BOSSA NO SÉ [BNHA]

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(Esto no tiene nada que ver con la historia, pero quería hacerlo juju.)

—¡Me lleva la chin...! —Exclamé pero Ectoplasm me pateó.

—Sin malas palabras. —Dijo.

—¡Cállate alv! —Bramé.

Actualización, estaban atacando la escuela. Y no, no era la liga... O eso parecía ya que había un tipo disfrazado de Slenderman que se puso a controlar gente para que usaran sus koseis y atacarnos de esa forma.

—¡Hirai! —Exclamó Mina siendo golpeada duramente por una mujer.

—¡Mina! —Chillé cuando sentí que me atravesaron la pierna con una cuchilla. —¡Ayyy! ¡Hijo de tu madre!

Aún con la cuchilla en la pierna hice un salto y giré dándole una patada en la cara al tipo, cuando estuve en el suelo me saqué la cuchilla.

—¿Estás bien? —Cuestionó Ectoplasm.

—He estado peor. —Le dije lanzandome a pelear con otro tipo convirtiendome en el camino en un puma para lanzar un zarpazo con mis garras metálicas, nada más para asustar.

Usando el kosei de Nejire me impulse hacia el cielo y cuando caí al suelo me transformé en un gorila para darle sus puñetazos a la chica.

—¡No los lastimes, ellos no son conscientes de lo que hacen! —Exclamó Deku.

—¡Pero mientras ya me apuñalaron! —Y un tipo con dedos de pistola me disparó en el brazo, sólo rozando un poco.

Bakugo llegó y le explotó la cara.

—¡Con mi chica no te metas, imbécil! —Exclamó.

—Hey, si me gusta eso. —Sonreí, Bakugo vino a mí y me tomo de la cintura para después besarme. —También eso me gusta.

—En la noche te daré más. —Él se giró para seguir peleando.

Me convertí en dragón para ir por el jefe, cuando estuve con el tipo volví a mi forma peleando contra él, al rato se unió Deku.

—¡Mocosos insolentes, ahora verán! —Exclamó apuntandonos con su dedo, después una neblina nos cubrió de pies a cabeza.

Antes de perder la consciencia Bakugo explotó su cabeza.

POV BAKUGO KATSUKI.

—¡Hijo de perra! —Exclamé. Saqué las esposas que nos habían dado para atraparlos, y se las puse.

Cuando me giré esperaba ver al estúpido Deku y a Hirai, pensé que se habían ido como siempre pero unos quejidos llamaron mi atención. Bajé mi cabeza y ahí había una niña rubia, y un Deku, ambos eran unos niñitos. Nada más ver a Deku, supe que tendrían entre tres o cinco años.

—Solo ésto me pasa a mi. —Negué bufando. Me agaché para tomar a ambos niños.

—¡Kacchan, ahora eres grande! ¿Por qué? —Cuestionó el peliverde confundido.

—No preguntes y cállate, Deku. —Gruñí.

—¿Sabes en donde está mi mami? —Preguntó Hirai ladeando su cabeza. —Mi mami es así.

Ella se transformó en una mujer, de cabello negro, con ropa de recluso, eran idénticas, bueno casi.