Capitulo 4: "Callejón"

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--o--   Tocaron la campanilla de salida   --o--

- Bill- apareció de repente Gustav  asustándonos de repente a Mónica y a mi- apresúrate, y tu también Mónica, llegaremos tarde donde David –

- ¿David? ¿Y ese es…?- dije para que completaran mi oración puesto que no tenía ni la más mínima idea de quien estaban hablando.

- Oh ¡¡ genial!!… se nos olvido comentarle a Bill… David es uno de los Jost-dijo Mónica (nota de la autora: los Jost son una orden del mismo clan, están bajo el mandato del padre de Bill, tienen poder y jurisdicción para las guerras vampíricas)- es el más joven de todos

- how- dije -…uno de los Jost?  Genial, pero antes debo ir a casa para arreglar algunos asuntos  – dormir…ese es mi asunto… pues digamos que… abastecerme de sangre me relaja un poco.

- bien, después te pasas por ahí, ¿sí?, adiós

- claro, adiós.

Vi  a Mónica y Gustav alejarse… ¿David Jost?... ¡claro!  Como se me pudo olvidar… el idiota ése que antes de convertirse en Mayor quería hacerme su novio y que me casase con él… que tarado…

- hola Bill- de repente apareció Tom bajando desde el muro, me pregunto por qué tenía que ser que justo cerca de mi casa hay un callejón, el cual siempre debo pasar por ahí… por Dios…

- Tom…- suspire cansado- ¿Qué quieres?...

- mmm…- de un salto se encontraba tras mío… al momento del contacto me gire-arreglar cuentas… -se acercaba hacia mi- tu probaste mi sangre… ahora yo probare la tuya…- Puto callejón…ahora me acorralaba. Saltaría si no fuera porque Tom podría atraparme en el aire.

- no creo que eso sea posible…- ahora…se encontraba en frente mío y yo contra la pared- te encanta esta posición, no?

- es así como atrapo a mis presas… acorralándolas…

- bien por ti, pero yo ahora estoy muy cansado y no tengo el humor ni el ánimo de pelear o jugar o lo que sea que quieras que haga contigo- solté sin más.

- ¿Qué te hace pensar que puedes elegir?-alargo unos pocos centímetros de la poca distancia que había entre nosotros.

- siempre puedo elegir…- susurré 

- esta no es la ocasión…

- como sea- quite uno de los brazos que me acorralaban pero aun estando frente a él-no puedes beber de mi sangre por que a diferencia tuya, soy hijo del líder del clan, así que por ende… tus ganas deben ser saciadas con otra cosa…-iba  a caminar para salir del largo callejón

- pues la única cosa que sería capaz de saciar mis ansias, seria echarme un buen polvo…- me tomo de el brazo girándome totalmente –pero no… por que al parecer quebraste la primera ley de nuestras especies…creo que debo citar a mi padre “no debes beber la sangre de el hijo primogénito de el líder de la manada”… y tu… me mordiste…

- ¿Cómo?-¿el está prohibido?...increíble…por eso me parecía tan sabrosa su sangre…ahora todo calza… ¡mierda!

- eso… ¿por qué crees que todo mis “amigos” me siguen? –Tomó mi mentón con sus ásperas manos- rompiste la principal regla de nosotros… ahora que traspasaste la línea puedo hacer contigo lo que me plazca…- se acerco- sin que nada importe, como dicen,

ojo por ojo… colmillo por colmillo…-me puso a la pared

 - como iba yo a saber que eras de raza….no es mi culpa que parezcas un pordiosero!-apenas podía hablar, me apretaba el cuello como condenado… putos licántropos y su endemoniada fuerza¡¡ - mas… te…v-val-le…s-sol-ltarm-me cerd-do - hablaba entre cortado por la falta de oxigeno.

- seré un cerdo… pero no una puta-…-ahora…-me giro de cara a la pared-con su permiso majestad…

- AHHH¡¡¡¡- grité. Me mordió en el cuello… mientras bebía de mi sangre manchando mi camisa negra de rojo sangre. Se me empezaba a nublar la vista, marearme y ver todo negro. Me iba a desmayar…

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