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Los días pasaron desde aquella reveladora información, días densos para todos en aquel castillo, pues el ambiente se había vuelto muy tenso de un segundo a otro.

Jin en esos momentos miraba el techo de su habitación todavía en pijama escuchando los roncos ronquidos de Taehyung.

El reloj marcaba aproximadamente las nueve de la mañana, había despertado de una pesadilla, un vivo recuerdo de su niñez más la fantasía creada por su cerebro de sus dos padres revelándole la ya no tan sorprendente información, de que era un príncipe.

La ya recurrente pesadilla le daba el peso de lo que aquel titulo significaba, su destino era ser un rey y eso le asustaba, no sabia nada de aquello, no sabia que era ser de la realeza, a él nunca le gustó aquella vida, nunca dejó que su pueblo lo tratara así, no sabía cómo sentirse.

Era hijo del rey vecino, del rey Chanyeol del cual tanto había escuchado cuando pequeño, era hijo de una reina fallecida, era hijo del amigo de su padre, era un príncipe perdido al igual que NamJoon.

No estaba enojado, entendía que aquella perfecta mentira había sido creada por su seguridad, entendía por qué no se parecía a sus hermanas, entendía el porqué de sus peculiares manos.

Aun así, estaba confundido, no tanto como el primer día, pero se tenía fe que entre más lo analizara, mejor se lo tomaría, y más rápido podría asimilarlo.

Con sutileza levantó sus manos hasta su vista admirándolas, eran iguales a las de su madre, iguales a las que había visto en el recuerdo que le mostró el libro, aquellas manos que antes le causaban vergüenza y pena por las burlas de su pueblo y hermanas, ahora le traían un hermoso recuerdo del pasado, de aquellos que no pudo conocer en conciencia.

Una lagrima corrió por su mejilla liberando sus pensamientos segundos antes que la voz gruesa del armario resonara por la amplia habitación.

--¿Tan temprano? ¿qué lo ha levantado SeokJin? –Preguntó Taehyung estirando sus cajones y compuertas tal y como lo haría Jin con sus brazos.

--Mis pensamientos...eso es lo que me ha despertado ...--Habló sentándose en la cama para mirarlo mejor.

Cada vez que miraba a los muebles trataba de dibujarles una apariencia más humana, los recuerdos de ellos en la coronación eran borrosos y no pudo verlos con claridad, deseaba algún día poder conocerlos como realmente eran.

--Estos días ha estado muy apartado de nosotros...de NamJoon –Taehyung lo miraba preocupado, ellos se habían enterado de la gran revelación luego de que la bestia dejara aun destruido Jin en su cuarto.

Ellos habían preguntado en cuanto vieron a Jin con lagrimas en sus hermosos ojos, pero su rey los mantuvo lejos un tiempo antes de contarles la noticia, todos quedaron asombrados, pero prometieron no comentarlo mucho por la salud del rubio, no querían estresarlo.

--Necesitaba estar solo...pensar las cosas—Explicó arreglando su rubio cabello heredado de su madre, siempre pensó que BaekHyun le había dado ese gen, pero ya sabia que no era así.

--Esta... ¿enojado? –Preguntó el armario, si él hubiera recibido esa misma información no tendría corazón para ver nuevamente a sus supuestos padres.

--No... entiendo que lo hicieran por mi seguridad, aun así, quiero escucharlo por parte de ellos cuando llegue el momento...por ahora quiero relajarme –Explicó levantándose de la cama y empezando a escoger la ropa que le mostraba Tae.

--Tiene una mente maravillosa...poca gente conocí igual que usted...--Habló con una sonrisa el armario para luego sacar un traje rosa—Este le quedaría divino.

The Handsome and The Beast ~•NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora