1. El Nacimiento de Lea

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Se ha escrito en los anales del tiempo, y así los grandes sabios la han contado por generaciones la grande gesta de tres diosas Din Farore y Nayru se reunieron para crear al mundo, y uniendo sus poderes, se fueron después de crear la fuerza de las fuerzas, aquella joya que al poseerla podría conceder cualquier deseo, si eres una persona de buen corazón el mundo se llenará de bienestar y la bondad de tu corazón iluminará el mundo, pero si eres una persona con malos sentimientos el mundo se llenará de oscuras sombras y habrá años de hambruna y miseria...este mundo del que te hablo es la tierra de Hyrule.*

Dicen que cada 100 años nace un héroe llamado Link, de cabellos brillantes como oro, y dos ojos azules zafiro, que viene a restablecer la paz a Hyrule con la espada maestra.

Miles y miles de años han pasado desde la primera vez que aquel Héroe, el primer Héroe del tiempo (pues así le decían) atravesaba con su caballo las llanuras de los campos de Hyrule, Generaciones de héroes han pasado para luchar contra su mayor enemigo: Gareth, quien a pesar de ser derrotado siempre resurgía para vengarse.

Pero un día, miles de años después, las diosas Din, Farore y Nayru decidieron reunirse en un consejo. Y tras días de discusión decidieron que justo cuando la luna cubriera el sol nacería un héroe nuevamente para derrotar el mal que se avecinaba, pues presentían que el enemigo encarnaría de nuevo para establecer un reino de terror.

Las diosas decidieron que el nuevo Héroe del tiempo debía de ser no solamente valiente, sino intuitivo para sospechar el peligro, sensible para comprender el dolor ajeno y combatir su fuente, debía tener una mente tan poderosa, que pudiera atender muchas cosas a la vez y en todas triunfar, su cuerpo debía estar diseñado para luchar y nunca cansarse, soportar cantidades de dolor inagotables, sus piernas y brazos debían estar siempre activos al igual que su mente, pero sobre todo tener un corazón noble sediento de justicia.

Después de aceptar todas estas nuevas características las diosas pensaron que ningún hombre que habitaba o había habitado en la tierra hasta entonces había contado con tal grado de perfección ni de sagacidad, sin embargo, observaron que la gran mayoría de estas características las tendría tan sólo en potencia un solo ser en la tierra: una mujer.

Las diosas se espantaron de tal pensamiento y discutieron nuevamente en el consejo, pensando que una mujer es demasiado débil para pelear.

Pero Nayru, creadora y sabedora de los secretos del alma humana, se elevó y les habló así:

"Excelentes hermanas mías, mucha ha pasado desde que el ultimo de los héroes ha cruzado las tierras de Hyrule y es verdad, todos los peligros ue se le han presentado los ha vencido y con glorias, sin embargo, la mujer, espíritu noble y puro noha tenido la oportunidad de encarnar en el horoe del tiempo, y también es cierto que muchas son las mujeres que han hecho de la vida de nuestros héroes más fácil y mejor, ¿Qué me dicen de la sabia Zelda? O de muchas otras sabias que han ayudado al héroe en su camino? El tiempo ha llegado para que esta heroína se abra paso entre el enemigo para probar su valentía.

Pero Din, diosa de temperamento ardiente e impositivo, les hablo así:

"Hermana Nayru, son ciertas tus palabras, nosotras mismas somos féminas y tenemos virtudes, al igual que todas aquellas exelsas mujeres que has mencionado. Son todas ejemplares, pero por desgracia lso hombres son en fuerza más aventajados que nosotras y hasta ahora han probado su valor y bien han funcionado contra el mal. Hemos presentido ya que esta muy cerca la encarnacion del mal y que no tardara en acaecer sobre nosotros y los habitantes del mundo, ¿Por qué jugar ahora con el destino y mandar con ánimo de prueba una mujer?

Pero Farore quien se encontraba muy atenta aunque silenciosa, se elevó graciosamente y pidió la palabra también:

"Yo hermanas, he creado la vida para este mundo, le he dado el soplo divino a cada criatura que aquí ven y las que les anteceden y las que están por venir. De mi procede el impulso del valor y del coraje y por lo tanto soy el origen de las grandes hazañas. Yo he creado a cada ser con igual amor e igual virtud. Tanto macho, como hembra, tanto hombre como mujer, y puesto que cada uno ha sido creado con la misma intención ambos deben tener igual oportunidad para desarrollarse en sus capacidades.

La Leyenda de Lea I: El Espíritu del CorajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora