第18章

1.1K 123 13
                                    

🚨 Advertencia de contenido +18 🚨



el duelo de Osamu Dazai fue aparentemente poco duradero. ¿porque la gente estaba tan empeñada en querer hacerte creer que realmente te conocían? ¿porque alardeaban conocerte a la perfección?

esos duros días en la oscura habitación húmeda y sucia del castaño lo habían hecho pensar en lo que estaba viviendo inevitablemente, el suicidio llegó a su mente en mas de una ocasión –¿que te faltó decirme... Odasaku..?– preguntaba a la nada como si acaso en algún momento recibiría respuesta ¿que tenía que hacer ahora? no lo comprendía, Dazai era inteligente pero no podía imaginar en que esperaba de él Odasaku después de todo siempre se sorprendía con el recadero. Esas palabras que había dicho antes de morir estaban marcadas en su memoria y nadie hacía que desaparecieran... el único que estuvo a su lado fue Nakahara Chuuya.

–Dazai-kun– escuchó desde la puerta de su habitación, había perdido la noción del tiempo en ese lugar.. incluso había perdido un par de kilos por no comer aunque eso era rutina, al igual que sus excesos de sake, el pelirrojo era el único que le incitaba a comer y continuar con su miserable vida. Mori Ogai, lo odiaba tanto...

–Deberías volver a tus responsabilidades como ejecutivo de la Port Mafia de una vez.– ese tono de voz... tan cruel y despiadado ¿porque le había hecho eso? el jefe sabía perfectamente la amistad que tenían el junto con Odasaku ¿tanto por ese estúpido papel? –¿encerio? ¿eso es lo único que vas a decirme después de todo? estoy de luto; Mori-san ¿como te pusiste tu cuando Yosano Akiko creció para convertirse en la mujer que es ahora? ¿no sentiste una especie de luto?– hablaba sonriéndo con burla pese a su estado de ánimo como siempre, eso había llegado muy fuerte al jefe, ambos conocían sus debilidades de forma mutua y para ambos era muy sencillo atacarse –Mori-san... si me lo hubieras pedido habría hecho un plan maestro para terminar con Mimic. ¿que es lo que quieres de mí exactamente?–

el hombre sonrió, comenzó a acercarse al mas joven y se coloco sobre sus tobillos mirando al castaño quien tenía las vendas llenas de sangre –¿no es obvio Dazai-kun...?– el castaño claro que lo sabía pero fingía no hacerlo –claro que no, lo que mas te conviene a ti es tenerme de mi lado; Odasaku murió por tu culpa ¿como se supone que me conservarás de tu lado? incluso llamaste a mi madre para que se acercará a Chuuya y a mí, has entregado mi verdadero expediente. estás actuando de forma estúpida ¿sabes lo que estas haciendo?– hablaba con seriedad pero eso solo hacía sonreír más al hombre frente a él

–Estoy preparándote para ser un digno lider de la Port Mafia– eso era mentira y ambos lo sabían muy bien, pero ninguno diría nada al respecto... Ogai se levantó y dejo caer un papel al suelo –¿recuerdas la agencia de detectives que esta comenzando recién? te autorizo que investigues, me preocupa algo– y simplemente se fue









–¿investigar una agencia de detectives? ¿porque el jefe estaría tan preocupado por eso?– preguntó el pelirrojo, ambos comían helado en el mismo lugar de aquella vez, Chuuya insistió en ir ya que quería ver feliz al castaño que por mucho tiempo aunque aparentemente no se notaba había estado verdaderamente triste –su fundador es un conocido del jefe, probablemente esta inquieto por au posición contra la Port Mafia, odio los detectives– habló suavemente, después escuchó como un niño lloraba mientras corría por aquel parque mirando a todas direcciones, sentía tanta envidia. –vamonos, odio a los niños– hablo Osamu levantándose a la par que Chuuya alejándose de ahí, sin embargo el pelirrojo de reojo miraba a aquel niño albino llorar y después ser tomado del brazo por un hombre el cual comenzaba a gritarle, Nakahara quízo intervenir pero no lo hizo a final de cuentas, desgraciadamente.

