✔✔ La Princesa del Príncipe|| Tercera Generación||

Conversaciones nocturnas, egoísmo y respaldo

Después de lo de ayer, estábamos cada uno en nuestras salas comunes, Alejandra, había ido a hablar con McGonagall, quien le dijo con una sonrisa "se repite la historia", y la dejaron quedarse en el colegio y tener a su bebé.

Lo que pasó con James, cuando todos se enteraron del embarazo de Alejandra fue sencillo, Blaise Zabbini , lo golpeó – sí, todos golpearon al pobre James- Pansy Zabbini lo cacheteó, mi padrino lo cacheteó, Albus solamente se burló de él, Alex aun no le quiere, y mi madrina simplemente se rio. Mi padre solamente le "advirtió"- más bien le juró, le amenazó- que, si algo le pasaba a Alejandra, James se las vería muy feo. Aun me rio de su cara ante tantas amenazas, Isa dijo que quería ser la madrina del bebé.

Ahora con Alejandra nos empezamos a llevar bien, "tolerarnos" es más bien nuestro calificativo - aunque no lo sea- mis padres están feliz de que hayamos hecho las pases, los señores Zabbini y Nott, fueron muy amables y cariñosos conmigo, luego del "accidente" con James, la pasamos excelente. James, pidió noviazgo a Alejandra, quien en un principio le dijo que no debía hacerlo obligado, que no se preocupara, que ella tendría a su hijo sola y bla bla bla, pero James le dijo que él si la quería y le explicó todo. Ahora son novios.

Y yo aquí en la sala de Astronomía, esperando a que den las 12 de la noche, con una gran luna llena, y los pasos a seguir en mi mente, a Orión lo mande a que se fuera a otro lado y que me deja en paz por una noche, después de que regañara un buen poco y me dijera que algún día se las pagaría, y espero tener la oportunidad de volver a verlo.

Luego de las 12 de la noche, tengo exactamente una hora para poder hacer lo que debo, porque el Expreso de Hogwarts sale a las 1 de la madrugada, e iría a mi casa con mis padres, y mi hermano. Mi reloj marcó las doce, y me senté en el balcón, haciendo memoria del hechizo.

- Mortem, regina et domina potest accipiens vita piedo vobis, a significant conloquium Mortis et vitae potestatem habent invovo te ad me venire ludo orationibus meis, et justum vestros tollet desicion.

Y lo siguiente que sucedió, fue que todo se volvió más oscuro, un frío recorrió mi cuerpo, como cuando habían dementores cerca. Pero simplemente no había nada, un frío recorrió mi espina dorsal, y un humo que brotó desde el piso, así también, la luna se volvió dorada, y brillaba de sobremanera. Todo era escalofriante, simplemente era un momento muy incómodo, y se sentía latente el peligro.

-Me llamaste- dijo una voz, y se volvió visible una sombra negra, cubierta de pies a cabeza algo así como con una túnica negra.

- ¿Eres la muerte? - dije firmemente.

-A si es Narcisa- Dijo su voz me hizo estremecer- Sabia que lo lograrías.

- ¿Como? - pregunté sorprendida por su declaración.

- Lo supe desde el momento en que tu familia me convocó- sonrió- dime que es lo que quieres.

- Quiero que me devuelvas a Orión Black- dije claramente.

-Sabes que él decidió seguirme, que nadie le obligó ¿Crees que quiera volver? ¿Crees que no es feliz allí donde esta? - Mierda no había pensado en eso, simplemente me había dejado segar por mi necesidad - pero podría darte la opción de luchar por él.

- ¿a qué te refieres? - dije fríamente.

-Una batalla, tú y yo- sonrió maliciosamente- Una batalla donde tú serás mi recompensa si te gano, tú eres lo que me pertenece- ¿qué mierda?

-Explícate- dije seriamente.

-Tú eres la más grande hechicera, simplemente porque al tu madre estar embarazada de ti y venir a luchar contra Voldemort, concentró una gran cantidad de energía en ti- asentí- tu poder es enorme, y eres la dueña de la varita de Sauco- tomé mi varita con más fuerza- pero en ti hay algo extraño, ella solo le responde a la gente que es capaz de matar, a las personas con grandes ambiciones, a las personas poderosas, te necesito Narcisa Malfoy, eres una gran hechicera, y tu poder me pertenece, pertenece al lado de la muerte.