Sus manos permanecían entrelazadas y sus miradas estaban puestas sobre el mar. Laisha se encontraba sentada entre las piernas de Poseidón, apoyando ligeramente su espalda contra el pecho del contrario.
El de dorados cabellos dejaba pequeñas caricias con su pulgar en la pequeña y delicada mano de la azabache, depositó un casto beso sobre la cabeza de esta.
Los dos se encontraban en paz, disfrutando la compañía del otro, eran personas de pocas palabras pero su silencio lo decía todo, no necesitaban demostrar su cariño mediante sílabas.
-Entonces tu tía no te permitía salir..- Poseidón rompió el silencio con un suave tono, Laisha asintió con la cabeza.
-Así es, varias veces traté de escaparme pero siempre lograban atraparme- Explicó esta volteando para poder verlo.
El rubio plantó un suave beso en la frente de la contraria y se puso de píe.
-Vamos a mi palacio- La ayudó a ponerse en pie, Laisha no se negó ante lo dicho.
Sin más Poseidón la llevó a su palacio y una vez estos estuvieron dentro la joven sonrío ampliamente, el hogar de Poseidón había perdurado en su mente como un buen recuerdo.
Tomando la mano de Laisha con delicadeza, Poseidón se puso en marcha hacia su habitación.
Una vez allí el la tomó de la cintura apegandola contra su cuerpo y sin más comenzó a deshacerse de las ropas de la joven.
Esa noche entre besos y caricias el le demostró todo el amor que sentía por ella.
-¡Ya estoy harto de esa humana!- Zeus estaba más que furioso y con fuerza bruta arrojó las cosas situadas en la mesa.Allí va mi arduo trabajo.
Pensó Hermes, le tomó una hora poner cada cosa en su lugar correspondiente y que todo quedase perfecto. Todo para que su padre lo desordenara.
¿Lo peor?.
El iba a ser el encargado de limpiar ese desastre.
-Padre no creo que esa humana perjudique a el olimpo- Habló levantando una de las copas que había salido volando por los aires -Tarde mucho para que quedara brillante..- Se quejó en voz baja observando a la copa ahora con polvo y gotas de vino.
-No necesitamos una humana más aquí, sabes como terminará- Se quejó ya recuperando su compostura.
-Poseidón parece feliz con tenerla- Hermes posó sus ojos sobre su padre.
Papá es el sujeto más descarado.
Pensó para si mismo el azabache.
-Es el colmo, necesito deshacerme de ella sin que Poseidón lo sospeche- Murmuró observando a través de él ventanal de su castillo.
-¡¿No podías aparecerte algún otro día?- El grito de Poseidón se escuchó por todo el palacio.-¡Ya te dije que lo sentía, debiste cerrar la puerta!- Hades intentaba calmar la furia de su hermano, aunque fue en vano.
El azabache fue de visita al día siguiente, pero no halló a su hermano por ningún lado y eso le resultó extraño pues Poseidón solía levantarse a primera hora de la mañana.
Sin sospechar de nada, se encaminó a la habitación del menor entrando sin autorización, encontrándose con una escena bastante comprometedora por parte de los protagonistas.
-¡Bastardo! ¿¡como te atreves a entrar en mi habitación sin permiso?!- Lanzó su tridente con fuerza hacia Hades esperando matarlo en el proceso, pero la deidad lo esquivó.
Laisha permanecía en silencio y totalmente roja, estaba muy avergonzada por lo sucedido.
-¡Me preocupé por ti!- Gritó este luego de esquivar el ataque de su hermano -Te juro que no vi nada- Se defendió levantando sus manos.
Poseidón frunció aún más su ceño, iba a matarlo.
-¡Solo lárgate!- Decretó hostilmente tomando en mano su tridente que segundos atrás fue arrojado hacia su hermano.
Laisha tomó la mano del rubio y este la observó tranquilizandose en el proceso.
-E..está bien, fue un accidente- Esta trató de tranquilizar los aires de ambas deidades.
Milagrosamente eso funcionó.
Estar de vacaciones me da tiempo de actualizar bastante xD .
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ᴏᴄᴇᴀɴ 《ᴘᴏꜱᴇɪᴅóɴ》©
Фанфик-Mírame a los ojos- Decretó la joven a el imponente hombre que yacía frente a ella. El no respondió pero, por primera vez en toda su existencia esos ojos que el dios portaba, ojos como su mismo reino. El océano. Se posaron sobre los de un humano. ...