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A la luz de la tarde noche BaekHyun se pasaba la mano por su pelo desordenándolo fuertemente, tenía un pequeño tic en su ojo izquierdo y su quijada estaba tensa, miraba a la nada pensando en cómo sobrevivir a la próxima ruina que caería sobre su familia, la carga que debía mandar a Lantai se había perdido y nadie podía hacer nada, nadie se quería responsabilizar, nadie le daba soluciones.

No sabía cómo iba a mantener a sus caprichosas hijas, como iba a comprar la comida, como iba a cuidar a Jin, como iba a pagarle el nuevo monto al jefe del pueblo, zapateó enojado el piso aun sentado sintiendo lágrimas en sus ojos, tendrían que cambiarse de casa, tendría que encontrar un nuevo trabajo y pensar en cómo sacar dinero de algún lugar rápidamente, estaban en la total ruina.

--¿Baek? ...BaekHyun ¿Qué pasa? – El pelirrojo sintió una mano en su hombro y vio por él rabillo del ojo una sombra sentándose a su lado en el banquillo donde estaba teniendo la crisis de su vida, levantó la cabeza encontrándose esos ojos familiares que torpemente lo hicieron pararse y dar una reverencia, la sonrisa apareció automáticamente olvidando sus problemas.

-- Rey Chanyeol ... ¿que lo trae hasta él reino vecino? -- Preguntó Baek muy formalmente haciendo reír al rey quien ya sabía que por más que le dijera al pelirrojo que no necesitaba tratarlo formalmente, él lo seguiría haciendo, el alto copió la reverencia todavía sentado y los dos se vieron a los ojos unos segundos, nadie de los dos reinos sabía la relación de fuerte confianza que tenían ellos dos, solamente el fiel guardia de Chanyeol, Jaebeom, sabia cuántos años de amistad y sentimientos tenían esas dos personas.

Antes se veían mucho más seguido, sobre todo en su infancia donde el príncipe vecino cruzaba ilegalmente las fronteras solo para jugar con el hijo de unos comerciantes, pero actualmente él tiempo no los favorecía, la vida familiar, un reino que cuidar y una odiosa bruja los habían distanciado, pero no cortado sus lazos.

BaekHyun volvió a sentarse a un lado de Chanyeol quien contemplando la siempre joven y hermosa sonrisa del contrario le dio un abrazo rompiendo la brecha rey-comerciante que siempre tenían en los primeros segundos de encuentro, todavía recordaba cuando el solo era un pequeño príncipe que terminó cruzando la frontera de los reinos en guerra, siendo salvado por un chico de en ese entonces rubio cabello, luego de ese suceso siempre se juntaban en el bosque que separaba los reinos a platicar, jugar y aprender cosas, realmente extrañaba juntarse con Baek.

A la pregunta antes realizada por el comerciante solo levantó los hombros, estaba de paso por el reino vecino, nada muy importante, cedió la palabra al pelirrojo preguntando mudamente lo mismo y preocupándose cuando los ojitos chispeantes de su chico se empañaron en lágrimas.

--Me encuentras en un pésimo momento Yeol...acaban de perder la carga que tenían que llevar al extranjero y nadie se quiere responsabilizar de eso, nadie me dijo nada, nadie me informó, nadie me ha dado respuestas...todo se perdió -- Respondió volviendo a agarrar su cabeza de las punzadas de dolor que estaba sufriendo debido al estrés del momento, Chanyeol miró a los lados y sobó la espalda del más bajo tratando de reconfortarlo.

-- Oh ... ¿pero no tienes otra de repuesto? algo con que solventar la pérdida, mi padre lo hacía así antes de perder los dominios del puerto...-- Preguntó el alto atrayendo a Baek hacia el para apoyarlo en su pecho en un medio abrazo.

Él pelirrojo realmente parecía devastado, no sabía verdaderamente como se debería sentir pasar una situación de ese estilo, él había nacido en cuna de oro, con unos padres que le dieron todo, con sirvientes y seguidores, el no tuvo mayores complicaciones que saber dirigir un pueblo y estudiar, igualmente, no le gustaba ver a su ángel de esa manera.

-- No tengo nada ...por dios yo soy un idiota, pensé que si entre más productos comerciaba más seria él dinero que ganaría, solo pensaba en poder costear una buena vida para ellos... ¡Mande todo lo que tenía Chanyeol! ¡Todo! y eso malditos desgraciados lo perdieron, no tengo dinero, ni mercancía... – Dijo Baek parándose rápidamente al caer en cuenta de su gran error, solo pensaba en las exigencias de sus hijas y en comprarle más libros a Jin, suspiró con la mirada baja, no sabía cómo salir de esa situación.

The Handsome and The Beast ~•NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora