Capítulo 30

8 1 0
                                    

Ya era nochebuena y estaba muy ansiosa por festejarlo con mis familiares. Me observo una ultima vez en el espejo y me siento satisfecha con el resultado de 2 horas para poder quedar como una Diosa.

No soy tan vanidosa, pero me gusta pensar que soy guapa y si te lo crees, pues así será.

Salgo de mi habitación y golpeo la puerta de la habitación de Marcus. – Ya terminé de arreglarme, te espero abajo.

Me fui sin esperar respuesta, puesto que se escuchaba la ducha del baño. Me acerque a la isla y baje un vaso de cristal, últimamente no he tomado agua y eso que tengo que tomarla para sanar mi herida.

Marcus llega a la cocina y con su traje gris, con la corbata desabrochada posando en su cuello y con el pelo alborotado y mojado. Que sexy.

Inconscientemente avanzó hacia él y le amarro la corbata, me gustaba amarrarle la corbata a mi padre y a Daniel. Me acuerdo de que en el baile de graduación Daniel no podía hacerse la corbata y me pidió ayuda.

- ¿Qué pasa? ¿Qué pensabas?

- ¿De qué?

- Estabas sonriendo como boba.

- ¡Oye! - espete golpeándole el brazo.

- Te veías tierna, Kath, no dejes de sonreír. - de repente siento como mis mejillas arden y como se tornan en un color rojo.

Me separé de el y seguí mi camino hacia el coche de el, Marcus me gano y abrió la puerta antes que yo pudiera. Entre al coche agachando la cabeza para no pegarme y le dije gracias ya que el estaba dentro.

El camino es silencioso y espero que Marcus no note lo nerviosa que estoy, Marcus da la vuelta y voy viendo la reja de entrada de mi casa, mis manos sudan y mucho, que van a pensar que es él de mi. Bueno Katherine, cálmate.

Todo va a estar bien. Todo... va a estar completamente bien.

Bajamos ambos del coche y nos aceramos a la puerta, antes de tocar el timbre Marcus toma mi mano y obtiene toda mi atención. Que no lo note, que no lo note, que no lo note.

- Kath, tranquila, todo va a estar bien, estoy contigo.

No puedo evitar observar sus ojos, sus ojos verdes que hipnotizaron a mas de una chica... que celos, espera... ¡¿qué estoy diciendo?!

No no, Marcus no me hagas esto.

- ¿Estas bien? ¿Tengo algo en la cara?

- Mm, no, ¿por qué lo dices?

- Te me quedaste viendo, Kath, ¿segura que todo bien? - la sangre vuelve a mi cara y su mano a mi frente, están cálidas - de seguro tienes fiebre,... te ves linda cuando te sonrojas. Ven vamos.

El toma mi mano y toca el timbre, la puerta es abierta por una persona que veo cuando su cara se levanta, mi madre abrió la puerta. Mierda, mierda. Inmediatamente suelto la mano de Marcus, pero no puedo evitar ver su ceño fruncido debido a lo que acaba de hacer. Le doy una mirada rápida y me volteo a saludar a mi madre.

- Katherine, bienvenida, hija ¿Cómo has estado?

- Bien, muy bien... Mamá, el es Marcus, me he estado quedando en su casa mientras que Daniel no puede.

- Oh, hola Marcus, soy la madre de Katherine, un gusto.

- Igualmente, es un placer conocerla. Ahora puedo observar de donde saco Kath, lo bella y hermosa que es.

¿QUÉ?

- Oh, gracias muchachito, pasen hace frío afuera.

Entramos y dejamos nuestros abrigos en el perchero, no puedo evitar sentir las miradas de todos, de seguro se han de preguntar porque la hija del presidente de la empresa viene con un hombre del cual nadie se había enterado, y ni lo conocen. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 05, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La mitad de mi ... siempre serás túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora