Luna de miel interrumpida y noticias para los Black

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Aviso de la autora: este capitulo tiene contenido sexual, se da aviso del inicio y fin de la escena por si alguien no se siente cómodo (a) leyendo este tipo de contenido.


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POV ORION

Cinco días de luna de miel con mi princesa, con la mujer que me hace feliz, ¿Cursi no?, pero que más puedo decir, si esta rubia que llevo abrazada me hace feliz. Habíamos disfrutado del viaje que pagaron los Nott y Zabbini. Dubái ha sido una experiencia muy agradable, por las noches nos la pasábamos en el hotel de lujo que nos habían reservado, o en el Pub que había en el subterráneo, o en las discotecas que había cerca del mar, simplemente me encantaba este lugar, tan movido, con tanta gente, lo único que no me gustaba eran las fiestas de la playa, donde esos malditos muggle se acercaban a ella, y la seducían ¿Así de mal se habrá sentido cuando la recepcionista de España me estaba coqueteando?

Pero esta mujer, era de armas tomar, simplemente los trataba fríamente y ellos se iban, se daba a respetar, con solo una mirada los muy idiotas salían corriendo, sino soportan sus miradas que "matan", nunca se podrán acercar a ella, pero mejor para mí, así yo no debería golpearlos por meterse con mi esposa. Ahora íbamos de regreso al Hotel, porque nos habíamos cansado de estar en esa fiesta a orillas del mar. Subimos en silencio por el ascensor, yo la llevaba abrazada, y ella llevaba mi otra mano tomada. Habíamos navegado yate, nos habíamos lanzado en parapente sobre el mar, habíamos andado en helicóptero, y mañana iríamos a una reserva de animales en una playa cercana. Pasó su huella en la entrada de la habitación y esta se abrió.

-Me voy a cambiar- dijo cerca de mi oído dándome un beso en la mejilla. Y salió a ponerse pijama al baño, me cambié, me puse un pantalón de mi pijama, y para arriba no me puse nada, simplemente porque aquí hace demasiado calor. Cuando arribamos hace tres días a Dubái ella se fue directo al centro comercial a comprar ropa adecuada para la ocasión, y cada noche me torturaba con un modelito diferente solo para decirme que vamos a dormir ¡Maldición!

Me acosté a esperarla, y a los minutos después apareció con un hermoso pijama de seda blanco que apenas y le tapaba, no dejaba mucho a la imaginación y menos para mí que ya la conocía completa. Me sonrío arrogante, esa sonrisa, que sabía me volvía loco, se acostó a mi derecha y puso su cabeza en mi pecho, comenzó con sus manos frías a recorrer mi abdomen, y yo a acariciarle su cabello, esto era de todas las noches, llegábamos cansados a mas no poder, y no hacíamos más que dormir.

- ¿Como me veo? - dijo mirándome con sus ojos grises relucientes.

-Hermosa- dije y ella frunció el ceño ¿Que quería escuchar?, se movió de mi lado, y se tumbó boca abajo, me gané de lado, y comencé a delinear su columna- ¿Que sucede?- solo se estremeció al primer contacto y después no se movió, no me respondió- Lissy, ¿qué sucede?- pero nada, ¿Que había hecho? sí solo me preguntó que como se veía y le respondí que hermosa, es que en realidad se veía totalmente linda, preciosa, hermosa, ese pijama, era casi del mismo tono que su piel, no había dicho nada malo, no como antes cuando siempre le decía que se veía condenadamente sexy, como cuando bajó de su escoba, sudada y haciéndola ver más linda, y apetecible, o cuando le dije en el baile que le quitaría el vestido, solo para verla sonrojar levemente o morderse el labio. ¡Mierda!, la cagué, detuve mis manos, y acerqué mi boca a su cuello, esta vez si se movió, la besé en el cuello- Creí que solo querías dormir- y le di un pequeño beso en los hombros- Lo siento- dije besándole la espalda, la arqueó y no pude evitar sonreír, se rió vuelta, quedando mirándome con sus ojos grises con un poco de enfado.

-No lo dijiste- dije triste y dolida.

-Si me preguntas de nuevo te respondo como debí- dije sonriéndole, pero ella negó, obstinada, me puse sobre ella con mis piernas una a cada lado suyo, le tomé los brazos por el lado, y comencé a besarle el cuello- te vez condenadamente hermosa, sexy y apetecible- dije dándole pequeños besos en el hueco de su garganta, soltó un suspiro, como me gustaba que lo hiciera, la miré a los ojos- no sabes lo que mi mente idea si te sacara este pijama- dije acariciando su abdomen, le besé en la boca, con apenas rozarle los labios, sonrió, y acortó nuestra distancia. Me tomó de la nuca y me besó con ansiedad y desesperación, metió sus dedos en mi pelo, y comenzó a jugar con él, pedí permiso para meterme en su boca, y ella la abrió, mi lengua comenzó a jugar con la suya.

✔✔ La Princesa del Príncipe|| Tercera Generación||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora