Capítulo 22

3 1 0
                                    

- Aléjate de donde no te incumbe.

- Ella me incumbe. - protestó.

El chico me soltó misteriosamente y los demás chicos se fueron con él, no quise voltear, no quería voltear. Recogí algunas copias que se me habían caído al piso, pero una mano toco la mía. Subí la mirada y me encontré con esos ojos verdes de mi mejor amigo, digo, de Daniel.

- ¿No me vas a decir gracias, Kath?

- Katherine.

- ¿Huh? 

- Soy Katherine, Katherine solo me dicen mis amigos.

Daniel se paso las manos por su cabello desesperado  y desvió la mirada, volteó a verme pero yo no emitía sentimiento u emoción alguna.

- ¿Puedes solo, perdonarme? - preguntó con cierta amargura en su voz.

No dije nada.

- Agh, bien, mi hermana quiere que vayas a su cumpleaños, es hoy, Katherine. - al escuchar mi nombre completo y a el cumpleaños de su hermana un nudo se hizo en mi garganta. 

- Bien, voy a ir.

- Solo que tienes que tratarme bien, no quiero que mi hermana se enteré que nos peleamos, a ella la destrozaría. - asentí.

Pff, hasta cree que lo voy a tratar mal, ni si quiera la mirada le voy a dirigir.

- ¿Sabes? Esto se siente como si tuviéramos una relación de noviazgo y yo te hubiera engañado con Caro.   

- No lo es.

- Exacto, entonces ¿Por qué nos odiamos, Katherine?

Porque me gustas y tu ahora andas con mi mejor amiga y me dan celos de que ya no estés solo para mi. 

Pensé.

- Porque te portaste como un imbécil, me preocupe por ti y tu llegaste ¿cómo? Borracho Daniel, no me respondiste mis mensajes ni mis llamadas, nada. Tu no sabías, pero esa noche necesitaba de ti, me sentía terriblemente mal, Daniel. Y sí ya se que soy egoísta, pero estaba acostumbrándome mucho a que estuvieras ahí para mi, cuando nadie lo estaba y ese día, no estabas tú. - mis ojos ardían, sentía las lagrimas pronto, pero las retuve y salí del salón. Me dirigí a donde Clara y le entregué las copias, ni el «gracias» respondí. 

No quería hablar con nadie, quería quedarme en mi cama por siempre.

Al llegar a la habitación mi celular vibro por un mensaje.

Kath, es a las 3:00, ya tu sabes donde queda mi casa.

Cerré el mensaje, pero otro me llegó.

Y Kath, lo siento mucho, te quiero y no te imaginas cuanto.

Cerré el mensaje con mas rabia que antes y decidí vestirme para salir a comprar el regalo a la hermanita de Daniel.

Había llegado a la plaza y me fui directamente a la juguetería, a ella le encantan los perros de peluche, así que le compre uno y con el venía una correa para que ella pudiera llevarlo a pasear.

Salí de la plaza y me detuve en uno de los escaparates de una tienda de joyería, era un collar precioso con  un pequeño diamante azul cielo en forma de corazón, había llamado mucho mi atención de verdad que me gustaba ese collar, pero por ahora tengo que llegar rápido a mi habitación para terminarme de arreglar. Me puse los tacones y baje, iba cruzando la puerta de salida del edificio, pero un pitido de claxon me distrajo, era Daniel y atrás vi a alguien mas... me acerque un poco mas y mire a Daniel, subí a la camioneta y me abroche el cinturón. 

La mitad de mi ... siempre serás túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora