06- No todos los caminos llevan a Roma

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ELIA

¿Por qué pensé que sería más fácil bajar que subir? Debo concentrarme totalmente en bajar esta colina sin terminar en el hospital, pero no lograba poner toda mi concentración en el descenso. Sabía que tener nombres importantes te da acceso a muchas cosas, pero no pensé que Nam usaría el suyo para ayudarme. Yo usaría el mío para ayudarlo sin pensarlo. Tal vez esa sensación de inseguridad viene por todos los meses en los que creí que nuestra amistad había terminado. Que ahora no éramos más que unos conocidos.

─ ¡Oh! ─ puse mi mano en el suelo para mantener el equilibrio. Ni siquiera quería ver mis zapatos.

─ ¿Todo bien? ─ pregunto conteniendo la risa.

─ ¿Por qué te ríes? ─ lo miró─ Pude caerme todo eso ─ señalé con mi mano en la dirección donde estaba mi pie segundo antes.

─ Parecías un ninja o una espía con la mano y tu pie estirado. ─sonríe─ De hecho, ha sido tu caída más cool.

─ Cállate.

Pase delante de él, de verdad quería estar en suelo recto donde mis probabilidades de lastimarme no fuesen así de grandes como ahora mismo. También es cierto, que lo que tenía a un lado no era un barranco ni nada parecido, pero probar la suerte no es lo mío.

─ Oye, oye... Elia, debes ir más despacio por más que quieras llegar rápido. ─lo ignore por completo─ De verdad se veía muy cool, como si lo hubieses hecho a propósito. – seguí el camino sin decir nada ─ ¡ELIA!

Cuando dije que el tiempo tiene su propia forma de sentirme, este era el claro ejemplo de eso. No sé si su grito o mi pie resbalándose fue lo primero que note. Quise poner mi mano en el suelo nuevamente, lo que conseguí es doblarme la mano. Me di la vuelta o fue el brazo de Namjoon levantándome. Por unos instantes nos miramos a los ojos y podía asegurar que la adrenalina era lo principal. Poco duro esto, ahora fue Namjoon quien perdió el equilibrio. No rodamos, pero sentí como mi espalda chocaba con el tronco de un árbol y el cuerpo de Namjoon me golpeo en segundos. Por momentos perdí el aire y todo se veía borroso. Escuchaba a Namjoon quejarse y decir mi nombre, sin que le pudiese contestar. Mi cabeza cayo en su pecho.

─ Estoy bien, estoy bien ─ repetí─ solo un momento.

Cuando todo volvía a su sitio en el mundo, toque su hombro para decirle que debíamos salir de aquí. Desde la mañana pienso que terminará lloviendo y esperaba no estar en medio del bosque o bajando. Subió al sendero por donde estábamos caminando, sujetando mi mano. Su mano estaba roja como la mía, solo que yo tenía lodo y él algún raspón. Al menos no me la había roto. Esperaba que comenzara a regañarme por no escucharle cuando me dijo que caminará más despacio. No lo hizo hasta que estuvimos frente al coche.

─ Te dije que fueras más despacio. ─hablo finalmente─ Y te empeñaste a ignorarme. ¿Por qué no podías solo escucharme? Siempre haciendo las cosas sin escuchar antes. ─continuo─ No me estaba burlando de ti como para que te enojaras. Solo te dije lo que vi y mira ─levanta nuestras manos juntas─ Te lastimaste.

─ Nos. ─corrijo y recibo una mirada retadora─ Lo siento.

─ Tengo un botiquín, al menos debemos limpiarnos los raspones. ─mire mis manos. Nada grave, suelta mi mano y camina al coche.

La espalda me comenzó a arder, seguro tenía un rasguño considerable. Mientras no fuese nada roto, estaba perfecta con eso. No podía lastimarme ahora con todo lo que tengo que pagar. Camine en su dirección y en efecto, tenía un botiquín. Saco el algodón, alcohol, agua oxigenada entre otras cosas. Primero me paso una pequeñas botella agua para lavarme las manos. El hizo lo mismo y luego me tendió un algodón mojado con alcohol para que pudiera limpiarme las manos tal y como lo estaba haciendo él. Me estaba limpiando de forma muy meticulosa solo para evitar su mirada.

Let us love usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora