Con un leve dolor de cabeza SeokJin despertaba de apoco, su cuerpo estaba recostado en una superficie muy blanda y su cabeza se encontraba recostada en una gran almohada, sabia que se había desmayado, sabia el motivo y no quería abrir los ojos hasta que su cerebro procesara lo que había visto y escuchado, no tenia miedo, sabia a lo que se enfrentaría cuando su padre mencionó a la bestia, pero fue un choque demasiado rápido.
Luego de unos minutos en que esperó que su cabeza dejara de doler y que procesara los hechos vividos, decidió abrir sus ojos y dejar de fingir su desmayo, con cuidado se sentó en aquella gran cama mirando a su alrededor.
--¿Estas mejor? ...lo...lo lamento mucho pero no quería que te fueras tan rápido... -- Habló a un lado suyo la bestia, sus ojos se abrieron y sus labios se arquearon en una inevitable sonrisa, su padre lo había descrito como un feroz oso, un mutante digno de un cuento de terror, en la oscuridad el lo vio como un ser infernal, pero muy diferente a eso, ahora que lo veía a la luz de la tarde podía decir que era un tierno osito, un perrito que lo miraba culpable, aun así su cuerpo tiritaba un poco ante la idea de que estaba prisionero ahí, que estaba porque ese ser quería matar a su familia.
--Si...si, gracias – Respondió bajito tratando de no enojar a nadie mirando como atrás de la bestia los muebles se movían inquietos, los muebles se movían-- ¿ellos...ellos están vivos?
--Oh...si, ves todos estos muebles...son mis amigos, chicos preséntense –Habló emocionado la bestia al ver que su acompañante no gritaba ni intentaba escaparse.
Jin curioso miró como cada mueble se movía para hablarle, eran obviamente, objetos de madera, oro y joyas, pero tenían algo que los diferenciaba de los demás, tenían facciones humanas ocultas en sus adornos que les daban una extraña familiaridad.
--Un gusto conocerlo...me presento, soy JeongHan y ellos son Chan y Jungkook....espero que tengamos una buena convivencia --Habló aquella tetera de fina porcelana y decoraciones de oro, Jin los saludó con una sonrisa y la tacita llamada Chan se acercó subiendo a sus manos de un salto, lo acercó a su cara con cuidado totalmente sorprendido de aquellas mágicas expresiones y logró ver como esa pequeña tacita se sonrojaba.
-- Soy Chan... lamento haberlo asustado...pero estaba muy emocionado, ¿cómo se llama usted? –Preguntó la tierna tacita, Jin miró a la bestia quien expectante lo miraba y les contestó a todos los que estaban allí.
-- Kim SeokJin...pero puedes decirme Jin, Channie...--La tacita asintió feliz riendo dulcemente y Jin la bajó a la cama donde saltando fue hasta donde su hermano, Jin vio como aquella otra fina figura de porcelana llamada Jungkook lo miraba asustado desde detrás de JeongHan, un raro sentimiento lo recorrió, pues diferente a los demás no mostraba ningún entusiasmo por su presencia, más bien mostraba desconfianza, le hacia sentir que estaba interrumpiendo en aquel castillo.
El sonido de las teclas de un piano sonó por la habitación llamando su atención, este desvió su mirada hacia el piano de madera negra en una esquina de la habitacion, un instrumentó hermoso y de difícil comercio pues eran muy caros, solo había escuchado de ellos en su infancia cuando su padre visitaba el castillo del rey antes de su desaparición y le contaba como el pianista real tocaba con el corazón enamorando a la audiencia.
-- Yo soy YoonGi, amigo cercano de esta bestia pulgosa – Se presentó con una voz serena, pero con un comentario agrio que hizo reír a Jin, mientras que la bestia se encargó de hacer sonar estruendosamente las teclas provocándole un leve dolor --... Ya no soportas nada Nam...
--¿Nam? –Preguntó confundido el rubio.
--Mi nombre... aunque me veas así, también tengo un nombre por el cual identificarme...me llamo NamJoon –Se presentó la bestia, Jin le sonrió, si iba a estar por el resto de su vida ahí trataría de no hacer enojar a nadie, aun estaba desconfiado y aquellos enormes colmillos le producían escalofríos cada vez que los miraba.
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The Handsome and The Beast ~•NamJin
Fanfiction°•SeokJin era un chico amable, el menor de su pequeña familia, vivía entre bestias y libros que lo aliviaban de su propia tortura en aquel pequeño pueblo, pero por un fallo en el comercio de su padre su vida dio un giro inesperado, terminando así en...