Son

Te Quiero

Quiero tenerte aún cuando no sea correcto

Quiero amarte aún cuando el mundo lo prohíba

Estoy condenado al cielo o al infierno en un mismo espacio sin importar mi decisión, porque podría tenerte y ser odiado por el mundo o alejarte y vivir en la agonía de una vida socialmente correcta.

Tobio estaba esperando a que su padre hablara con los encargados del servicio social respecto al asunto.

Los niños corrían por todo el patio llenando de gritos todo el espacio,  aun con tal bullicio Tobio no podía dejar de pensar en lo ridícula que era toda la situación.

El niño del que su papá quería que él fuera responsable no era nada menos que Hinata. Su pupilo, la carnada definitiva de su equipo, el chico que le quitaba los sueños. Estaba feliz por haberlo encontrado, pero se sentía destrozado por hacerlo en esas condiciones. No podía ni imaginar que tan mal se sentía de perder a su tan amada madre.

Ella era el sol por el que orbitaba Hinata. Siempre amoroso, calmo y fiel por ella. Su universo seguro estaría congelado en esos momentos que ese astro se había ido.

Tenía que apoyarlo como lo hizo Hinata con él, no importara lo que costara. Era momento de regresarle un poco de lo que el más joven hizo por su persona.

Rió.

Era irónico pensar que lucho tanto por alejar a Hinata de su vida y de su espacio y terminaría viviendo con él.
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Cuando Hinata llega al despacho del director del orfanato lo primero que siente es que unos brazos lo atrapan. La cara de Hinata está en shock cuando se da cuenta de que es Suga sempai.

—¿Cómo estás? ¿Estás comiendo bien? ¿Has tenido algún problema mientras estás aquí?—Empieza a bombardearlo de preguntas.

—Koushi— carraspea su padre para hacer callar a su hijo.

—Lo lamento—Suga vuelve inmediatamente hasta donde están sus padres, se nota avergonzado de su actitud tan protectora.

Si antes Shoyo no entendía nada, ahora lo hace menos al ver a su superior junto a su familia. Para su suerte el director le explica toda la situación. La señora Sugawara fue  quien llamó a servicios sociales para informarles respecto a la forma en la que vivía Shoyo, reportó el nulo cuidado que tenía por parte de sus padres. Los de servicios decidieron evaluar la situación antes de interceder, después de todo este caso es muy común en las familias japonesas que los padres salieran a trabajar y los jóvenes se quedaran solos en casa. Para ello, trataron de contactar a su madre y fue ahí donde descubrieron que ella estaba en calidad de desaparecida, sin dudar ni un segundo lo pusieron en custodia.

Los Suga al enterarse todo lo que sucedía llegaron a la conclusión de que ellos se harían cargo de él. Eso le resumieron en diez minutos las personas presentes.

—Aún no sabemos del paradero de tu madre—dijo el encargado—, lo mejor para ti considerando tu situación es qu...

—Director—una voz tras la puerta se escuchó, el llamado concedió la entrada de la dueña de esa voz—. Lamento interrumpir, pero este hombre tiene algo muy importante que decirle.

Un hombre de facciones severas y cabello castaño entró en la oficina. Vestía un traje con una corbata suelta, su cara se veía cansada. Sus ojos se enfocaron en la figura de Hinata, más que él no le puso nada de atención porque había a su lado, un hombre que no creyó ver más en su vida. Era de cabello negro y ojos azules.

—Entrenador—dijo tan bajo que solo él mismo pudo escucharlo.

Mordió la cara interna de su mejilla para que el dolor le asegurara que no estaba soñando.