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05- Palabras calladas

ELIA

Observar la naturaleza es algo fascinante, los diferentes tonos de verde que se movían con el viento pasando bajo la luz, volviéndose más brillantes. Los colores en la naturaleza siempre fascinante. Namjoon se había quitado su gorro y lo estrujaba entre sus manos de forma repetida. Sus ojos marrones pasaban de un lado al otro. Quería hablar era obvio. No estoy segura del tiempo que estuvimos en silencio, no comprendo la medida del tiempo muy bien. Una hora o un minuto pueden parecer tan cortos como largos según el momento que estés viviendo.

Los días después de la muerte de mi hermana parecían meses, y el día de su cumpleaños se sintió como una eternidad. Nadie sabía que hacer, mi madre aún no estaba bien como para mencionarle la fecha o proponerle hacer lago. Sin embargo, fue ella quien se apareció en mi habitación. Mi madre que siempre era pulcra, elegante y grácil parecía otra persona. Su cabello mal peinado, en bata y con pijama, descalza.

─ ¿Mamá? ─ me levante alejándome del escritorio ─ ¿Necesitas algo?

─ Tienes que hacerlo tu mi querida Elia. ─ tomo mis hombros y con una sonrisa amarga añadió─ No quería que fueses tú. Luisa y tú fueron tan diferentes desde el inicio...

─ Mamá, deberías acostarte. ─ interrumpí con preocupación.

─ Entiendes Elia lo que significa la muerte de tu hermana. ─ asentí. Me abrazo sobándome la espalda y entre sollozos repitió. ─ No quería que fueses tú, mi pequeñita.

─ Está bien mamá, yo puedo hacerlo. ─ se alejó, pero aún estaba entre sus brazos. Acaricio mi mejilla, deposito un beso en mi frente. Y susurrándome un "lo siento hija" salió de mi habitación. Debí dejarme llevar por el dolor de mi madre ese día. Si hubiese tenido toda la información sobre lo que implicaba ser Luisa, seguramente, hubiese dicho que no. Para cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde.

─ ¿Elia me estas escuchando?

─ ¿Por qué te gustó? – Me sorprendió más a mí que a Namjoon la pregunta. Salió sin previo aviso ─ Ósea, mírate. ─ lo señale de arriba hacia abajo con mi mano─ Eres la persona que más tranquila alrededor de la naturaleza, te encanta salir a caminar, llenarte de lodo... Incluso una vez lo probaste para cerrar tu teoría de que si se ve como chocolate debe saber igual. O cuando lloraste porque no te dejaron ser parte de los boy scout.

─ No me gusto ─ observarlo con asombro se estaba volviendo demasiado común─ les gustaba a mis padres. Y mientras más tiempo pasaba con ella, más me dejaban tranquilo.

─ Entiendo lo de tus padres, pero vamos, Namjoon era obvio que te gustaba. ─ lo veo negar ─ ¿Ni un poco?

─ Al principio me parecía una chica bastante interesante. Me preguntaba, ¿cómo es que es tan buen su relación con sus padres? -me miro- Se reúnen cada semana para comer o hacer cualquier otra cosa. ─suspira─ Era agradable sabes.

─ Debió serlo. ─ le respondo con sinceridad. ─ Creo que fueron los celos lo que sacaron su peor parte.

─ No, ─dijo casi al instante─ ella siempre ha sido así. Y cuando me enteré de las cosas que hacía a mi espalda... casi enloquecí. ─lo volví a mirar con mucha curiosidad─ Le contaba todo a mi madre, y cuando digo todo, es todo.

─ Oh. ─ fue lo único que pude articular. No me quería imaginar a sus padres escuchando los detalles de la relación de su hijo. No parecía coherente que Susan les dijera todo. Aunque, ¿les diría todo? Incluso si ellos... Detuve el camino de mis pensamientos─ Básicamente, te gustaron sus padres. ─ comente medio a broma medio enserio.

─ Son agradables, mientras su hija este feliz y saludable no le obligan a hacer cosas que no desea. ─ espere a que añadiera "como a nosotros", no lo hizo. ─ De verdad lo siento por todo lo que hice a su favor sin pensar en cómo te podía llegar a dañar. Susan perdía el sentido cuando se trataba de ti, cría que lejos de mi estarías más segura. Tuve que rogarle a Tae que me dijera como estabas, fue muy difícil. Estaba furioso conmigo.