El nuevo día llega para Kageyama Tobio, despierta y siente un poco más de calor del que está usualmente acostumbrado. Agradable si tiene que ser sincero. Es la sensación de estar completo. Cuando busca la fuente de ese confortable ambiente, encuentra de responsable a un chico de cabello naranja abrazado fuertemente a su torso. Si recordaba bien, la noche anterior había dejado a ese pequeñajo en la otra habitación y no en la suya.
Gracias a todos los cielos que Nana no estaba o tendría mucho, pero mucho que explicar.
"¿Qué es lo que haces aquí?" lo mueve del hombro para despertarlo.
"No podía dormir" dice mientras se talla los ojos.
Despertó prematuramente a las tres de la mañana y se sintió incómodo solo el cuarto, por más que intentó volver a cerrar los ojos simplemente no pudo. Terminó por escabullirse a la cama de su entrenador. En sus brazos, no tardó ni cinco minutos en volver a dormir.
Sabiendo que regañarlo no iba a cambiar lo hecho, mejor lo mandó a lavar sus dientes en lo que él hacía lo propio.
Shoyo no puso ningún pero, se levantó y dijo que calentaría el desayuno después de su rutina de limpieza matutina.
."Debes de hacer tus deberes" menciona Kags señalando la mesas con cuadernos que desempacó de su bolso pero que no tuvo la intención de abrir.
Hinata pensó que los olvidaría el pelinegro, después de todo era más mucho más emocionante la idea de que ellos pasaran toda la tarde haciendo otras cosas como practicar, ver pelis o solo estar uno al lado del otro. La tarea era realmente aburrida.
Kageyama lo miró con desdén.
Él también fue un terrible estudiante en la preparatoria pero su yo del pasado y el yo de Hinata del presente eran dos cosas muy distintas. Bajo su cuidado tenía una gran responsabilidad por llenar.
"Podría hacer eso después de ir con el entrenador Ukai" promete Shoyo.
"No, no iremos hoy porque tienes un montón de deberes pendientes por la semana que te ausentaste" si no lograba hacer que avanzara con ello seguramente los Suga tendrían razones para conseguir una custodia completa y le había prometido a su papá que no pasaría.
"Pero la tarea es demasiado aburrida, seguro que cuando la acabe ya no podremos ir a entrenar" lloriquea con esa carita preciosa que tiene.
"Si te apresuras podemos hacer lo quieras" trata de motivarlo para que haga sus deberes.
"¿Lo que quiera?" Sonrió cómo si se hubiera sacado la lotería.
Sus ojos eran de alguien que ya tenía premeditada la situación.
"Lo que quieras dentro de lo racional" obviamente no iba a irse a los extremos, esperaba que Shoyo fuera sensato respecto a sus pedidos. Lo conocía y sabía que hasta cierto punto se mesuraba con lo que pedía. Aún si fuera hasta los extremos ¿Qué podría pedirle?
Shoyo, quien parecía ya tener un plan en mente hecho con antelación le preguntó:
"¿Qué tal besos?" sus ojos brillaban con emoción.
La ceja de Kageyama se elevó y entornó los ojos como si no creyera lo que él menor decía.
"Cada que yo acabe una tarea tú me darás un beso" explicó como si se tratarán de las reglas de un juego.
Ellos ya se habían confesado y correspondido de forma sentimental, pero apenas el mayor dejaba que se acercara. No lo dejaba dormir a su lado, ni tampoco permitía que infrigiera determinada distancia. Consciente o inconsciente, a Hinata no le gustaba nada.
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Son
RomanceKageyama Tobio dedicó toda su vida al voley, sin embargo una lesión lo saca de la duela profesional y lo regresa al instituto del cual salió años atrás. Ahí buscará formar un equipo campeón, lo que no espera es que en el proceso uno de los miembros...