🌺33

1.5K 220 29
                                    

—¿Un periódico? —Preguntamos.

—Si, un periódico. Quieren escribir sobre ustedes.  —Dijo Aizawa.

Los demás comenzaron a hablar, parlotear y blablabla, pero Aizawa los callo.

—Se supone que el artículo sea de lo que hacen en los nuevos dormitorios. El director pensó que así sus padres o tutores los verían vivir felices aquí y dio el permiso.

Mineta comenzó a decir idioteces por lo que Aizawa lo amarró con sus vendas.

—Será mejor que no hagas nada. —Gruñó.

—No tienes que decir eso, profesor Aizawa. —Un hombre apareció. —Quiero mostrar a los estudiantes en su estado natural en los dormitorios.

—Tokuda, no dije que podrías entrar.

—Me dijeron que viniera de ocho a seis de la tarde. Ya es hora.

Aizawa bajó a Mineta y el hombre se paró frente a todos. Me cayó mal, la verdad.

—Hola a todos, soy Tokuda. —Se presento. —Gracias por recibirme.

Los demás hicieron reverencia pero yo sólo me transformé en un león para echarme en el suelo.

—No necesitan hacer nada especial. —Dijo mirándome. —Solo aparezcan en cámara como son normalmente.

—Yo normalmente soy así. —Bufé lamiéndome las patas y luego pasandolas por mi cara para limpiarme.

—Podría hacerles algunas preguntas así que cuento con ustedes. —Dijo sonriendo.

Nuevamente los demás comenzaron a parlotear, Jiro se agachó y me acarició tiernamente haciéndome ronronear.

—Iida, Hirai, si hay problemas, avísenme. —Ordenó Aizawa. —¿Entendido?

—Si señor. —Dijimos.

—Como representante de la clase 1-A cumpliré mi deber. —Dijo Iida.

—Bueno eh, ¿Qué suelen hacer ahora? —Preguntó el hombre de nombre Tokuda.

—Desayunar, claramente. —Murmuré obvia.

—No tienes porqué ser tan dura. —Dijo con una sonrisa nerviosa.

—No me agradas, así que no molestes. —Rugí y me levanté para ir a la cocina.

Cómo soy pésima cocinando, y además no me puedo acercar tanto cuando cocinan, me quedé en el suelo aún en mi forma de León intentando dormir. Ni Iida, Bakugo, Yaoyorozu, Sato o Uraraka me dejaban intentar algo en la cocina, ni siquiera ayudarles pasandoles la sal.

Cuando ellos acabaron de cocinar, volví a mi forma para desayunar, pero el maldito reportero estaba tomandonos fotos cuando comíamos.

—Dirige tu estúpida cámara a otro lado o te voy a patear. —Gruñí y él se alejó.

Después de desayunar, nos preparamos para ir a las clases. Pero el maldito nos seguía a todas partes.

—¡Mi adorada Hirai! —Exclamó cierto rubio corriendo a abrazarme mientras frotaba su mejilla con la mía.

—¿Qué hay? —Bufé tranquila. Ya me había acostumbrado a tenerlo de ésta forma cuando me veía.

—¿Estás lista para nuestra cita?

—Me dijeron que era una salida de amigos.

—Amigos que pueden ser algo maaas.

—Muevete loco. —Gruñó Bakugo jalandome dentro del salón.

BOSSA NO SÉ [BNHA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora