𝑒𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙 𝑔𝑎𝑚𝑒

第15章

Yokohama últimamente se había vuelto lluviosa, probablemente era la época en la cual se vuelve así.... ese aroma a húmedo se convierte en algo común para cada persona que vivía en aquel lugar; le había dicho a Odasaku prácticamente lo que estaba pensando en hacer, desmantelar a Mori después de derrotar a aquella pequeña organización que desde un principio querían mandar en la Port Mafia.

caminaba sintiendo el agua golpear con su abrigo, la lluvia no era intensa realmente... era una simple llovisna que no conseguiría dejarte empapado a menos que esperarás en el mismo lugar por un tiempo considerable, la luna ni siquiera podía verse de lo gris que estaba el cielo, Dazai mantenía una mirada fría en su semblante como siempre acostumbraba, no le agradaba mucho la idea de que tuviera que ir con el jefe mas tarde debido a su petición, pero sinceramente no podía oponerse aunque quisiera, dicen que la mente es el único lugar donde puedes conseguir paz y donde nadie puede dañarte... sin embargo Dazai no pensaba igual ya que su mente era quien mas le hacía daño.

estaba a una cuadra de llegar a Lupin, esperando verse con Ango y Oda como de costumbre en cada velada... sin embargo esa vez sentía una vibra diferente, sentía que quizás sería la última vez que estaría con ellos de esa forma... sin embargo de la nada paro su caminar soltando un suspiro –¿solo planeas seguirme sin hacer nada?– habló cerrando sus ojos, después de eso escuchó unos tacones acercándose al vendado –no pensé que sabrías que estaba aquí– la voz femenina erizo cada parte de la piel del suicida, esa voz que lo atormentaba cada día... pensó que jamas la volvería a escuchar y sinceramente lo hubiera preferido, se dió la vuelta encontrándose con aquella mujer mas alta que él claramente sin considerar sus tacones de aguja, ella vestía elegantemente, un vestido negro con escote y una chaqueta aterciopelada color tinto con una boina, su cabello era tan largo como recordaba.... podría hacerse pasar por una verdadera dama

–eres demasiado obvia– habló aparentando aburrimiento, pero se sentía como si estuviera en la mas extrema de las atracciones de un parque de diversiones. Ella se acercó al suicida quien retrocedió por instinto, la mujer sonrió ligeramente aceptando el rechazo obvio –has crecido tanto... Tsushima-kun– pronunció la mujer con un tono maternal, sin embargo para el mayor rey de actuación y mentira esa fue la peor de las actuaciones que había visto en su vida

–¿Tsushima? te has equivocado mujer, ese no es mi nombre, y tu te vez como una dama, claro que esa ropa es imitación.... y hueles a perfume barato, digno de ti– murmuró observando fijamente los ojos de la mujer, debía de matarla... quería vengarse pero tenía.... miedo. Ella ofendida miro al suicida con el ceño fruncido alzando una mano para golpearlo, sin embargo Osamu sostuvo firmemente su agarré no permitiendo que le pusiera un solo dedo encima, la mujer retrocedió por instinto... Ella apenas caía en cuenta que su hijo era todo un hombre y que inevitablemente era mas fuerte que ella –el doctor Mori fue quien te ayudó ¿no?– preguntó sabiendo la respuesta, Dazai sonrió mientras asentía con la cabeza –así es– contestó y ella fingiendo temor se acercó a su hijo quedando exactamente frente de él, Dazai tuvo que levantar la mirada para poder verla a los ojos, esa mujer era verdaderamente alta.

–me alegro tanto... mi pequeño Tsushima, yo... mamá era muy tonta en ese entonces, pero tú.. se que puedes comprender ¿no? el doctor Ogai seguro que te dio una mejor vida....– murmuró sollozando, buscando obtener la empatía del mas joven, sin embargo eso no sucedió –¿porque estas tan herido..?¿que son todas esas vendas?– Dazai soltó pequeña risa, una muy oscura para el gusto de su madre –bueno, casualmente intenté ahorcarme un día, eso me dejo un moretón alrededor del cuello, y quise experimentar medicina así que corte mis venas para saber en cuanto tiempo un cuerpo humano se desangra pero lamentablemente no llegué a una conclusión específica y solo contraje anemia; la del rostro, bueno... esa respuesta ya la sabes ¿no?– preguntó, después de eso sintió como la mujer lo abrazaba con fuerza, Osamu quízo separarse pero no podía hacerlo, sentía como su rostro estaba en medio de esas asquerosas tetas que tenía, iba a vomitar ahí mismo, sin embargo lo único que hizo fue patear a la mujer alejándose y sacando de su abrigo un arma apuntando a la mas alta