70 Días para casarse, ¿Amor o por dinero?

¿Amorío?, Seguro 1/2

Pareja: KokushiboxKaigaku

La historia comienza cuando Uzui se encuentra con Zenitsu por segunda vez.

Kaigaku se encontraba en la sala de estar, estaba perdido en sus pensamientos, lo que sentía por el rubio ya no se lo quería guardar, ¿pero cómo?, ¿cómo se lo iba a decir tan fácil?. Si no se daba prisa ese jirafón se lo iba arrebatar tan fácil y tan rápido. Tomo el valor, camino a dirección al cuarto de éste y abrió la puerta de la recamara del menor sin previo aviso; lo bueno es que Zenitsu se encontraba despierto mirando su celular.

Kaigaku: Z-zenitsu, tenemos que hablar. Pero antes que nada, quiero que me jures que pase lo que pase estaremos juntos aunque tu me rechaces, no quiero que por mi culpa mi relación contigo de hermanos y de amigos termine. -Tomo asiento en un pequeño sillón que estaba a lado de la ventana.-

Zenitsu se sorprendió por las palabras del contrario, era tan obvio de la forma en la que la dijo que no pudo evitar sonrojarse.

Zenitsu: No lo digas, es tan obvio y claro en la forma en la que la dijiste. Esta bien, tomare más precaución, llevare una navaja a todos lados cuando salga del departamento, con eso me defenderé del titan colosal. -Dicho esto, se volvió acorrucar en la cama mientras subía más la cobija con la cual se tapaba.-

Kaigaku: ¿Ah?, no cállate idiota, yo no hablo de ese jirafón, yo hablo de nosotros dos. ¡ESTOY ENAMORADO DE TI!, ya no puedo con estos sentimientos, cada día que pasábamos juntos pensaba que lo que sentía por ti era amor de hermandad, pero... en un cerrar de ojos, me di cuenta que era enamoramiento. No pido que tú me ames más que hermanos, pero por favor, dame tan sólo una oportunidad, para demostrarte que realmente te amo. -Se acerco a la cara del rubio, acariciándolo suavemente con sus manos que la rodeaban delicadamente.-

Zenitsu se asusto de su agarre, de seguro lo que le estaba pasando era un buen sueño, si era eso, ya no quería despertar jamás. 

Zenitsu: L-lo siento Kaigaku, pero tú a mi no me gustas... Perdóname, solo te he visto como hermanos en toda nuestra vida juntos, aunque no lo somos de sangre yo sólo te veo así. -Agacho la mirada para no volverse a topar con los ojos verdes del contrario.-

Kaigaku, sintió que su dignidad la había echado en el bote de basura, sintió un golpe en los bajos, quería salir corriendo de allí con la poca dignidad que tenía. Se aparto del rubio y se incorporo de manera tranquila, un "esta bien" quería soltar para no demostrar decepción, pero sus labios, sus cuerdas vocales no se lo permitían pues en éstas sentía un gran nudo de enojo y tristeza.

Salió de la habitación sin decir nada, todo en el departamento estaba silencioso, solo se escuchaban sus respiraciones y el reloj. Dejó sacar un suspiro, no quería echarse a llorar, cogió las llaves que se encontraban en la barra de la cocina, miro otra vez atrás para ver por última vez la puerta del rubio que le había partido su corazón en dos.