9. El Sueño

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Llegaron y se fueron cinco días con sus noches, y Estefanía todavía no podía explicarse cómo había llegado a aquel lugar, lo único que recordaba era que estaba celebrando su 17° cumpleaños a lado de su madre, que había salido para comprar dos botellas de Coca Cola, que un estúpido malcriado le había robado su dinero y que lo persiguió hasta que llegaron a las afueras de su ciudad, y ahí en un edificio alto perdió el conocimiento. Estaba preocupada por su madre…lo más probable es que, en estos momentos se estuviera preguntando dónde demonios está su hija y seguramente habría llamado a la policía, y se dedicarían todo el día y la noche a buscarla…y no tebdrían resultados.

¡Si tan sólo se hubeira llevado su teléfono celular! ¡le podría avisar que había llegado hasta ahí…y…! Sus pensamiento llegaron al final de la espiral. No sabía cómo había llegado ahí ni qupe era ese lugar, aunque por la conversación sabía que se llamaba Hyrule o algo así, pero no sabía más. Salió de la cabaña para contemplar una puesta más de sol. Y pudo ver lo diferentes que eran los ocasos, se podían ver los cielos tan nítidamente porque no había contaminación!

El lugar no era desagradable y había un aire de nostalgia flotando siempre…era como si, en sus sueños, hubiera visto ya aquellos cielos, aquellas caras, como si en otra vida hubiese oído esas voces y esa lengua y esas historias antiguas…

-Ori! Seth! Ayúdenme a colgar la ropa-oyó decir a Windell.

Estefanía se levantó de la cama y quizo ayudar también…pero cuando vi´a Windell colgar las ropas, había algo queno estaba del todo bien…

Vio que entonces, en el cielo, una oleada de nubes negras se aporximaba a una velocidad terrible…pero no eran nubes comunes, parecían sombras de demonios aproximándose desde la playa hasta ahí.

Comenzó a sentir algo en su interior que no la dejaba respirar, su corazón comenzó a agitarse y fue entonces, cuando vio un rayo zurcar los cielos como si una tormentafuera a comenzar.

-Niños! Métanse rápido a la casa! Va a llover!!-les indicó Windell a los pequeños que se encontraban ya saliendo para ayudarla. Windell se apresuró lo más que pudo para meter la ropa mojada en un canasto e ingresar a la casa, pero justo cuando estaba tomando la última de las prendas Estefanía oyó una risa que hacía resonar todas las rocas y hacía temblar el suelo…y pronunciaba constantemente la palabra: “Lea!” “Lea!!”

Estefanía sabía que la voz provenía de la nube de sombras que ya estaba justo arriba de sus cabezas, y sabía también que buscaba a alguien…

Justo entonces la nube comenzó a descender sobre el suelo y vió como criaturas con horribles cabezas de animales muertos y descarnados pisaron el suelo, y uno de ellos, el más alto tomó a Windell por el cuello estrujándolo y estrángulándola con sólo una mano y sin mucho esfuerzo.

-¡¡¡¡Windell!!!!-gritó Estefanía y corrió instintivamente hacia ella…

Notó también que ya muchos demonios y sombras habían tomado en su poder a los niños y otros tantos venían por ella…

-Lea…Lea…Lea….-decían en una voz de ultratumba.

Una de esas cosas tenía la cabeza, el cuerpo y el tamaño de un oso y just cuando se acercaba a Windell se abalanzó sobre ella y la tomó el cuello también…AAsí pudo sentir que la zarpa del oso no sólo la ahorcaba sin que le quemaba la garganta…la asfixiaba y la hería al mismo tiempo. Nunca había sentido un dolor como ese.

Antes de sentir que perdía el conocimiento, el osó bramó:

-Lea!!! Te hemos encontrado!!!

¿Quién diablo era Lea?

Justo antes de morir asfixiada Estefanía sintió un calor profundo en su mano derecha y como de la nada, algo metálico y frío tocaba su mano, ella cerró el puño en torno al metal y se dio cuenta de que era una espada…reunió todas sus fuerzas y la clavó en el pecho del gran oso muerto. A los pocos segundos, la zarpa del oso la soltó y entonces fue a ayudar a Windell y a los niños, pero los monstruos muertos eran demasiados y ella sóla no podía contra todos, parecía que entre más eliminaba con la espada, más mosntruos caían de la nube…pero al fin, su número disminuyó.

Por desgracia, cuando los niños y Windell fueron liberados ya era demasiado tarde, ninguno respiraba.

-Windell!!!!, gritó Estefanía.-WINDELLIII!!!!!!!!!!!.-la tomó por los hombres y la agitaba desesperadamente.

-¡¡Aquí estoy mi niña aquí estoy!!.-dijó una voz borrosa.

Estefanía avió los ojos y se dio cuenta de que estaba acostada en la cama de la cabaña y Windell la tenía agarrada por la espalda. Había sido sólo un sueño y ella…había pronunciado el nombre de Windell en hyliano mientras dormía…y quién sabe qué más.

-Has estado teniendo pesadillas mi niña, ¡y hablaste entre sueños!.-dijo Windell

Aún podía sentir el frío metálico en su mano derecha y el calor en el dorso que tan pronto como despertó se fueron yendo rápidamente.

-Sí, como sospechaba, tenemos que hablar con la reina.-dijo una extraña y dominante voz femenina al otro lado del recinto.´

-Pero mi señora, ¿usted cree que tenga la fuerza para…?.-preguntó Windell a la extraña.

-Me la llevaré de inmediato. Empaca sus cosas..-ordenó la voz.

-Sí señora.

La Leyenda de Lea I: El Espíritu del CorajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora