A partir de aquella noche se vuelve a repetir la invitación al pequeño cuervo de que se quede a dormir en su casa, una, dos, muchas veces más. Ninguno dice nada, ni a favor ni en contra, un acuerdo mutuo y silencioso de compañía se pacta sin palabra alguna.
Prometió darle horas de entrenamiento a Hinata a cambio de aquella cena, así que lo hace, dos horas extras al terminar su rutina con el equipo. Pareciera una exageración a los ojos del público pero Hinata insiste, argumenta que al no ir hasta su casa tiene mucha energía de sobra.
Un tanto se dedican a las recepciones, las cuales se le dan nefasto al muchacho, la mitad del tiempo se la pasa gritando sobre lo mucho que apesta, pero por dentro le agrada tener un pretexto para tocarlo. Porque no es hasta que le acomoda la postura manualmente que Hinata entiende cómo ha de colocarse.
Después, casi llegando al final, hacen lo que más le gusta a Shoyo, practicar los remates. Para esto, Kageyama levanta para Hinata las veces que éste se lo pide. No le molesta, le fascina. Ver como se eleva y remata una de sus colocaciones le llena de una manera muy extraña, algo que ya comenzaba a olvidar desde su forzoso retiro. Es reconfortante sentir la duela y participar con el balón en vez de sólo estar dando órdenes.
No quiere sonar como un demente egolatra pero, pareciera que Hinata brilla más cuando está con él, solos en aquel viejo gimnasio es más efusivo y animado. Siente que grita más alto para que él se la coloque que con el joven Sugawara. Se siente más especial para él que cualquier otra persona.
Cuando terminan dejan todo preparado para la práctica del siguiente día. Caminan un par de minutos platicando de alguna cosa, casi siempre de volei, algunas veces deja que el menor indague en su vida personal y otras más él mismo es quien lo interroga. Descubre muchas cosas en solo diez minutos, Hinata no se contiene cuando habla, responde con lujo de detalles casi como si fuera una obligación.
Luego llegan a la parada, se miran y Hinata le pregunta que si ha comido algo, Kageyama niega y el menor dice que preparará algo para él. Pasan a comprar los ingredientes al súper más cercano, alternando los gastos; Kageyama no se molestaría en cubrir las compras puesto que es el más beneficiado, pero Hinata se aferra a aportar algo más que mera mano de obra. Rara es la vez que entran juntos, casi siempre es Kageyama quien se mantiene esperando a Shoy fuera del local.
Cuando terminan las compras, el mayor se encarga de llevar las bolsas hasta su casa.
Ya en su hogar, Hinata lo hace participar mucho al preparar la cena, le empieza a enseñar lo básico de la cocina. No lo esperaba pero es bastante diestro con esto de cocinar, también es un buen instructor porque ha logrado que aprenda a utilizar la arrocera sin estropearla, ni siquiera Nana ha logrado aquella gran hazaña.
Cenan en silencio, y terminan tan tarde que se le hace una irresponsabilidad dejar marchar al muchacho en medio de la noche. Tantas cosas podrían ocurrirle y lo último que desea es quedarse sin ese sol dorado.
Se queda.
Al principio parece un acto inofensivo, algo que no podría lastimar a nadie, porque él sólo está dando asilo a uno de sus jugadores. Que error tan grande. Lo entiende el día que Shoyo cae dormido sobre su hombro y él de queda como bobo mirando su rostro, sus labios. Son tan bellos, delgados y provocadores que por un segundo quiere comérselos de un solo mordisco.
En ese momento se odia porque no tiene el valor para hacerlo, lo desea pero sabe que no puede tenerlo, ahora ni nunca. La realidad le cae como agua helada, no debe estar tonteando con Hinata así, de manera tan despreocupada. Nana va a volver pronto y no sabe cómo va a explicarle que ha colado a este niño a su casa, en su rutina del día, en su corazón. No importa que tanto lo ame Nana, está seguro que no permitiría esto.
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Son
RomanceKageyama Tobio dedicó toda su vida al voley, sin embargo una lesión lo saca de la duela profesional y lo regresa al instituto del cual salió años atrás. Ahí buscará formar un equipo campeón, lo que no espera es que en el proceso uno de los miembros...