Capítulo 19 - Buenas noches, Izuku

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Este era su primer beso después de dos años, y Venom no pudo resistir regresarle el beso. Shoto se alejó, y miró a Venom.

-Por favor detén esto, Izuku. -Shoto le llamó a por su nombre por primera vez, haciendo que el estómago de Venom se llenara de mariposas. Pero este ya no era Venom. Era Izuku Midoriya. Volvió, y esta vez, planeaba quedarse. -Por favor, no te puedo ver así, me duele, y me rompe el corazón. Por favor para. Te amo, y te quiero ver feliz, y no así. Te amo Izuku, y no a Green Venom. Te amo a ti. No te quiero ver lastimando a gente inocente. Te quiero ver en nuestra futura casa, o en nuestra boda, tal vez. -Shoto sonrió levemente, e Izuku simplemente lo miraba con lágrimas en sus ojos. Se sentía muy débil para hablar.

Ahora, el efecto de Aizawa había desaparecido, pero él sabía que no importaba, Izuku no iba a mover un músculo ahora. 

Izuku escuchó pasos, y miró detrás de sus maestros, para ver a Ari.

-Hola primito. -Ari se agachó a la altura de Izuku. A la vista de su prima, Izuku no se enojó como siempre lo hacía. Al contrario, se sentía aliviada de verla.

-Sabes que te voy a aceptar como villano, héroe, o lo que quieras. Solo asegúrate de aceptarte a ti mismo. -Las palabras Ari se repitieron en la cabeza de Izuku. Iida se paró y habló.

-Izuku... Mira a tu alrededor. -Izuku no quería, pero miró a su derecha, y se encontró con Mina, quien estaba respirando pesadamente, agarrándose de su pierna sangrienta. Pero esta vez, no vió un enemigo, vio a una vieja amiga que estaba lastimada. Lastimada por él. Junto a ella, estaba Sero, quien seguía mirando hacia abajo, con los ojos entrecerrados, a los cuales se les había ido la luz. Miró atrás de él, y se encontró con Uraraka, quien estaba inconciente. Una que estaba enamorada de él. Una amiga de él. Izuku no lo pudo evitar, y empezó a llorar. Sus lágrimas caían como un río, mientras sus sollozos rebotaban por el pasillo. Shoto lo abrazó fuertemente, mientras Izuku agarraba su camisa, y lloraba en su hombro.

De repente, Izuku escuchó un sonido crepitante. Miró detrás de él, y a lo lejos del lergo pasillo, el fuego se aproximaba. La gente de afuera empezaba a entrar en pánico.


-¿Qué rayos? Le disparamos dos veces, ¿Y aún así puso la escuela en llamas? -Uno de lo franco tiradores miró a su compañero, quien habló. 

-Le voy a disparar de nuevo. -Agarró su rifle, y le apuntó a Izuku, quien estaba sacudiendo a Shoto por los hombros. -Y esta vez lo voy a acabar.


-Todoroki-kun, por favor, ¡Te tienes que salir! ¡La escuela se está quemando! -Izuku miraba a Shoto con desesperación. -No me puedo mover bien, solo los voy a retrasar ¡Por favor, sal!

-¡No! ¡No te voy a dejar, justo cuando te acaba de recuperar! -Shoto gritó sobre el rugido del fuego, pero Izuku siguió insistiendo.

-Todoroki-kun, por favo–

Los ojos de Shoto se abrieron de par en par, cuando vio a Izuku caer al suelo. Como si el sonido llegara con retraso, el disparo resonó en la habitación. Izuku se tumbó en el suelo. La sangre le salía incontrolablemente del cuello. Shoto entró en pánico y le presionó la herida, mientras Izuku escuchaba gritos como si estuvieran muy lejos.

-¡EY! ¡LES DIJE QUE NO DISPARARAN!

-DIOS MÍO, ¡IZUKU!

-¡ALGUIEN LLAME A UNA AMBULANCIA!

Las voces llenaron la habitación, pero Izuku miró al techo que estaba lleno de tonos y sombras naranjas debido al fuego. Siguió mirando al techo hasta que el rostro de Shoto apareció en su visión. Pudo ver que estaba abriendo la boca. Casi gritando. Pero no escuchó nada. Solo escuchó un tono agudo. No fue abrumador. Fue tranquilizador. Todo el ambiente estaba calmado. No sintió dolor. No sintió tristeza. Simplemente se sintió... Tranquilo. Volvió a mirar a Shoto, que seguía gritando, mientras sus lágrimas caían sobre las mejillas de Izuku. No le gustaba ver a Shoto así. -No llores. -Trató de hablar, pero no salieron palabras de su boca, así que solo levantó la mano y la colocó en la mejilla de Shoto, frotando su cicatriz suavemente con su pulgar. Ante esto, Shoto dejó de gritar, miró a Izuku sorprendido, mientras las lágrimas rodaban por su rostro.

La mano de Izuku cayó y los ojos de Shoto se abrieron de par en par. Todo su cuerpo cayó sobre los brazos de Shoto, pero Izuku no se sintió así. Al contrario, sintió como si estuviera flotando.

Izuku no necesitaba cuestionarlo. Sabía que se estaba muriendo. Pero, ¿Por qué era tan pacífico? ¿Y por qué se lo merecía? ¿Un asesino como él pudo recibir una muerte tan tranquila? Izuku estaba demasiado cansado para cuestionarlo. Abrió los ojos por última vez, pero se sorprendió por lo que encontró. Vio a su mamá sentada a su lado. Estaba acostado en lo que parecía una cama. Inko se inclinó hacia Izuku, dejando un tierno beso en su frente, antes de arroparlo con una cálida manta. La manta estaba tan caliente, era casi como... Fuego. Izuku supuso que fuera de su sueño, sus compañeros y profesores lo dejaron, y el fuego ahora lo estaba atrapando.

La manta era increíblemente cálida, pero no era incómoda, ni dolorosa. Inko miró a Izuku por última vez, antes de hablar.

-Buenas noches, Izuku...


a- *llora a la chingada bien pinches fuerte*

ey pero cálmense, aún no se acaba esto >:)

Green Venom - Deku VillanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora