Pieles Rojas

5.3K 760 52
                                    

Los chacales de mazmorra, conocidos por ser el fondo de la cadena alimenticia en sus hábitats, su pelaje rojo sangriento y por ser excelsos animales de ataque eran los preferidos por los Altos Orcos como animales de caza usualmente, siendo que una manada siempre acompaña a las bandas cazadoras y guerreras de esta especie.

Una vez fuera de la puerta el olor de la sangre llegó a sus fosas nasales volviéndose locos por el olor y empezando su cacería mientras sus maestros les seguían en busca de una buena presa siendo que el rencor por alguien era aún mayor a pesar de no saber su apariencia, gracias a que los residuos del enorme poder de los ya muertos Monarcas era lo justo para abrir un limitado, aunque peligroso número de puertas y su deseo de venganza en los remanentes de sus ejércitos era grande.

Siguiendo a sus sabuesos encontraron rastros de sangre en zonas cada vez más abiertas pero para el desconocimiento de los Altos Orcos ya habían sido detectados y la verdadera masacre estaba por comenzar.

Todos los estudiantes y profesores se habían retirado a una zona segura y pero cuando Yaoyorozu llegó todos estuvieron sorprendidos gracias a no solo sus heridas si no a quien los acompañaba y lo mismo se repitió cuando el grupo más grande estaba escoltado por cuatro soldados de sombra y además un oso de gran tamaño el cual tenía en sus mandíbulas a Moonfish, siendo que los profesores aunque heridos y exhaustos entraron en guardia para defender a sus alumnos una vez más, pero simplemente se fueron rumbo al escondite de Kota donde su Monarca los esperaba.

- ¿Cuál es su relación con Las Sombras? - El tono de Aizawa era enojo puro con sus alumnos, a pesar de que Midoriya le había comentado algo sobre ellos no creyó que fuera real hasta ese momento.

Momo con miedo alzó la mano para responder.

- Cuando empezábamos a estudiar en la UA Toru Hagakure, Kyoka Jiro, Mina Ashido y yo, Momo Yaoyorozu salimos a una cafetería y rumbo al lugar encontramos a alguien a quien Toru decidió espiar debido a su comportamiento y cuando pudimos verlo estaba a amenazando a alguien en un idioma desconocido, luego ante un comentario la persona que estaba vestida de negro sacó una daga de la nada para acabar con la vida de quien estaba amenazando y luego habló en otro idioma mientras arrojaba esa misma daga hacía el refrigerador desde el cual observábamos, solo recuerdo que era alto y bastante delgado pero no vi muy bien su cara.

- Ahora que lo mencionas... tuvimos un encuentro con alguien bastante similar, el día del ataque a Hosu mientras Iida, Todoroki y yo nos enfrentábamos a Stain cuando alguien interrumpió, tenía un aura muy espesa y nos costaba respirar y luego desapareció de nuestra vista, lo último que vimos fue el cuerpo de Stain y un golpe en nuestros cuellos.

Mientras todos procesaban la información, los ladridos se empezaban a escuchar cerca, eran muy graves por lo que era un animal de gran tamaño y Aizawa volvió a dar órdenes.

- Koda, intenta calmarlos el resto prepárense.

Koda intentó hacerlo desde antes de que lo ordenara pero el primer chacal se abalanzó sobre Aizawa, ignorando los llamados del tímido chico pero un nuevo caballero salió, esta vez de la sombra de Iida, la lanza del soldado perforó el pecho del animal el cual cayó muerto de inmediato, y en los arbustos cercanos brillantes ojos rojos aparecían mientras otros de aún más brillo aparecían a la altura de varias ramas bajas de los árboles.

Poco a poco los animales de presa empezaban a salir poco a poco mientras mostraban sus dentaduras y salivaban a mares.

- "Mi señor, me enfrento a chacales de mazmorra puede que sea similar a aquella mazmorra, los niños están heridos y están en riesgo."

Una vez lo que restaba de la manada salió sus maestros les siguieron, con más de dos metros de altura, una piel rojo brillante que recordaba a la sangre junto a un incontable número de tatuajes de color blanco sobre su cuerpo y una dentadura, los Altos Orcos aparecían.

Un Monarca entre héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora