BOSSA NO SÉ [BNHA]

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—¡Me quiero volver chango! —Exclamé después de bostezar y estirarme sobre la mesa.

Había sido aceptada por la UA, ingresando a la clase 1-A, Nemuri estaba feliz por mi y por sobre todo ser mi maestra en una clase.

Estaba en los asientos del fondo, al lado del chico de cabello bicolor.

—Oye, eh... Shoto, ¿Cierto? —Pregunté y él asintió. —¿Puedo tocar tu cabello?

—¿Por qué lo harías? Es cabello normal. —Dijo extrañado. 

—Entonces déjame tocar tu cicatriz está muy cool, ¿siiii? —Sonreí haciendo mi mejor cara del gato con botas.

Él iba a aceptar, pero entonces un maldito grito nos distrajo.

—¡Baja los pies del banco! —Gruñó el cuatro ojos que por desgracia estaba en mi salón.

—¿Ah? —Sonrió cínico el rubio.

—¿No te parece una falta de respeto a los estudiantes y a los que hicieron el escritorio?

—Claro que no, ¿A qué fuiste a la escuela, perdedor?

—Oh, fui a la academia privada Somei, me llamo Tenya Iida.

—¿Somei? Eres de la élite ¿no? Va a ser divertido aplastarte.

Ellos continuaron discutiendo, pero mis ojitos pispiretos fueron a dar en la puerta.

—¡Izuku, si entraste! —Exclamé corriendo hacia él y abrazarlo. No sé por qué lo hice, pero lo hice, y me desagradó tanto que rápidamente me alejé.

Tras mi grito todos nos miraron.

—Dirijan sus miserables ojos a otro lado, grupo de idiotas, o se los arrancaré. —Gruñí mirando con odio a todos.

—¡Buenos días! —Habló Iida. —Soy de la academia privada Somei...

—Te escuchamos, cerebrito. —Bufé soltando al brócoli, pero aún así me puse frente a él, como protección.

—Yo me llamo Midoriya, es un placer conocerte Iida. —Dijo y yo respiré hondo dejando mi postura protectora.

—Midoriya, tu sabías que había algo más en ese examen práctico, ¿No? —Cuestionó. —Yo no tenía ni idea, me equivoqué al juzgarte. Odio admitirlo, pero tú eres mejor que yo.

Ellos ya estaban en una conversación, de hecho llegó la castaña de ese día y siguieron en su conversación, dejándome de lado.

Bufé yendo hacia mi asiento junto al bicolor, pero sin querer pise un pie.

—¡Maldita, me pisaste!

—¡Pues quita tus pinches patotas!

—¡Patas las tuyas, extra!

—¿¡A quien le llamas extra, mugroso!? 

—Si vinieron a hacer amigos, vayan a otra parte. —Dijo cierta voz conocida, ¿pero en donde? —Esto es un curso de héroes.

Don Aizawa estaba en el suelo cuál oruga encerrado en su saco de dormir. El rubio se sentó y sólo pude mostrarle mi lengua para volver mi vista al frente.

—De acuerdo, tardaron ocho segundos en callarse. El tiempo apremia. Ustedes no son nada sensatos. Soy su profesor, Shota Aizawa, mucho gusto.

Estaba emocionada, Aizawa sería mi profesor, desde que llegué a Japón había admirado a Erasedhead, él era el mejor héroe que pude conocer. Lo reconocí por el largo cabello.