Si hay diferencia entre uno y dos días

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Debió suponerlo, si hay diferencia entre uno y dos días, si en la cancha ir un segundo tarde es el desastre.

 Ocurre algo que nadie comprende: Hinata no aparece el día de la práctica.

Con algo de irritación busca a Takeda para preguntar si hay algún reporte de él por causa de enfermedad de haber faltado y la respuesta es negativa.

El peliazul piensa que podría llamarle más no lo hace, pensando que mañana podrá riñarlo en persona. Se conforma con escribir un simple mensaje: mañana harás el doble de todo, idiota.

Ese día sin el pelirrojo podría ser descrito como "pacifico". Aún cuando estén ahí Tanaka y Nishinoya el ambiente parece increíblemente tranquilo. Habían pasado solo algunos meses desde la integración de los niños de primer año, pero no recordaba los tiempos de cuando el club era de esa forma. Sin Hinata y su energía desbordante que inspiraba a todos a esforzarse más, la explosiva combinación que producía con el de segundo, incluso sus recurrentes balonazos en el rostro parecían ya formar, el Karasuno ya no parecía el mismo. 

Eran dos días y ya estaba anhelando su sonrisa. 

Suspiró. No podía ser tan dramático por nada, mañana todo volvería a su normalidad. 

Sin embago, tampoco aparece al día siguiente ni al siguiente. Pronto los días suman una semana, Kageyama y todo el equipo no entienden nada de lo que está sucediendo. Hinata ama al voleibol, ama jugar, adora al equipo así que no cree que pudiera abandonarlos así como si nada.  Todo es demasiado raro.

Deja atrás el orgullo y la vergüenza atrás para poder llamarlo. El número ni siquiera conecta conecta.

Investiga con los chicos en el club pero nadie entiende que pasó. Suga y Daichi aseguran que se contactaron con él para cerciorarse  de que había llegado a casa sano y salvo, incluso Hinata les mandó una imagen de él en su cuarto. Takeda ha echo lo suyo tratando de contactar a la madre del chico y su suerte no ha sido mejor que la suya. La escuela no ha sido notificada respecto a tantas inasistencias y es posible que manden a servicio familiar para investigar. 

Un momento que empezó como calmo, se ha vuelto un tormentoso diario con el que se tiene que encontrar cada mañana que él llega y entre sus pupilos no está su carnada definitiva. Es claro que como el adulto que es, debe mantenerse sereno y guardar las apariencias respecto a lo mal que lo pone no saber absolutamente nada del paradero de Hinata. No sabe si está bien o quizás está enfermo. Teme por lo segundo, más ahora que es consciente que su progenitora lo ha dejado en un segundo plano desde siempre. 

 —Entrenador—Sugawara interrumpe su tren de pensamientos—. Sé que debemos de preocuparnos por nuestro potencial pero—se muerde el labio, pareciera que teme seguir hablando—, sin Shoyo tengo el presentimiento de que no podremos volar tan alto. No quiero decir que no estemos seguros con sus enseñanzas, entrenador.

Kageyama le revuelve los cabellos mientras sonríe de medio lado. Aunque no lo quiera aceptar, siente lo mismo que el armador. Sin Hinata ahí, todo está teniendo que ser cambiado. Las jugadas y rotaciones de ofensiva se minimizan dando pocos chances a marcar puntos seguros. Luego está que deben acostumbrarse a Narita, el bloqueo está coordinando apenas. No obstante, no dejará que esto se desmorone.

—Vamos a esforzarnos—iban a lograrlo—, él está ahí y tenemos que hacer que nos vea y sepa lo que ha dejado.

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En la soledad de su cuarto permitió que sus sentimientos salieran llenos de impotencia salieran. 

Actuaba de duro y seguro frente a todos los chicos y por dentro se deshacía.  

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