𝑒𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙 𝑔𝑎𝑚𝑒

第10章

El auto donde estaban parecía frío y oscuro... Dazai miraba por la ventana cubriéndose totalmente con su abrigo largo, el cuál Mori Ogai le había obsequiado cuando ingreso oficialmente a la Port Mafia. El día era realmente frío y esto era realmente extraño en Yokohama en esa época

El adulto miraba sin vergüenza al mas joven, así como estaba vestido le recordaba a aquél niño el cual se había negado a tocar de la forma en la que hubiera querido, era cierto que había cambiado completamente su comportamiento cuándo Osamu creció pero sinceramente ahora al verlo así deseó cuidarlo como solía hacerlo, sabía que habría una diferencia, Dazai ahora se daría cuenta de sus intenciones, no como aquel niño pequeño que lo había mirado con admiración deseando algún día ser como él y desgraciadamente eso se cumpliría aunque ahora ya no lo quisiera, sin embargo Mori Ogai se había empeñado tanto en volver a Osamu en un monstruo tan oscuro que en algún momento estaría tan sediento de poder y avaricia que terminaría asesinandolo, eso no era una predicción, era un hecho.

Dazai siempre con el mantuvo un comportamiento sarcástico, positivo-pesimista y serio, se mostró así desde que Ogai lo trato como a un verdadero adulto de la Port Mafia, recordó todas esas veces que lo había golpeado hasta dejarlo con cicatrices que jamás iban a borrarse, las constantes humillaciones que le brindaba diciéndole lo débil que era, porque desgraciadamente era verdad; Dazai Osamu era débil pero muy inteligente, forzado a pensar de la forma mas vulgar y cruel posible, lo había obligado a cambiar su inteligencia ingenua en una cruel, pero sin embargo Mori tenía una vaga idea del porque Dazai seguía a su lado de forma fiel.

Suponía que se debía desde el día que lo salvó de aquel hombre que había intentado abusar de él y mas importante todavía, lo sacó del infierno de su hogar y aquella asquerosa madre que tenía, tal vez eso lo había detenido hasta el momento para asesinarlo en venganza por su terrible trato, por increíble que sonase Mori Ogai era lo mas parecido a un padre que había tenido en su vida. De repente pensó en Odasaku, el parecía ser una mejor figura paterna que el líder de la Mafia pero en él... Solo podía ver a un amigo, a todo lo que siempre quízo llegar a ser, el había sido su nuevo modelo a seguir después de que Mori lo tratará tan mal cuando dejo de ser un niño.

Ahora tanto líder como mano derecha estaban en aquel hotel refinado, habían entrado a este fácilmente y escoltados por dos miembros de la Port Mafia. Dazai sonrió de lado por un momento, ya sabía exactamente lo que iba a pasar y lo que haría en consecuencia, su inteligencia no tenía límites y sus predicciones nunca fallaban. Subieron por el ascensor, Ogai pudo notar aquella sonrisa macabra en el mas joven con esos ojos oscuros tan demacrados, Dazai seguramente ya sabía que hacer; al llegar a la oficina situada en el piso ambos se encaminaron y Mori tomo asiento en aquel escritorio largo con Osamu detrás suyo, ese tipo de cuartos eran utilizados para juntas de trabajo y en sí, eso era. –Es un placer tenerlos por aquí.. Mori-san y....¿?– aquel hombre se quedó callado, Ogai miró de reojo al suicida como pidiéndole que se presentase –Dazai Osamu– habló de forma sería y aburrida, el hombre sonrió asintiendo, Mori miro al hombre frente a él, sonriéndole de forma socarrona
–Mi mano derecha, o también conocido como la mente maestra del doble de negro– (y de Mafia, en gran parte)

Al hombre casi se le cae la mandíbula de la impresión, todos conocían en Japón y también de forma internacional al famoso "doble de negro" esos dos eran el dúo mas poderoso del bajo mundo e incluso del lado "etico" de la sociedad, nadie era rival para ellos, eso hizo que al hombre le interesará mucho mas aliarse a la Port Mafia. Sacó un maletín y lo abrió frente a Ogai –Son 5 millones de dólares– habló aquel hombre, mirando a los mafiosos –Necesitan una inversión ¿No es así? Ya que tienen más recursos que nosotros. Todos sus negocios son exitosos y queremos aliarnos con esa intención–