"Edmund ha vuelto"
En cuanto Blessie se despertó, el canto de los pájaros se filtró a través de la tienda, mezclándose con el suave aroma a tierra húmeda. Observó que estaba en una tienda demasiado grande, más que la suya. Era espaciosa. Había una mesa con diferentes aperitivos, lo que hizo despertar el hambre en la ojiazul. Llevó sus manos a su vientre al escucharlo rugir. Sus pies desnudos tocaron el suelo cubierto por unas alfombras felpudas, y sin prisa, se encaminó hacia la mesa sin dejar de observar la tienda en donde se encontraba. Las paredes interiores estaban cubiertas por cascadas de seda color bronce que reflejaban la luz de los candelabros que brillaban en lo alto. Los suelos -como anteriormente había descrito- estaban cubiertos de exquisitas alfombras y pieles, dando calor a sus pies desnudos.
Tomó entre sus manos una manzana verde -sus favoritas- y bebió un poco de agua fresca, saciando su gran sed. Mientras comía la manzana, Blessie trató de recordar qué fue lo que había pasado, hasta que algo hizo clic en su mente, y recordó absolutamente todo; ella y las chicas jugando en el lago, los Lobos, su poder, Peter luchando con Mugrim, y los demás narnianos yendo a por Ed.
—Edmund.—musitó, caminando hasta la salida de la tienda, pero no llegó a dar ni dos pasos fuera cuando un hombre desconocido se adentró a la tienda. No fue su postura la que la intimidó, sino esos brillantes ojos rojos—¿Quién es usted?
—Viktor, mano derecha y protector del Gran Rey Aslan.—se presentó, inclinando su cuerpo levemente hacia delante; realizando una reverencia—Y por consiguiente, su protector, princesa.
Blessie parpadeó varias veces y tragó el pedazo de manzana que había arrancado con sus dientes.
—Es...un placer.—dijo, moviendo los dedos de sus pies contra la suave alfombra.
Viktor sonrió, la voz melódica de la niña lo hacía volver el tiempo atrás, cuando su pequeña hija le hablaba de todo lo que aprendía día a día. Extrañaba a su oruguita. Pero, la guerra era devastadora, te quitaba todo lo que te importaba.
—El placer es mío. Deberías salir afuera, me ha dicho un pajarito que el cuarto hijo de Adán ya se encuentra aquí.
La mirada de Blessie se iluminó y una enorme sonrisa se formó en sus labios.¿Edmund estaba realmente allí? Buscó rápidamente sus zapatos y cuando los encontró, se los calzó y salió disparada de la tienda. Dándose cuenta de que todo ese tiempo estuvo en el hogar de Aslan. Su mirada se encontró con los ojos azules de Susan y corrió hasta ella, ambas se abrazaron.
—Me dijeron que él se encuentra aquí.
—Nos han dicho lo mismo.—respondió Susan, con una sonrisa esperanzada.
ESTÁS LEYENDO
Gold Witch | Las cronicas de Narnia¹
Fanfiction𝐋𝐚 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚 𝐝𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚, 𝐡𝐢𝐣𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐠𝐫𝐚𝐧 𝐋𝐞𝐨𝐧 𝐀𝐬𝐥𝐚𝐧, 𝐬𝐞𝐩𝐚𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐲 𝐞𝐧𝐯𝐢𝐚𝐝𝐚 𝐚 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬. 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐜𝐞 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬, 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐞 𝐡𝐢𝐣𝐚 𝐬𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐯𝐞�...