第8章

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Olía a lluvia, ese aroma característico que le gustaba a Nakahara. Había despertado a las seis de la mañana, lo primero que vio fue el cielo nublado el cual era gris, el sol aún no había salido aún pero lo haría pronto. Si prestaba atención podía escuchar como caían gotas de lluvia, el clima era frío esa mañana y probablemente continuaría así hasta el final del día, de pronto pudo ver un relámpago repentino caer en algún lugar, pensó si su ida al parque con Dazai realmente de haría a pesar del clima, el jefe no les había dado alguna misión por el momento (lo cual era realmente raro) ya que siempre estaban llenos de trabajo. Dazai aún dormía tranquilo, o eso aparentaba, pero en realidad si estaba muy tranquilo, dormir con Nakahara le resultaba agradable de cierta forma.

Chuuya se levantó de la cama, dejando que el suicida continuará con su descanso, probablemente cuando Mori volviera a darles trabajo Osamu dormiría quizá 3 horas simplemente e incluso ninguna. Tragó saliva bajando la mirada, no sabía el porque se sentía de aquella forma, sus sentimientos eran una mezcla de nerviosismo y también entusiasmo

-Diablos, eres increíble. Son las 6 de la mañana y estas despierto teniendo el día libre- aquella voz burlona lo hizo sonreír, volteando a ver al dueño de aquella voz Osamu Dazai -Dije que tendríamos una cita ¿Lo recuerdas?- el castaño pensó un poco ante las palabras del mas bajo, fingiendo como si acaso lo hubiera olvidado por completo, Nakahara frunció el ceño cruzándose de brazos
-¿Lo olvidaste? Ah! ¿Es encerio? Y yo que estoy nervioso por eso!! Te odió- después Dazai soltó una pequeña risa la cual había contenido para dejarlo terminar -No lo olvidé, idiota. Pero es temprano, quiero dormir- volvió a recostarse despeinando su cabello en el proceso, Chuuya se acercó tambien mirando aquella cabellera, sonrió dejando un par de besos en el cuello ajeno y pasando una de sus manos dentro de la camisa del pijama que traía

-Te dije que quiero dormir.. si que tienes hormonas al topé- murmuraba ignorando por completo el tacto que le brindaban, era tan fuerte de mente que podía permitirse eso -Callate, no vuelvas a llamarme enano- paso su lengua por aquella mordida que había dejado la noche anterior, sin embargo para su sorpresa Dazai ya se encontraba completamente dormido.











Había parado de llover pero el aroma a lluvia continuaba ahí, Dazai sabía perfectamente que llovería de nuevo, su estómago dolía y quería vomitar, usualmente tenía ese tipo de dolencias estomacales a menudo, no sabía exactamente la razón pero ya se la imaginaba. El estaba con Nakahara en el parque, el pelirrojo miraba el parque tranquilo y relajado, Dazai había querido ir ahí por un vago recuerdo que tenía en su mente

-Dazai, ¿Compramos helado?- propuso Chuuya sonriendo un poco a la par que apuntaba a una heladería, Osamu asintió caminando junto con el mas bajo, ambos no habían hablado mucho en sí pero la situación no era nada incómoda -Es raro que no tengamos trabajo, ¿No creés?- miro hacia la dirección del suicida quien asintió en respuesta -Si, siempre hay locos en Yokohama, enemigos de la Port Mafia, terroristas, traidores, robo de armamento.. y esas cosas- el de cabello rojizo soltó un suspiró profundo mirando sus zapatos caminando aun de lado de el castaño -¿Somos los buenos Dazai?- el mencionado le miró irónico, embozando una sonrisa de lado excéntrica -Somos la mancha de Yokohama, una representación de lo peor de la humanidad y de lo tan bajo que puede caer una persona, pero el bien y el mal no tienen un significado específico- Nakahara sonrió sabiendo esa respuesta, dándole toda la razón -Si, es verdad. Incluso cuando pertenecía a las ovejas ya era una mancha-

Dazai, no era celoso ni posesivo, el no era la clase de persona que peleaba por algo u alguien en particular, no le encontraba sentido -¿Extrañas a ese grupo de delincuentes de quinta? Ellos solo estaban usandote, cuando su líder quien les garantizaba la victoria los abandonó se unieron a GSS por miedo.- hablaba de forma simple, algo fanfarrón como siempre con ese toque de indiferencia que siempre usaba -Tu planeaste desde el principio el que ellos se sintieran traicionados- ambos cruzaron miradas entre si, Osamu asintió de forma desvergonzada -Es verdad, eres fuerte. Mori y yo te queríamos de este lado, con nosotros-

𝑒𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙 𝑔𝑎𝑚𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora