Luego de unos cuantos libros y horas ahí arriba, los chicos fueron a buscar el último libro que leerían antes de ir a sus habitaciones, los muebles los vieron tan divertidos que les llevaron la comida para no cortar su intimidad, nunca habían visto a NamJoon tan concentrado en una persona.
SeokJin caminaba por los pasillos mirando cada libro, leyendo cada portada y acariciando cada lomo con relieve tratando de encontrar un libro que llamara su atención, muchos de ellos estaban en otros idiomas y se le dificultaba encontrar uno que entendiera, pero sabía que todos eran hermosos a su manera, cuando tuviera el conocimiento suficiente leería cada uno, pero por el momento debía regirse al coreano y temas más fáciles de entender.
Siguió caminando por los pasillos con altas estanterías hasta que al dar unos cuantos pasos más se encontró con una mesa larga de hermoso caoba, la mesa que parecía brillar por el barniz estaba llena de papeles, mapas y tintas, en el medio la adornaba lo que parecía ser un libro muy grande, más que la enciclopedia que estaba a la entrada de la habitación, y a su lado había algo que no podía reconocer, parecía una pelota de esas que los niños de su pueblo usaban para jugar, pero estaba sostenida por un palo de metal dorado y su superficie estaba pintada con varias manchas color verde y azul de sub tono café recordándole a un mapa, pero no sabia porque el mapa estaba encima de una pelota.
Avanzó lentamente viendo las cosas desparramadas por ahí hasta que el libro se abrió y sus hojas empezaron a moverse, asustado llamó al único que podía saber qué era eso.
--¡NamJoon! –Gritó el rubio intentando ver donde podía estar la bestia --¡NamJoon ven aquí por favor! –Volvió a gritar viendo el alto cuerpo asomarse por las estanterías.
--¿Qué pasó Jinnie? ... ¿qué libro no puedes alcanz...-- Preguntó sin poder completar la frase, el creía que el rubio no podía alcanzar un libro, como ya había pasado, pero al ver la mesa que tenía tan intrigado al rubio soltó una risita, sabía que algún día Jin la encontraría–Oh...la encontraste.
--¿Qué es eso NamJoon? ... ¿porque se mueve solo? –Preguntó mirando la luz que ahora emanaba el libro, una luz que lo llamaba a ver su contenido, la bestia miró su perfil sonriendo y tomó su mano para acercarlo a la mesa, dejando que tocara cada mapa y tinta.
Su chico necesitaba tocar para entender, y eso lo enternecía pues se notaba la diferencia de crianza que ambos recibieron.
--Fue un regalo del rey de Pojan... es una mesa mágica, este libro te lleva a cualquier parte...según el rey es un teletransporte, una grieta entre tiempo y dimensiones...escuchar al rey Yuta es como escuchar al más grande sabio –Explicó mientras se acercaban al libro.
SeokJin lo vio sorprendido y más aun cuando miró el contenido del libro y vio que sus páginas estaban completamente vacías.
--¿Conoces al rey de Pojan? ...esto es...muy asombroso, ¿y esto que es Nam? –Preguntó nuevamente señalando a esa extraña pelota cubierta por un mapa raro que no dejaba de llamar su atención.
--Es un globo terráqueo, regalo de los reyes de Indone, muestra los reinos de todo el mundo, mira, aquí está el nuestro—Le explicó asiendo girar aquel globo y parándolo con su garra justo en la mancha verde y café que tenía el nombre de Korecs, limitando finamente por una línea con el reino vecino Korecn
--¿Y cómo funciona el libro? –Inquirió el rubio mientras tocaba igualmente aquel globo, fascinado de los lugares que mostraba.
--Aunque parezca complicado es muy fácil...hay dos opciones, en las dos pones tu mano aquí en el libro, y dependiendo lo que quieras puedes buscar un lugar en el mapa o puedes dejar que el libro busque en tu corazón y te lleve donde el quiera...podemos probarlo para que lo veas si gustas...--Sugirió dejando el libro que ya había elegido en la mesa.
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The Handsome and The Beast ~•NamJin
Fanfiction°•SeokJin era un chico amable, el menor de su pequeña familia, vivía entre bestias y libros que lo aliviaban de su propia tortura en aquel pequeño pueblo, pero por un fallo en el comercio de su padre su vida dio un giro inesperado, terminando así en...