–oye, Dazai.. lo que dijiste aquella vez de suplantar a Mori-san ¿era verdad?– el castaño asintió con la cabeza, mientras caminaban por las húmedas calles de Yokohama, Dazai lo observó por un momento admirando como se veía comiendo su helado, inevitablemente sonrió conmovido por un extraño sentimiento que se había apoderado de el en ese instante ¿que era lo que sentía? ¿amor?

–Dazai... entiendo que no pienses con claridad por tantas emociones fuertes pero... deberías considerarlo– hablaba, el castaño quería carcajear por sus palabras ¿emociones fuertes? ¿estaba hablando encerio? ¿es que nadie se daba cuenta realmente? bueno... eso mismo lo había elegido él,  pedía cosas que el había decidido no tener –¿eso significa que estás en mi contra?– preguntó y el pelirrojo simplemente suspiro sin saber que decirle –¿porque quieres hacerlo? según sé te salvó de tu madre psicópata, corazón ya no me engañas– le sonrió de vuelta; ¿como lo había llamado? las mejillas del castaño inevitablemente se volvieron rojas y su pecho se hizo cálido por primera vez en toda su vida... esa sensación... la sensación de sentirse vivo y pleno esa misma que había estado buscando por tanto tiempo.

finalmente lo había conseguido, sintió que tenía una razón para seguir viviendo. acompañado de hebras pelirrojas y ropa olor a vino















Era triste y desgarrador el juego que hacían con Osamu Dazai y con todo el mundo; darte algo bueno mientras te arrebatan algo que tenías y te hacía feliz... la vida funciona de esa forma inevitablemente. Sin embargo Osamu Dazai era demasiado inteligente para saber una sencilla cosa que no diría... al menos por ahora

ese momento fue muy emotivo y Nakahara lo pudo notar a la perfección –Chuuya... eres tan lindo– murmuraba entre besos hacía el cuello avellana con ligeras pecas, esos halagos hacían que la piel del pelirrojo se volviera rojiza y se erizara inevitablemente, Dazai estaba siendo extremadamente cariñoso con el y eso le encantaba. Por primera vez en todos sus encuentros sexuales podía ver a un Osamu completamente diferente ¿acaso... él..?

sus labios se juntaron en un beso necesitado, encajaban a la perfección mientras la música de fondo sonaba en la habitación del mas bajo sin saber en que momento llegaron a la sede; Osamu tomo una de las manos del pelirrojo y la acercó a su boca jalando su guante manteniendo contacto con el, ese chico era tan caliente.. tan atractivo ¿como pretendía que solo se quedará mirándolo? Dazai tenía un encanto inigualable sin duda alguna –vaya, estás cambiado– murmuró acercando su boca al cuello ajeno paseando su lengua con una suavidad impresionante, Nakahara sabía jugar sus cartas a la perfección.

–¿lo creés?– había preguntado lo obvio, aun así con todos esos aspectos Chuuya podía notar sus ojos llorosos... lo sabía a la perfección, el luto de Osamu aun no había terminado incluso después de dos semanas pero sinceramente no lo culpaba.

–sí... lo creó, son un perdedor ante ti; anda cariño no me hagas sufrir– la voz de Chuuya era completamente unica, su forma tan seductora de hablar estaba volviendo loco al ejecutivo. Volvieron a besarse con mas necesidad mientras quitaban su ropa mutuamente con velocidad, querían sentir sus pieles juntas de una vez; dentro de poco estaban completamente desnudos y sin tiempo que perder el castaño se colocó sobre Chuuya –como la primera vez– habló él mas alto, mientras ambos sonreían

–Chuuya– habló de repente, mientras rozaba el miembro sobre su entrada, el pelirrojo le miró al escuchar su nombre esperando que hablará –te amo– finalizó adentrando su erección dentro de él. Nakahara había logrado reprimir un jadeó por esa acción, ¿había escuchado bien? Dazai... le había dicho que lo amaba –¿que dices?– preguntó a duras penas, la saliva había desaparecido de su boca dejando seca su garganta –Dije... que te amo Chuuya– volvió a decirle, las mejillas del pelirrojo se volvieron rosadas y tibias.
un sollozo se escuchó de parte del castaño ante eso, su mente estaba llena de sentimientos que no podía controlar... le temía tanto a la felicidad como en ese momento

Chuuya se sentía en el paraíso..
en el aplastante peso del paraíso.

𝑒𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙 𝑔𝑎𝑚𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora