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El mercado de la ciudad se hallaba más apacible que de costumbre, poca gente rondaba en las calles principales y Laisha lo agradecia profundamente

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El mercado de la ciudad se hallaba más apacible que de costumbre, poca gente rondaba en las calles principales y Laisha lo agradecia profundamente. La concentracion de personas en ese lugar era algo que siempre había aborrecido.

Hizo sus compras normalmente y al terminar dicha labor se propuso a regresar a su hogar a pasos lentos, después de todo hoy estaría completamente sola.

En las lejanías un dios la observava de forma penetrante, esperando pacientemente su momento. La siguió todo el camino sin que ella tmara en alto su presencia.

Una vez la azabache regresó a su hogar, aquella divinidad hizo acto de presencia frente a ella dándole un susto a la chica.

-¿Acaso te asusté?- Su voz era ronca y sus ojos desprendían un brillo totalmente desquiciado.

Desde una distancia prudente Afrodita se encontraba como espectadora de tal escena, el hechizo que había lanzado sobre Helios había dado sus frutos.

Laisha tragó saliva, el hombre llegó de sorpresa y la mirada en su rostro le daba muy mala espina.

-¿Q...quien eres?- Interrogó con la voz entrecortada y retrocediendo varios pasos atrás chocando contra una de las paredes exteriores de su hogar.

-Yo soy Helios, la personificación del sol y he venido para Convertirte en mi esposa- Respondió acercándose a la femenina.

Helios no solía comportarse de esa manera, se le consideraba como alguien bondadoso, amable y justo, sin embargo el hombre había sido envuelto por el hechizo de Afrodita, su comportamiento era el origen del desenfrenado amor que la diosa de la belleza le había otorgado.

-No te conzoco, tu posición como dios no me hará aceptar tal propuesta- Ella trató de mostrarse firme ante el, pero estaba claro que una simple humana como ella no podía hacer nada contra un dios como el.

Helios sonrío, una potente luz comenzó a brotar de el y está impactó contra la casa en la que Laisha vivía.

Las llamas no tardaron en divisarse, en poco minutos aquella construcción se hallaba envuelta por un potente y abrasador fuego.

-¡Por favor detente!- Con la voz temblorosa y los ojos humedecidos de pavor Laisha trató de detenerlo - ¡Te lo suplico, este es mi único hogar! ¡¿que fue lo que hice?!.- Los gritos de la azabache no cesaban.

-Acabas de rechazar a un dios, ahora tu eres la siguiente- Helios volvió a crear una de sus esferas de luz, esta vez más potente que la anterior.

Su resplandor provocó una ceguera temporal en Laisha, esta cubrió sus ojos dañados con uno de sus brazos evitando que más de esa iluminación impactara con su visión.

-Esto te enseñará a no volver a rechazar a uno de los nuestros- Y tras lo dicho aquella esfera fue dirigida contra el frágil cuerpo de Laisha.

El impacto había sido tal que ella fue lanzada abruptamente hacia un árbol cercano, severamente herida y al borde de su muerte.

ᴏᴄᴇᴀɴ 《ᴘᴏꜱᴇɪᴅóɴ》©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora