13- R U mine? ( ¿Eres mío?)

327 56 15
                                    

Me quede mirándolo atónita nuevamente. ¿Me estaban engañando mis sentidos? ¿Acaso estaba escuchando alucinaciones auditivas o algo así? No cabía en mi la posibilidad de que Namjoon dijera algo así, jamás pensé que diría algo así. Mientras yo seguí dándole vueltas a los mismos pensamientos, él se alejó unos pasos dándome la espalda.

─ ¿Qué? ─ Bajo de la mesa, pero no me acero─ ¿Qué significa eso? ¿esto? ─ señalo con mi mano en su dirección y en la mía. Aunque claramente no lo puede ver.

─ ¿No es obvio? ─ se gira. ─ Me gustas. ─ guarda silencio─ No. ─Sonríe─ Te quiero.

─ ¿Tú qué?

─ Elia, te quiero. No sé cuando empezó tampoco sé por qué. ─paso su mano despeinando su cabello─ No siempre fue así, estoy seguro de eso, pero un día solo comencé a sospecharlo. La forma en la que pensaba de ti, o como me comía la cabeza viéndote con Tae... ─suspira─ Eso no era normal.

─ Entiendo, pero... ¿Qué buscas con esto? Hace menos de un mes que terminaste con tu novia. ¿Qué quieres de... mi exactamente? ─termine por decir sintiendo el miedo. Hace unos instantes dijo que quería todo, pero ¿qué significa eso? Porque si, yo también quiero todo de él, pero también se que me gustaría poder llamarlo mi amor. ¿Su todo va en mi misma dirección?

─ ¿Quieres hablar de Susan después de nuestro primer beso? ─asiento─ Claro, que sí. Siempre te gusta hablar de todo. Pero con total sinceridad, no me importa. Ni ella ni las otras personas, ya no les debo nada. ─vuelve a acercarse─ Yo quiero estar contigo, si tú quieres.

─ También quiero estar contigo, pero... ─ me da un pequeño toquecito en la nariz.

─ Lo demás no importa. ─posa sus brazos sobre mis hombros─ No tienes idea de lo difícil que fue llegar a este punto. Llevo todos estos días intentando leerte, tratando de percibir tus reacciones. Incluso llegue a pensar que tú no sientes nada más por mí. Y decidí tomar una decisión. Al final te invité de forma precipitada a venir aquí. Porque quise besarte ─ deposita un rápido beso en mi boca─ tantas veces Elia. No tienes idea, ¿no lo notaste? Ni siquiera podía quitarte las manos de encima en la inauguración. ─ sonríe ─ En cada momento me veía metiéndolas en los bolsillos, ¿qué derecho tenía para poder tocarte?

─ Pero me tocaste. En la galería cuando bailamos y antes, con los zapatos...

─Si, con tu permiso. ─levanto mi mentón─ Pero no como deseo hacerlo. ─ríe bajando la cabeza ─ Mira lo que me haces decir Elia. Estoy totalmente perdido, ya nadie puede salvarme de este sentimiento. Pero...

─ ¿Pero? ─levanta la cabeza.

─ ¿Qué sientes tú por mí? ─al quitar sus brazos de mis hombros sus manos se deslizan hasta las mías. ─ Me gustaría escucharte decirlo. Porque no quiero asumir que es así por un beso.

─ Te quiero. ─dije con rapidez─ Más de lo que he querido a alguien en mi vida. Eres la única persona a la que siempre he querido. Te quiero como amigo ─hace una mueca─ y te quiero como hombre. Aunque a diferencia de ti, yo si se cuando empezó. ─me recorre un escalofrió con el viento que entro por la puerta abierta.

─ Ven, hablemos dentro. ─ suelta una de mis manos y se dirige hacia la casa. ─ No pensé que haría frio tan pronto.

Entramos en la casa cerrando la puerta tras nosotros. Pero no nos quedamos en la sala, subimos las escaleras y entramos en la tercera puerta. La primera puerta que se ve al subir es la del baño, la siguiente a la derecha es el cuarto más grande, el de su tía. Y, por último, entramos al que ahora parece ser su propia habitación. Esta es pequeña, con una cama doble junto a la pared opuesta a la puerta, una pequeña mesita de noche, una cómoda con varios cajones. Pero lo que más me llama la atención son los libros apilados en el suelo junto a un pequeño sofá en una esquina de la habitación.

Let us love usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora