HOUSE OF CARDS (Imagina con Jeon Jung Kook - BTS)

Capítulo 3

El gran día llegó, una limusina se estacionó frente a la igleasia, donde descendió Gyun con un vestido de novia. Aquel vestido había costado alrededor de cincuenta mil dolares, realizado con un completo encaje y con cristales de Swarovsky.

Kook por su parte esperaba ansioso la llegada de su futura esposa, sintiendo sus manos sudar al escuchar la música que anunciaba la entrada de la novia. Gyun entró a la iglesia, como no tenía padre fue sola por el pasillo sintiendo la mirada de muchas jóvenes envidiosas.

— Señorita Lee, ¿Acepta al joven Jeon, como su futuro esposo? Para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe. —El padre hizo la típica pregunta que se les hace a los futuros esposos—.

— Acepto. —Era tan fácil decir esa palabra, y todavía tenía esa última frase "Hasta que la muerte los separe", no creo que sea la muerte lo que nos separe—.

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Desde ahora soy la señora de Jeon, eso fue mi primer paso hacía la cima, llegaré a lo más alto donde nunca me preocupe por cosas inútiles, como por ejemplo: No tener mi refrigerador lleno, echarle agua al shampoo, no cenar ya que la comida no alcanza, etc. La Gyun pobre ya murió, ahora iré hacía la riqueza, aunque implique pisotear a personas o dejarlas, tengo una meta y la voy a cumplir.

Los padres de Kook parecían felices, tenían que aparentar, como dije la madre de Kook no le gustaba. A mi tampoco me agradaba esa vieja estirada, pero en cierta forma le agradezco de tener un hijo tan ingenuo como el suyo. Ambos salimos de la iglesia, Kook cargó en sus brazos mientras nos lanzaban arroz, luego subimos a la limusina que nos llevaría al local donde se realizará la fiesta. Todo estaba planeado, la torta de bodas, el buffet de primera clase, el vino, y la alfombra roja donde siempre quise caminar, y por supuesto el baile de los recién casados...

Al llegar la noche, Kook y yo nos dirigimos a nuestra casa. Con delicadeza me dejó sobre aquella cama, que tenía un corazón de pétalos de rosas y las venas aromáticas hacían notar lo tan romántico que era, diablos ¿Por qué siento que voy a destruir a un buen chico? No, no arruinare mi plan, no me importa.

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— ¿Deberíamos bailar o-

— ¿Por qué perder el tiempo? —Lo agarré de su corbata y de un solo jalón ya lo tenía encima mío, sonreí al ver su expresión de sorpresa y sentí como su respiración se aceleró—.

— Esta noche es especial, debemos ir despacio para... —Los labios de Kook fueron atacados por aquella apasionada mujer, no podía resistirse a Gyun así que solo pudo corresponderle—.

— ¿Quieres ver el regalo de bodas que te tengo? —Una sonrisa traviesa apareció en mi rostro, al ponerme de pie me quité el estorboso vestido y quedé expuesta con la lencería que había comprado un día anterior. Las mejillas de Kook eran totalmente rojas, lo cual me provocó ternura—. Sé que detrás de esa timidez, se esconde un chico pervertido.

— ¿Es tan evidente? —Kook sonrió al tomar por la cintura a Gyun, su ahora esposa. Quería tomarla, hacerla su mujer y grite su nombre pero sabía que esta noche era especial, así que debía ser inolvidable, comenzando por besar el cuello de esta dejando unos chupetones, sus manos bajaron hacía su parte íntima, empezando a masturbarla sobre la delgada tela—.

— K-kook... —Solo cerré mis ojos ante la excitación que sentía, me guío hacía la cama donde dejé que me hiciera lo que quisiera. Debo decir que también me siento atraída por él, diablos, estaba bien dotado el maldito—.