustedes entienden por qué, ya lo he dicho muchas veces, pero también porque su casa era bastante grande, y eso me generaba cierta ansiedad.

- Ya llegué!- Gritó ella sacándose sus zapatos e imite su acto.

- Cariño, te tardaste en llegar- Salió una mujer que sin duda alguna era la madre de Beol, eran calcadas! Santísimo cielo, de verdad eran iguales! Aunque claro, debe ser por el cabello.

- Traje compañía- Dijo ella mientras abrazaba a su madre y luego me apuntaba con la cabeza- Es Jungkook, un amigo.

- Gusto en conocerla, señora Choi- Reverencié con una sonrisa.

- El gusto es mío, cielo- Respondió mi sonrisa- Puedes tener la confianza de llámame Aurora.

- Está bien- Reí.

- Llegan justo a tiempo, recién terminé de preparar la cena, podrías ir a avisarle a tu padre y a tu tía, cariño?-Beol asintió y me indicó con la cabeza que la siguiera.

Pasamos por un una gran sala, con muebles y paredes color turquesa y naranjas además acompañados de un limpio blanco, todo se veía muy bien, seguramente, Beol y su familia se encargaban de que todo estuviera en orden y por supuesto que se veía impecable.

Seguí a Jibeol hasta llegar a una habitación que en verdad era como una oficina bastante sencilla y un sonriente hombre salió de ella.

- Jibeol, cómo te fue hoy en la escuela? Oh! Quién es él?- Preguntó sin deshacer su sonrisa.

- Es Jungkook, un amigo de la escuela- Le respondió- Mamá dijo que es hora comer.

-Iré en un segundo- La sonrisa de aquel hombre creo que no se iría nunca, de hecho al momento en que Beol dijo la palabra comida, se ensanchó aun más- Nos conoceremos mejor ahí, verdad, Jungkook?

- Sería un placer- Me guiñó un ojo señalándome amigablemente con su dedo índice y volvió a entrar a su oficina- Tus padres son muy simpáticos.

- Te lo dije- La sonrisa que había estado teniendo la pelirroja fue desapareciendo de a poco cuando nos encaminamos a otra habitación y comprendía a donde iba todo el asunto- Jungkook, si llegara a suceder algo incomodo en la cena, por favor discúlpame de ante mano.

Me detuve en seco, ella con una expresión preocupada se volteó frunciendo el ceño ante mi repentina acción.

- No tienes de disculparte de nada, Beol, culpa tuya no es, de acuerdo? No te aflijas por eso- Le sonreí, detestaba que por algo que no tenía culpa, su aura emocionada que tanto me costó conocer se fuera, no era justo para ella.

- Eres un chico muy bueno, Jungkook- Respondió a mi sonrisa- Pero aún así, no le respondas si alguna pregunta te incomoda, solo mírala feo- Reí en una carcajada, ella frunció el ceño- Oye, hablo en serio.

- Te recuerdo que yo me incómodo con cualquier persona que me hable, a si que es un poco difícil decirte que no lo haré.

Ella bufó son una media sonrisa, había entendido mi punto.

Contrarium Pariete •jjk•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora