Capítulo 38
Luciernagas
Cuando los novios se marcharon, todos los que contemplaron su salida se prepararon para seguirlos a la casa de Aksak donde se celebraría el matrimonio y la posterior recepción. De repente Seher se dio cuenta de que ni el hermano Ziya ni su mujer estaban por allí. Justamente su cuñada apareció en ese momento desde la cocina y se acercó a ella. Seher se extrañó al darse cuenta de que su cuñada no estaba arreglada.
- Señora Ikbal,¿qué sucede porque no está aún vestida?
- Lo lamento mucho Seher, pero no iremos a la boda. Ya sabes que a Ziya no le agradan los eventos multitudinarios y hace un rato tuvo una de sus crisis debido a la emoción. Tuve que darle la medicación y ahora está dormido, así que no puedo dejarlo solo.
- Cuanto lo lamento, debió decírnoslo...
- No querida, es la boda de tu amiga no quería estropear el estado de animo de todos ni preocupar a la novia.
- Es muy considerado por su parte, pero...
- No hay peros, coge a tu marido y pasadlo bien yo me quedaré aquí para vigilar a Ziya y echar también una mano con los niños a Cenger. Vosotros no os preocupéis por nada y disfrutad, la boda.
- Esta bien muchas gracias eso haremos.
- Solo una cosa,¿ podrías dar a los novios el regalo de nuestra parte?
- Claro que sí, aunque no era necesario que os hubieseis molestado.
- Por supuesto que si era necesario, ellos son como de la familia después de todo.
Ikbal entregó a Seher una pequeña caja con un sobre prolijamente adornada con un lazo y se retiró a las habitaciones. Seher observó su partida y pensó que era una pena que el hermano Ziya siguiese teniendo estas malditas crisis...Era un hombre de corazón amable y alma de niño, con una sensibilidad muy especial. Sabía que disfrutaba de los eventos familiares pero por desgracia se veía que en esta ocasión a pesar de la felicidad le había podido la emoción.
Perdida en sus pensamientos no se dio cuenta de la llegada de Yaman hasta que este la abrazó por la espalda y dejó un ardiente beso en su cuello.
- Estoy muy tentado de saltarme la boda y arrastrarte al hotel más próximo, para sacarte este vestido y hacerte cosas prohibidas en los dos hemisferios...- le susurró el demonio en el oído.
Un escalofrío de fuego recorrió a Seher de los pies a la cabeza, su marido tenía este don para con ella...una frase susurrada, su voz y su cálido aliento en la piel y ella estaba irremediablemente perdida. Siempre no había sido de esa manera, excepto con su voz...aun en sus peleas más cruentas la voz de Yaman conseguía que su femineidad cantara una canción que sólo ella podía interpretar.
Seher se volvió entre sus brazos y metió los suyos por debajo de la chaqueta para abrazarlo con la menor cantidad de tela posible entre ellos. Yaman se endureció por la sorpresa y la abrazó unos instantes después. Sabía que su marido disfrutaba desestabilizándola y poniéndola nerviosa con sus insinuaciones, pero tras más de un año casados él debería saber que a este juego podían jugar los dos...Arañó su espalda sobre la camisa y mirándolo a los ojos le dijo muy seria.
- Creo que tienes razón...llama a un hotel y reserva habitación...
Los ojos de Yaman se agrandaron por la sorpresa, pero unos instantes después pensó que su esposa bromeaba y le mantuvo la mirada a la espera de que ella sonriera y le dijera que era imposible tratar con él y que debían marcharse. Pero el momento se prolongó y ella continuaba mirándolo expectante.
ESTÁS LEYENDO
NO HAY FLOR SIN ESPINAS
FanficHistoria alternativa basada en la telenovela Emanet del canal 7de la televisión turca.