21

4.1K 548 90
                                    

Las nauseas y vómitos no habían cesado en la azabache la cual estuvo sufriendo esos síntomas desde la última vez que residió en el palacio de Poseidón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las nauseas y vómitos no habían cesado en la azabache la cual estuvo sufriendo esos síntomas desde la última vez que residió en el palacio de Poseidón.

-Definitivamente la joven Laisha está esperando un hijo, felicidades- El médico que Airlia contactó para que examinará a su hija se separó de la paciente que reposaba en su cama, estupefacta al dar oído ante tales palabras.

Por supuesto que la mujer mayor y las sirvientas de ese lugar ya sabían de lo que se trataba, de todas formas la madre de la chica contactó a un profesional ahora que tenía la oportunidad.

Cristel quién era la tía de la azabache frunció el ceño por dicha información.

El hombre de apariencia avanzada se marchó de la habitación, quedando esta en un incomodo silencio el cual no subsistió mucho tiempo.

-Te eduqué para que fueras una dama hecha y derecha- Cristel se avecinó contra su sobrina consumida por la rabia -¡¿Quien es el desgraciado padre de esa criatura?- Alzó la voz y ante dicha acción Laisha dio un saltito temeraria.

-¡Cristel!- Ahora fue Airlia quien elevó su tono, conmocionando a todos en ese cuarto pues jamás habían logrado presenciar la furia de la mujer.

-¡No te atrevas a hablarle de esa forma a mi hija!, te recuerdo que yo sigo siendo su madre y tu simplemente eres su tutora- Aquella mujer que se caracterizaba por un rostro apacible y dulce ahora era tan gélido como el hielo.

Sin duda sacó varias sorpresas por parte de los allí presentes.

-Que no se te olvide que fui yo la que te dió un techo donde vivir Airlia- Fijó su enfurecida mirada hacia la de su hermana.

-Esas amenazas ya no te servirán de nada, esta fortuna nunca fue tuya. ¿Quieres hecharnos? adelante, hazlo- Contratacó esta ya harta de permanecer callada ante la abusiva autoridad de su hermana mayor -No teníamos nada antes de llegar aquí y aun así éramos felices- Sus ojos se dirigieron hacia los de su hija quien presenciaba todo con cierto temor y desconcierto -Ve con el hija- Ordenó suavizando su tono.

Laisha asintió sin articular palabra y poniéndose de píe salió de ese lugar con rumbo hacia la playa.

No divisó a Poseidón por ningún lado como era de esperarse, así que con sutileza tomó aquella perla obsequiada por el dios de los mares.

-Poseidón..- Musitó suavemente tratando de localizar con aquel dios.

Poseidón persistía en silencio mientras daba oído a lo que su humana le contaba, incluyendo lo del bebé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Poseidón persistía en silencio mientras daba oído a lo que su humana le contaba, incluyendo lo del bebé. Eso generó cierto temor, pues aquella pesadilla que tuvo semanas atrás se manifestó en sus pensamientos por segunda vez, por otro lado una inexplicable felicidad surgía en el ante tal noticia.

-¿No estas feliz?- La preocupada voz de la oji negra llegó a los oídos del rubio, quien no dudó en tomar suavemente la mano de la contraria.

-Claro que si- Le dedicó una calida sonrisa para animarla, Laisha sonrió por el gesto y con cuidado recargó su cabeza sobre el hombro de la deidad.

Los más profundos temores de Poseidón manaron como si de un geiser se tratase, esto no podía ser pura coincidencia.

La chica se había vuelto su mayor debilidad.

-Los cuidaré a ambos, tenlo por seguro- Dirigió una de sus manos hacia el vientre de la femenina y antes de lograr tocar la zona, pidió permiso a esta con su mirada.

Cronos nunca había sido un padre ejemplar para él y ese era uno de los temores que cargaba consigo. El no ser un buen padre para ese pequeño o pequeña.

El era nuevo en todo esto de la paternidad.

-No tienes que pedirme permiso- Con convicción posó sus oscuros ojos sobre los azules del contrario.

El Dios asintió acortando la distancia entre sus manos y el vientre de Laisha.

Estas ejecutaban tenues movimientos sobre la zona, una pequeña vida comenzaba a surgir en ese lugar.

Laisha no pudo evitar sonreír por tal escena, las memorias que guardaba desde el día en que se conocieron salieron hacia la luz.

Un hombre sumido en la soberbia y orgullo, sin duda un gran cambio se experimentó entre el pasado y el presente y aunque Poseidón mantenía su característica forma de ser con los demás, cuando se trataba de ella esta era totalmente diferente.

-Será una niña- Expresó con seguridad aún manteniendo su mirada en el abdomen de la femenina, ocultando su preocupación.

La azabache rió.

-¿Como lo sabes?- Interrogó la de oscuros cabellos ladeando ligeramente su cabeza ante la afirmación de la deidad.

-Lo Presiento- Musitó este depositando un suave beso en el exterior del lugar en donde aquella parte de ambos germinaba mediante el paso del tiempo.

Poseidón se sentó a su lado nuevamente.

-Cuando nazca, prometo vivir aquí contigo- Tales palabras desempeñadas por Laisha lo sacaron desprevenido, esta se avergonzó por lo dicho -Claro si tu qui..- No logró acabar su frase debido a un beso depositado sobre su frente.

-Eso me encantaría- Expresó mediante que su rostro cambiaba a uno más afectuoso.

El final se aproxima, quería agradecerles por todo el apoyo que le han dado a esta historia, cuando comencé a escribirla no pensé que podría llegar a gustarle a tantas personas.

En serio gracias.

ACLARACIÓN:

En la verdadera mitología se que Poseidón tuvo tantos o más hijos que Zeus, pero esta historia no es cien por ciento fiel a la mitología.

Poseidón aquí jamás tuvo hijos.

ᴏᴄᴇᴀɴ 《ᴘᴏꜱᴇɪᴅóɴ》©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora