19. I wanna be yours

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Cuando desperté, la luz del sol tocaba la cama aumentando el calor bajo las mantas, pero no era eso lo que tiene me hace sentir tanto calor. Y no pude evitar sonreír al sentir su brazo en mi cintura, el calor de su cuerpo pegado al mío, su respiración acariciando la piel de mi cuello. Habíamos compartido la cama con anterioridad, pero jamás así, nunca nuestros cuerpos estuvieron tan juntos. Sentía como mis piernas están acopladas a las suyas, como dos partes de una pieza. No quería moverme, no quería romper la calidad de este momento- La sensación de seguridad que me da estar entre sus brazos, sintiendo su cuerpo junto a mí, es como si todos los meses en los que tuve que sobrevivir no existieran, esos momentos no podían tocarme ahora. Volvía a tener mi refugio del mundo, te volvía a tener conmigo y eso, siempre, es más que suficiente para mantener en calma mi revoltosa mente.

─Me encanta como se siente tu cuerpo tan cerca del mío. ─ Susurró y su voz es más ronca de lo normal. Su brazo apretó más mi cuerpo contra le suyo y yo sentí como mi corazón se aceleraba cuando mi cuerpo tocó partes del suyo que nunca había sentido.

─ ¿De verdad? ─susurre─ ¿Desde cuándo?

─Desde siempre, pero hora puedes escucharlo. ─su aliento toco mi cuello provocando un escalofrió que recorrió mi cuerpo en un segundo. ─Dejó de ser algo que tenía que ocultar.

─No habíamos estado tan cerca antes.

─No, aún no estamos lo suficientemente cerca. ─ Dijo mientras apretaba más mi cuerpo al suyo─ Aún no me sientes por completo, ¿o sí? ─ Negué─ Lo harás. ─Sus labios se posaron suavemente sobre mi cuello, contuve el aliento y deseé que hubiese una forma en la que pudiera grabar la suavidad de sus labios sobre mi cuello, el cosquilleo de sus besos sobre mi piel. Podía sentir como nuestras respiraciones se aceleraban, su pecho contra mi espalda, sus labios en mi cuello y sus manos moviéndose lentamente debajo de mi camiseta. Cerré los ojos sintiendo como acariciaba mi abdomen, deslizando la yema de sus dedos por mi pie encendiéndola. Soy completamente consciente de cada pequeña caricia, de como sus labios recorren la curva de mi cuello, nuestros cuerpos juntos, apretados bajo el calor de las sabanas y el sol.

Moví mi mano hacía atrás hundiéndola en su cabello, estaba segura de que dejaría una marca en mi cuello por como sus labios seguían posados sobre mí. La idea de que otros supieran que él era quien dejo esa marca en mi cuerpo me hizo ruborizar, y, al mismo tiempo, quería que la marca que sus besos dejasen en mi piel fuese un secreto entre nosotros. Un secreto mío, uno que no sabía que deseaba tener. Me acosté sobre mi espalda, rompiendo el contacto de sus labios con mi cuello, mis manos tomaron su rostro conectando nuestros labios en un beso intenso. Movió una de sus piernas entre las mías separándolas, sus manos a cada lado de mi cuerpo. Apoyándose en los codos para sujetar el peso de su cuerpo sobre el mío, algo que no era necesario pues deseaba sentirlo, en todas partes, todo él.

Mis manos dejaron su rostro, navegando en su cuerpo, con lentitud, hasta tomar el borde de su camiseta y levantara, fue algo complicado porque nos negábamos a dejar de besarnos, pero después unas risitas la camiseta estaba fuera de su cuerpo. A los pocos segundos le seguido mi camiseta. Mis manos recorrieron su pecho, hombros, abdomen... Cada parte que podía tocar lo hacía, parecía haber perdido por completo la vergüenza y ser consumida por un deseo inmenso por sentir cada centímetro de su piel bajo mis manos.

─ ¿Crees que podríamos ser silenciosos? ─ sus labios rozaron con los míos con cada palabra que sale de su bica─ No quisiera que tu abuela escuchará lo bien que te haré sentir.

─ ¡Namjoon! ─ Dije abrumada por sus palabras, pero el solo sonrió y volvió a besarme por un largo rato hasta que tuve que romper el beso a causa del poco aire en mis pulmones.

Let us love usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora