第13章

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Finalizando aquel abrazo que estaba durando más de lo que Dazai quería se limito a simplemente dar la media vuelta para irse, sin embargo había notado algo que aparentemente no era sospechoso pero para el chico con vendas no fue nada difícil notar ese detalle tan invisible, estaba ligeramente abierto el cajón donde el jefe de la mafia guardaba los documentos más importantes y con decir esto Dazai sabía a la perfección que allí se encontraba su expediente y no solo el de Osamu Dazai, si no también el de Shuji Tsushima... Dos expedientes de dos personas aparentemente diferentes en un mismo formato, miró como aquel hombre le sonreía y la pequeña Elise solo se limitaba a observar al suicida. –Mori-san–murmuro a una voz algo débil, el mayor quién aún no se había dado cuenta de la situación lo observó algo confundido por aquel tono de voz que había usado el de más baja estatura

–¿que pasa Dazai-kun?– el castaño pudo saber perfectamente que tipo de tono de voz había usado el adulto era ese mismo tono que suelen ser los padres con sus hijos, ¿Pero qué padre pone cámaras en el cuarto de su hijo con el simple afán de verlo teniendo sexo? ninguno, nadie así podría llamarse a si mismo padre

Las náuseas volvieron a Dazai con el simple hecho de recordar aquella situación, pero al poder notar aquella mirada intensa del hombre de cabello negro decidió actuar como siempre lo había hecho después de cumplir los 12 años –vi tus cámaras en mi habitación, aún estando con nakahara pude notarlo y las palabras que dije no se las decía él, me refería a ti– sonrió de lado era una especie de sonrisa landina, cerró sus ojos y solamente dio la vuelta de nuevo, sus planes habían vuelto a la luz él continuaría con su plan para deshacerse de aquel hombre del que ahora se avergonzaba tanto de haberlo admirado aún sabiendo que todo lo que era capaz, estaba sediento de poder y avaricia, sabía que tarde o temprano lo mataría con sus propias manos para ocupar su puesto tal y como Mori había matado al anterior jefe debido a el gran miedo que provocó en Yokohama durante su mandato, eso nunca fue un secreto para ninguno de los dos, pero también quería ser miserable con el adulto como venganza a ese trato tan cruel, si Mori Ogai amaba tanto a la ciudad de yokohama entonces Dazai tenía el único propósito de volverla cenizas. Lo peor de ese asunto es que sabía perfectamente a quien le había revelado información.


















–Chuuya...– murmuró la mujer mirando al de mas baja estatura, ella acarició con cariño la mejilla del joven frente a ella, como una verdadera madre. –Ozaki-san porque me ha llamado?– ella en respuesta apretó sus labios alejándose del pelirrojo un poco mientras pensaba en alguna forma de poder explicarle al mas joven lo que estaba pensando sin sonar tan.... ¿que palabra podría utilizar?

–¿como va tu relación con Dazai-kun?– preguntó y con ello Nakahara sabía perfectamente el punto de la mujer, pero estaba dispuesto a escucharla  –estamos bien– contestó y la pelirosa suspiró de forma profunda –sabes lo que pienso de Dazai, Chuuya... yo... no quiero que él te lastimé– ella estaba genuinamente preocupada por el adolescente, pero este mismo no podía prestarle atención a las palabras de la mujer quien no sabía como era exactamente su relación –Ozaki-san... Dazai y yo estamos bien– habló conectado sus ojos azules con los de la mujer adulta, ella sabía que el mas bajo no lo escucharía –La madre de Dazai es una prostituta y ella volvió a Yokohama, lo leí en su expediente ¿el ya te lo dijo?–

Nakahara miro a la fémina parpadeando unas cuantas veces sin creer en aquellas palabras, sin embargo ella sacando de su kimono le extendió una carpeta color negro, el mas bajo a tomó con las manos temblorosas y con ello abrió la carpeta encontrando el título de "Osamu Dazai" y mas abajo una fotografía de probablemente el suicida en una edad mas juvenil –Lo tome de los archivos de Ango. asegúrate de que nadie la vea, mucho menos él y el jefe– le advirtió retirándose de ahí, ella haría todo lo posible por que Chuuya fuera feliz y para que eso sucediera ella sabía que tenía que alejarlo de aquel monstruo que incluso a ella misma le aterraba. Chuuya miro la carpeta con atención comenzando a leer

𝑒𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙 𝑔𝑎𝑚𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora