Capítulo 35

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Capítulo 35

Ansia pura

Casi no podía reconocer al tipo del espejo...Se había puesto su traje azul marino, camisa blanca y corbata de rayas...pero esta tampoco le gustaba...Con gesto de fastidio se sacó la nueva corbata descartada y la tiró sobre la cama con las otras tres. Volvió a mirar el reloj, las seis y media, le dio unos golpecitos a la esfera con el dedo, ¿seguro era esa hora? La última vez que lo miró eran las seis y veinticinco...

Finalmente se sentó en los pies de la cama y reconoció que estaba nervioso...bueno quizás no eran nervios exactamente...era más bien ...ansia pura. Había dejado a Ezgi en la mansión Kirimli sólo unas horas atrás y si alguien ahora mismo le preguntase qué quería la respuesta sería rotunda, la quería a ella, y la quería ya. Su pequeño bombón rubio lo había vuelto loco pero a la vez más centrado de lo que había estado en su vida. Ahora veía claramente su futuro...lo que siempre le pareció típico y aburrido ahora lo encontraba infinitamente deseable. Y es que lo quería todo con ella, siempre, hasta el más pequeño detalle.

Una sonrisa escapó de sus labios al pensar en la cara de sus padres hacía un rato. Cuando llegó a casa los encontró sentados todavía a la mesa del desayuno. Se sentó con ellos y antes de que de los labios de su madre fluyeran las típicas preguntas de madre preocupada, él levantó la mano en un gesto que frenó su lengua y dijo,

- Buenos días...sí mamá estoy bien anoche estuve a resguardo de la tormenta y cómo ves ileso.

La madre de Aksak soltó el aire que contenía al ver respondida su pregunta no formulada. Pero la buena mujer volvió a contenerlo expectante tras las siguientes palabras de su hijo.

- Necesito que hoy a las ocho me acompañéis a la mansión Kirimli para una pedida de mano.

Se hizo un minuto de silencio tras el cual su padre lo miró extrañado y dijo,

- ¿Porqué? ¿Quién se promete que requiera nuestra presencia?

- Yo.

La escueta respuesta fue recibida por el silencio nuevamente. Su padre fue a decir algo pero su madre tomó su mano y lo frenó para dedicarle una mirada sabedora.

- ¿La chica rubia?

Aksak miró a su madre con admiración, ella lo sabía...Él apenas recordaba haber hablado de Ezgi a su familia, sólo de pasada...¿o quizás no fue tan de pasada...?

- Sí...se llama Ezgi, ella es...

Su madre lo interrumpió,

- Se quien es...a las ocho estaremos listos, ¿tienes lo necesario?

- Sí, mamá, todo controlado...

- Muy bien hijo...ponte el traje azul...resalta tus ojos.

Tras decir esto se levantó y salió del comedor, Aksak supuso que a hacer sus propios preparativos. En el comedor quedaron solos su padre y él que se miraron con desconcierto. Su padre volvió la atención al plato frente a él y sin mirar a su hijo le preguntó,

- ¿Estás seguro hijo?

- Más de lo que jamás estuve de nada.

- ¿Es bonita?

- Demasiado...

- ¿ Sólo por fuera?

- Por dentro no es sólo bonita... es inexplicable....

Una sonrisa se dibujó en los labios del hombre y mirando a su hijo con una sonrisa satisfecha dijo,

- Bien, por lo visto tendré nietos guapos...y rubios...

NO HAY FLOR SIN ESPINASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora