Capitulo 23

4 1 0
                                    

Admitir tus sentimientos no es cosa fácil, nunca lo será. Cuando las personas te dicen que es fácil declararse es porque probablemente nunca se hayan declarado, obviamente no es fácil, y si tú mi lector te has declarado, WOW te admiro como no tienes idea. Tu valentía esta hasta el Universo. Como quisiera declararme así de fácil, pero de verdad que Daniel y Caro se ven tan bien juntos y no quiero ser la que los separe.

No quiero que mi "mejor amiga" - entre comillas, sí, entre comillas - salga con el corazón roto.

Nah, broma, creo que desde hace tiempo nuestra amistad no funciona y la verdad el único corazón que me importa en este momento es de cierta persona y no el de ella. Solo no quiero ser la mala del cuento, quiero vivir en paz y ser feliz.

Sin darme cuenta mis piernas estaban dirigiéndose solas hacia la puerta, pero alguien me detuvo, alguien diminuto, Ariana, mi pequeña Ari.

- ¿Ya te vas, Kath?

- Sí, tengo que estudiar para un examen - y no mentía, tengo examen mañana - dile a tu hermano que estudie ¿ok?

- Sí - asintió con un movimiento de cabeza.

- Pero no le digas que fui yo, nos vemos, pequeña, feliz cumpleaños.

- Gracias, Kath, te quiero mucho, mucho. - me abrazó la pequeña.

- Yo también, Ari.

[...]

Las calles estaban frías, un poco más de lo normal, había tiendas decoradas y listas para navidad y año nuevo, todo muy contento y colorido. La nieve empezaba a caer y pequeños copos se paraban sobre mis hombros, una pequeña luz llamo mi atención y fui hacia ella.

Girando sobre las calles, una fuente o bueno algo que era una fuente antes de nevar, me llamo mucho la atención, estaba en el centro de unas cafeterías y reposterías, no conocía aquí, esta muy bonito todo hasta parece un escenario creado para modelar ropa de invierno.

Oh no, no, no, ¿por que a mi, mundo, por que?

Si era un escenario para modelar y ustedes de seguro se preguntan ¿eso que tiene que ver, Kath? Bueno les explico, mi ex es modelo ¿no? Bueno hay muy pocas probabilidades de encontrarlo modelando en la ciudad donde vivo, pero la vida me odia tanto que ese tan pequeñísimo porcentaje de encontrarlo se creara en uno muy grande. A lo que voy es que...

¡Mi ex esta aquí! ¡Con la que me engaño!

La vida no me quiere, al parecer ya habían acabado, y para acabar por arte del destino el volteo su mirada hacia mi, sí, él me vio y rápidamente se levanto de donde estaba sentado. Me quede paralizada y solo oía como mi subconsciente me gritaba: ¡Corre, p*rra, corre! 

Mientras más se acercaba más ganas tenía de enfrentarlo y darle una gran cachetada. El llego a mi y sentía la rabia en mi, no podía creerlo.

- Hola, Kath, - se tomo el tiempo de examinarme de arriba a abajo - veo que has cambiado desde la ultima vez que nos vimos.

Agh, estúpido.

- Sí, he cambiado mucho. - sonreí con cierta falsedad.

- ¿Cómo has estado? ¿Ya me cambiaste, Kath?

No pude evitarlo y rodee los ojos, ¿Quién se creía? - He estado mucho mejor desde que... - lo mire de abajo a arriba - terminamos, y segundo, creo que no te incumbe. 

Trate de alejarme, se los juro, pero el seguía teniendo ese poder de dejarme paralizada sin hacer nada.

- Vaya, has cambiado tu carácter, me gusta.

- Ah ¿sí? - solté una risa sarcástica. - te diría que ha sido un gusto verte, pero no lo es. - y así sin mas me fui, al fin me pude mover. Solo escuche un "espero volver a verte, preciosa" por detrás de mi.

Oh, Dios, no se como le había hecho para poder salir de ahí, el seguía teniendo cierto poder en mi, podía seguir dejándome con la boca abierta al verlo. Él se veía guapo, lo admito, él siempre ha sido muy guapo y ahora que lo vi, vestido muy elegante y con esas luces que le resaltaban se veía muy lindo, creo que su cara de lindo pero al mismo tiempo malvado fue lo que alguna vez me logro enamorar.

Seguí mi camino hacia el internado y se me hizo entero, no tenía mi camioneta y sí, me arrepentí de venir sin algún vehículo, pero si Daniel no hubiera ido por mi no hubiera tenido que irme. Pasé una calle y vi un taxi, aproveche que estaba ahí así que pedí que me llevara. 


Que gran error, no sabia lo que me iba a pasar y de saberlo hubiera seguido mi camino hacia delante.

Daniel

Gire hacia mi madre que hace algunos momentos estaba con Katherine, la verdad no se si buscaba a mi madre o a... Katherine, pero no veía a ninguna de las dos, tenía mi mente concentrada en encontrarla que no me di cuenta de que Caro me estaba hablando.

- ¡Daniel!

- ¿Qué quieres?

- Voy al baño, ya vengo.

- Ok.

Me dispuse a seguir buscando a Katherine, pero no hay rastros de ella. De repente Ari llego y me susurro algo al oído, era solo que estudiara, ¿Qué estudiara? Que yo estudiara para un examen... ¡Bingo! ¡Katherine se lo dijo, ya que mañana hay examen! ¿Pero cuando se lo dijo?

- Ari, en dónde esta Katherine.

- Ya se fue, hace como 20 minutos.

Oh no, es peligroso que se vaya ahorita, gire buscando a mi madre, pero no la encuentro. Mierda.

- Dile a Caro que vaya por un Uber, también dile que yo se lo pago con la tarjeta ¿ok? - explique a mi hermanita.

- Sí, hermano... ¿vas por Katherine?

- Sí, voy a buscarla.

- ¿Le vas a decir cuanto la quieres? - eso me tomo por sorpresa, ¿decirle cuanto la quiero, a que se refiere ella? 

- Ella ya lo sabe. - oh, oh, eso sonó mas a pregunta.

- Dile cuanto la quieres y deja a Caro, ella no lo vale. - solo asentí y fui en busca de Katherine, necesitaba encontrarla.

Tal vez necesitaba un descanso para aclararme la cabeza, tal vez no quería a Caro, tal vez yo quería más a Katherine de lo que pensaba.

Y vaya que en ese entonces no sabía cuanto la quería, la quiero más que a mi propia vida, que daría todo por hacerla feliz.


La mitad de mi ... siempre serás túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora