Hinata pasó el resto del día terminando todos los deberes, ni siquiera tuvieron tiempo de volver a ir con el viejo Ukai porque realmente tenía mucha tarea atrasada. Y solo salió del cuarto en contadas ocasiones para comer y tomar su baño.
Kageyama pudo respirar tranquilamente porque no habló más de los besos, sólo de planes que tenía para ellos la próxima semana que estuviera en su casa. Aunque si le provocó un sentimiento de
.
Contrario a las ideas del joven entrenador, Hinata no dejaba de pensar en el acercamiento que tuvieron, pero con una idea bastante diferente.Se tocó los labios con la boca.
"Fue terrible" susurró a la oscuridad del cuarto que le preparó Tobio.
Así era el beso que le dio su entrenador.
Shoyo recordó que Kageyama le dijo que su vida siempre había girado en torno al deporte, no es de esperar que no tuviera experiencia en el campo del romance.
Ahora entendía porque estaba tan negado a besarlo, seguro estaba preocupado por su inexperiencia. Podía apostar que moria de la vergüenza de que un chico de preparatoria criticara sus terribles habilidades para besar.
Pero Hinata iba a ayudarlo, ellos eran un clase de pareja y las parejas se apoyan, pensó decidido.
¿Cómo podría hacerlo?
¿A quién podría preguntarle?
.
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La señora Sugawara estaba doblando la ropa de su familia cuando un ramillete de cabellos naranjas entró en su campo de visión. Parecía conflictuado respecto a entrar o no en su campo personal.Le hizo un asentimiento para que se acercara. Inmediatamente el niño fue hasta ella y se puso de rodilla, imitando la postura que ella tenía.
"¿Todo bien?" preguntó con el tono más dulce que tenía, para brindarle la confianza de platicar con ella.
Apenas tenía una semana desde que se quedaba en su casa y sabía que faltarían muchas más antes de que él sintiera ese hogar como suyo, después de todoShoyo llegó a su casa en una situación que ella nunca le desearía a ningún niño.
"¡Sí!" asintió enérgicamente y empezó a ayudarle con su tarea.
"¿Kageyama te trató bien?" el chico volvió a asentir con la misma energía, ella se sintió reconfortada cuando además de ello él le contó todo lo que hicieron el fin de semana.
No estaba muy de acuerdo con tener que dividir las visitas del niño, pero la situación era bastante complicada y si iniciaba un proceso legal, Shoyo iba a terminar en la casa de la familia Kageyama hasta que se diera un veredicto que evidentemente no iba a ganar. La custodia fue dejada a ese hombre y ellos no eran familiares sanguíneos para apelar.
"¿Puedo ir a ver al entrenador Ukai después de comer?" preguntó con timidez .
"Claro, aunque no te sobreesfuerces" ella creía que estaba bien ser apasionado, pero no de manera extrema que pudiera comprometer su cuerpo.
"No lo hago, pero no soy lo suficientemente bueno aún así que debo practicar y practicar mucho más" y los ojos que ya era brillantes se encendieron una vez más "¡Eso es!" parecía que una epifanía le vino a la mente en ese momento "Es lo que debe hacer, practicar y practicar"
"¿Quién debe practicar qué?" preguntó ella no entendiendo bien el flujo del tema.
Las orejas de Hinata se colorearon al mismo tiempo que decía que solo decía cosas al aire y ella sonrió ampliamente, más o menos intuyendo que seguramente era sobre una persona muy especial para él o quizás algo demasiado personal.
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Son
RomanceKageyama Tobio dedicó toda su vida al voley, sin embargo una lesión lo saca de la duela profesional y lo regresa al instituto del cual salió años atrás. Ahí buscará formar un equipo campeón, lo que no espera es que en el proceso uno de los miembros...