第16章

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advertencia de contenido +18🚨



eso era definitivamente demasiado caliente para alguien tan turbio.

erótico
una placentera perdición

apenas Chuuya asesinó a aquella mujer, desgarrando su cara por completo aun estando viva, fue a su habitación a ducharse ya que estaba completamente manchado de sangre que definitivamente no era suya, al entrar lo primero que vio fue la ropa de aquel chico de cabello castaño regada por el suelo, sin embargo ese pequeño detalle de encontrarse con la ropa interior ajustada color negro lo dejo confundido y ansioso –¿Dazai?– preguntó pero no obtuvo respuesta alguna, poco después observó como cierto castaño salía del baño con una de las camisas del pelirrojo observándolo con esos ojos cafés que delataban su sensualidad, su erección creció al verlo así, acercándose poco a poco ante aquel demonio de la lujuria

–¿es tu manera de decir gracias? me temo que tendrás que hacer mas por mí, quiero que me dejes satisfecho Osamu– habló con aquella voz suave pero atractiva haciéndo que el mencionado sintiera su piel erizarse y su miembro comenzar a endurecerse. Dazai miró como el mas bajo buscaba entre su habitación, luego sonrió al mirar cómo tenía entre sus manos una cadena y un collar para un perro –había comprado esto porque quería una mascota, pero.. ahora quero que lo uses– aquellas palabras sonaban demandantes, a tal punto que parecía prácticamente imposible negarse o resistirse, Dazai apretó ligeramente sus piernas por simple instinto, Nakahara se sentó sobre un sofa que tenía en su habitación con las piernas abiertas recargando sus codos en sus rodillas mirando al vendado –ven aquí, bonito–

aquella voz casi había hecho jadear a Osamu, este se acercó poco a poco quedándose frente a él, sin embargo Chuuya le sonrió apuntando con su índice al suelo pidiéndole que se arrodillase ante él; el castaño lo hizo, poniéndose de rodillas, Chuuya tomo las vendas que tenía en su cuello tirando de ellas para así quitarlas después colocó el collar alrededor del cuello con tonos violetas finalizando con ajustar aquella cadena –¿ahora eres un perrito Dazai?–

le sonrió tirando de la cadena hacía el, besando sus labios tomando el control de la situación, no dejando siquiera que el castaño reaccionará ante su demandante tacto, lo separó llevando sus manos a su pantalón desabrochando y bajando el cierre, Dazai miraba las acciones del otro con atención queriendo que liberará su miembro, lo cual sucedió poco después mostrándole aquella creciente erección tan dura y con aquel líquido preseminal alrededor deseosa por recibir atención, Chuuya lo jaló por aquella cadena acercandolo, Osamu abrió su boca pero en ese justo instante Nakahara le introdujo su miembro, pronto el castaño estaba chupando y subcionando la hombría tan caliente que le sacaba el aliento, el pelirrojo con una de sus manos sostenía la melena castaña jadeando ronco por la placentera situación

sentía como la lengua del suicida pasaba por cada rincón de su erección, haciéndolo volverse loco –eres bueno con esa boquita tuya..– habló entre jadeos mordiéndose el labio inferior observando cómo Osamu trataba su erección casi por completo, sintió un cosquilleo recorrer su bajo abdomen indicando el orgasmo, alejo al castaño y con ello liberando su semilla sobre el rostro ajeno, se quedó mirando como aquel líquido blanquecino recorría de forma lenta los labios pálidos y como este pasaba su lengua por ellos, se había vuelto a endurecer en cuestión de segundos dejando ver su miembro levantado nuevamente

–ponte en cuatro– ordenó, el castaño lo observó algo indeciso en seguir aquella petición, recordándo que el no era ningún sumiso, estaba apuntó de hablar pero Nakahara jalo de la cadena acercandolo a él mirando sus ojos atentó, Chuuya tenía una mirada sería y con los ojos llenos de lujuria como si acaso el arahabaki hubiera pasado de ser un ser de ira a uno de la mas pura lujuria, en su mente solo podía ver el rostro jadeante de Osamu, quería que le rogara por mas, quería verlo alucinar –ponte en cuatro.. Osamu– repitió y este obedeció dándose vuelta revelando su intimidad, diferente a lo que pensó que haría el pelirrojo el ojiazul dejo un par de nalgadas sobre aquel trasero expuesto con el sobrante de aquella cadena, sonriendo al ver como inmediatamente se enrojecía –estas tan indefenso... ¿te esta gustando esto no? mírate, su entrada no deja de humedecerse..– susurraba contra el oído del castaño, mordiendo su oreja y pasando su lengua por esta, el rostro de Dazai estaba completamente rojo por lo caliente que estaba

𝑒𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙 𝑔𝑎𝑚𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora